JERICHO A NUESTROS PIES

Análisis: 'The Surge 2' para PS4, perfeccionando el souls-like futurista

Tras una primera entrega que ya dejaba ver una buena intención por parte de Deck 13 nos llega esta secuela con la promesa de ofrecer una experiencia más pulida.

Por Sergio Mediavilla Gómez 24 de Septiembre 2019 | 00:01

Cargar con la etiqueta "souls-like" es una responsabilidad a la que no todos los proyectos surgidos a raíz del ya veterano 'Demon's Souls' pueden llegar con buen estado, lo que se convierte en un reto para los equipos de desarrollo externos a From Software Inc., responsables de haber dado forma a este proyecto y a varios que le han seguido hasta nuestros días, marcando así la tendencia a la que los integrantes de Deck 13 se sumaron hace algunos años con el lanzamiento de 'The Surge', un título que pretendía trasladar la dificultad y las sensaciones vistas en los proyectos del estudio nipón, pero en un ambiente mucho más industrializado y futurista, lo suficiente como para distanciarse de su referente y caminar con sentido propio.

Un buen comienzo

Aunque la propuesta sonaba lo suficientemente atractiva como para atraer a los fans del género y retenernos durante un buen tiempo, algunos detalles nos dejaban con un sabor agridulce en esta primera aventura, a la que podemos definir claramente como un primer acercamiento al género con el que tomar contacto y mejorar en una próxima entrega.

Esa próxima entrega ya está aquí, y como ya se venía dejando ver en las ocasiones en las que hemos tenido ocasión de jugar durante algunas horas, lo hace para, esta vez sí, convertirse en el "souls-like" futurista por méritos propios. Principalmente gracias a que, manteniendo el mismo planteamiento jugable que su predecesor, consigue pulir los errores vistos en él y añadir nuevas opciones que lo convierten en un título a tener en cuenta por los fans del género, lo que también se puede volver en su contra y convertirse en un proyecto muy focalizado a un segmento que no es tan mayoritario y, por tanto, con menor impacto en las cifras de ventas para el estudio europeo.

Al hablar de esta secuela lo hacemos en el sentido más estricto que se le pueden aplicar al término, pues no solo la jugabilidad llega casi intacta a nuestras manos, si no también la historia, que nos sitúa justo después de los hechos ocurridos en la primera entrega, aunque a diferencia de ésta, ahora podremos optar por personalizar a nuestro protagonista a través de un editor de personajes que, si bien no es excesivamente extenso, sí nos permite darle cierta distinción y un trasfondo, todos vinculados de una forma u otra a CREO, la empresa que ya conocimos en la primera aventura.

En los primeros minutos de juego descubrimos que, tras un accidente, hemos aterrizado en Jericho City, una ciudad en estado de cuarentena por un virus que está afectando a la población, que se ha visto diezmada en poco tiempo, dando lugar a que se creen diversas facciones que controlan las zonas de la ciudad.

La presencia de toda una ciudad para recorrer es una de las novedades de esta entrega y un elemento bastante diferenciador respecto a su predecesor, caracterizado por contar con entornos poco dados a la exploración. En 'The Surge 2' se nos invita precisamente a que descubramos nuevas rutas y caminos que seguir para llegar a distintos puntos de la ciudad, aunque los barrios que la componen estarán separados por zonas "de carga" por las que deberemos pasar y aprovechar para ponernos a punto.

A medida que avanzamos en el desarrollo vamos conociendo más detalles sobre la situación que ha desencadenado este estado de sitio en la ciudad, pero también los lazos que unen a CREO con la ciudad y algunos de sus habitantes, que nos ofrecerán, como en todo buen juego de rol que se precie, la posibilidad de realizar diversas misiones secundarias.

Más y mejor

Vendría a ser el resumen perfecto de su aspecto jugable, pues, como ya hemos dicho, se mantiene muy continuista respecto a lo visto en su primera entrega, por lo que volveremos a contar con barras de vitalidad, fatiga y energía, lo que nos obligará a pensar muy bien como vamos a hacer frente a cualquier enemigo. Un mal planteamiento nos llevará de vuelta al punto de control en un pestañeo y sin toda nuestra chatarra, la moneda del título, con la que podremos comprar y mejorar nuestras armas e implantes, con los que podremos hacer algo más llevadero nuestra estancia por la peculiar ciudad.

El poder atacar a distintas partes del cuerpo de los enemigos se vuelve una mecánica indispensable si queremos sobrevivir. Gracias a un implante podremos conocer su vitalidad y sus puntos más débiles, pero si optamos por ellos en lugar de por aquellos que nos ofrezcan más resistencia no podremos obtener sus implantes y armamento, lo que en ocasiones se convierte en una tentación muy suculenta. Si optamos por ellos el combate se alargará algo más, y probablemente tengamos que hacer uso de combinaciones de bloqueo y esquivo mientras consumimos fuerza sin poder realizar alguna de las dos combinaciones de ataque que tenemos, horizontal y vertical.

En este tipo de casos es cuando nos viene bien la presencia del drone, que se ha mejorado respecto a lo visto en su primera entrega, e incluso se ha ampliado con un componente multijugador de lo más peculiar, donde a través de una modificación del mismo podemos dejar mensajes a otros jugadores, una opción que, ya en la beta a la que tuvimos acceso hace unos meses, estaba presente pero no destapaba toda la utilidad que tiene una vez metido en faena.

Gracias a esta posibilidad podremos conocer, por otros jugadores que ya hayan pasado por la zona, las mejoras o los peligros a los que deberemos hacer frente y valorar si estamos en las mejores condiciones para hacerlo o si, por contra, mejor regresar al centro médico más cercano, subir de nivel, mejorar nuestras habilidades y nuestras armas y volver a cruzar la ciudad infestada de enemigos, porque eso sí, da igual en que barrio nos encontremos, tendremos regeneración de enemigos por doquier cada vez que fallezcamos o visitemos un centro para mejorarnos.

En el caso de fallecer tendremos un tiempo limitado para poder recuperar toda la chatarra que portábamos antes de morir, jugando ésta un papel especial y estratégico. Mientras que no la recojamos estará generando progresivamente una mejora en la salud del personaje si estamos en su radio de acción, y si la recuperamos, nos permite contar con una regeneración de salud completa, por lo que es más que probable que, como yo, acabéis usándola como un elemento de estrategia en ciertos combates, de los que además obtendremos mayores beneficios cuanto más chatarra seamos capaces de transportar.

Para los fans del género

Sin ningún tipo de duda, desde Deck 13 demuestran que tomaron buena nota del feedback que los usuarios de la primera entrega le hicieron llegar y nos ofrece una secuela que hace las delicias de cualquiera que se considera aficionado al género, aunque este hecho, que funciona como su gran virtud, le va a impedir que se convierta en un título de grandes ventas, pues muchos jugadores, al igual que ocurre con los herederos 'Souls', no está pensando para todo tipo de público, sumando en este caso la particularidad de que Deck 13 no cuenta con el respaldo con el que From Software Inc. ya tiene.

En cualquier caso, se perfila como uno de los títulos de este tramo final del año y, desde luego, un indispensable para aquellos que busquen un reto con mayúsculas a los mandos de un videojuego.