¿Existe el robo perfecto? Todos sabemos que no, pero eso no quita que no podamos intentar dar un gran golpe y largarnos 'forraos'. Size Five se ha atrevido a poner como principal objetivo el saquear todo lo que pillemos por delante en 'The Swindle', un título donde seremos unos ladrones para quienes los días como rateros están contados.
Robos steampunk
Pero vamos a empezar por el principio. En 'The Swindle' se nos plantea un contexto cuanto menos interesante. Nosotros encarnaremos el papel de un caco en un Londres victoriano donde los neones acaparan los tejados de prácticamente todos los edificios. Un clima steampunk que está muy de moda últimamente. En la ciudad, hartos de los continuos robos, Scotland Yard va a poner en marcha el sistema de inteligencia artificial llamado "Basilisco del Demonio", el cual acabará por completo con la criminalidad en la ciudad, ya que será el sistema de vigilancia definitivo.
Tendremos 100 días para evitar su activación, pero para poder llevar a cabo una operación de este calibre, necesitaremos algo de efectivo. En esos 100 días podremos realizar robos por toda la ciudad para recaudar los fondos necesarios para activar todas las habilidades que necesitemos. Pero no os penséis que en este roguelike todo vas a ser un camino de rosas, pues un paso en falso y nos podemos ir despidiendo.
Robots, hackeos y carreras
El sistema de juego de 'The Swindle' puede ser un poco complicado de entender al principio, pero una vez nos metamos de lleno en el meollo comprenderemos que habrá momentos para ser impulsivos y otros en los que tendremos que aguardar hasta el momento adecuado para actuar.
Cada "Golpe", que es así como se llama a cada fase, nos lleva a una calle diferente de Londres en la que tendremos que movernos por el escenario para recoger todo el botín que podamos. Pero no será tan sencillo. En Londres no hay policías al uso, son robots los que se encargan de la vigilancia de los edificios, pero eso sí son bastante sencillos de evitar e incluso podremos darles algún que otro porrazo para dejarlos fuera de combate.
Nuestra tarea está clara: entrar, coger todo y salir. En el camino tendremos que deshacernos de los guardias porque si nos descubren, la cosa se puede poner bastante fea. Cada modelo de robot tendrá un área de visión diferente y nosotros solo podremos ocultarnos detrás de las puertas para que no nos vean. Si nos descubren, la alarma saltará y será mejor que escapemos cuanto antes para que no lleguen los refuerzos.
Tened cuidado en las decisiones que toméis. Este aspecto es uno de los más llamativos de 'The Swindle'. Cada asalto, cada golpe es un día menos que tenemos para conseguir nuestro objetivo, así que si salís pitando sin coger nada, perdéis la oportunidad. En 'The Swindle' los mapas se generan de manera procedural, una característica muy interesante porque de esta manera no memorizaremos los escenarios y cada golpe supondrá un reto para todos los jugadores.
Una vez nos hemos convencido de todo lo anterior es el momento de preparar nuestra garrota y ponernos manos a la obra. Abrir puertas, destrozar robots y saltar por los tejados no será lo único que podremos hacer en este título, de hecho con eso solo poco podremos conseguir, pero no hay que ponerse nervioso pues si fallamos, le tendremos que decir adiós a nuestro personaje.
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Así es, en 'The Swindle' no hay segundas oportunidades. En el momento en el que la alarma salte será mejor ponerse a correr, pero hasta esto habrá que hacerlo con cuidado. Si saltamos desde demasiado alto nos podemos ir despidiendo de nuestro personaje, al igual que si algún robot nos caza: bastará un solo golpe para caer K.O. Una de las cosas más curiosas de este juego es que no nos dará casi tiempo a encariñarnos con nuestros personajes, pues una vez perezca uno, encarnaremos a otro diferente.
Sistema de mejora y dificultad creciente
¿Qué haremos con ese dinero que saquemos limpio de nuestros asaltos? Pues reinvertirlo en nosotros mismos. Si hemos salido airosos de nuestro golpe, podremos volver a nuestra nave, que es nuestra base de operaciones, y comprar mejoras para el personaje.
Entre esas mejoras se encuentra una básica que es la de hackear sistemas. Os recomiendo personalmente que tras el primer par de golpes que deis os paséis por vuestra nave a adquirir esta habilidad, ya que el botín más gordo está en los ordenadores situados en los diferentes puntos del mapa. De hecho los asaltos no se darán por exitosos hasta no haber saqueado estos sistemas.
No solo podremos hackear sistemas, también podremos adquirir doble, triple y hasta cuádruple salto, porque habrá sitios de más difícil acceso; bombas para acabar con los guardias que nos encontremos y también podremos comprar ojos mejorados e incluso teletransportación.
Tener todas estas mejoras no hará que los robos sean más fáciles, sino simplemente superables. Es decir, los enemigos crecen con nosotros y con cada mejora que compremos nosotros ellos adquirirán otras. En los diferentes niveles nos enfrentaremos a obstáculos mayores, como puertas electrónicas que habrá que hackear para poder abrirlas, minas que explotan al contacto o antenas que leen nuestra cuenta bancaria y empiezan a sustraer nuestro 'ahorros'. Ante todo eso, tendremos que andar con cuidado. No hace falta que digamos que los robots que encontraremos también serán más duros de roer.
Apartado estético y sonoro muy cuidado
'The Swindle' no es un portento visual, pero lo que pretende, lo consigue. Nos encontraremos escenarios planos, pero llenos de colorido, con una paleta de colores y brillo que vienen dados por los neones que aparecen en la mayoría de ellos, algo que cuando juguemos disfrutaremos enormemente pues da gusto pararse a admirar el paisaje antes de acabar nuestro trabajo.
Asimismo el sonido no queda desmerecido en un título en el que cuando llueve el crepitar de las gotas de agua queda ensordecido cuando nos ponemos a cubierto y en el que las alarmas de la policía se pueden escuchar a lo lejos cuando nos han cazado.