La posición en la que se encuentra ahora la franquicia 'The Legend of Zelda' es algo delicada. Sus últimos juegos en la tercera dimensión han sido un éxito rotundo en crítica y público, tanto como para marcar una nueva dirección para títulos futuros alejados de la fórmula tradicional. Eso significa también que la gente ve como un paso atrás volver a esa clase de diseño, y eso se hace especialmente llamativo cuando hablamos de las entregas de vista cenital.
Las últimas décadas han dejado esa clase de juegos para las consolas portátiles. Existen fans que consideran que si un juego no era lanzado en 3D no era parte de la saga principal. Da igual que algunos de los mejores títulos hayan salido de este formato. Nintendo Switch tendría que hacer frente a esta problemática antes o después, y en los casi ocho años de vida de la consola sólo lo habían atendido con un remake de una entrega de Game Boy.
Si queríamos ver otro juego de esta clase sólo podía haber dos caminos para Nintendo: repetir el proceso con otro remake o reinventarse al completo. Y la elección no podría haber sido mejor con una prueba en escena como es 'The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom'.
Es la hora de las princesas
El atractivo principal de esta entrega es visible desde el momento en el que tomamos la portada. Link está en un segundo plano y cede la escena a la auténtica protagonista: la princesa Zelda, quien por fin toma las riendas de la aventura. Tras años pidiéndole a Nintendo cumplir con la fantasía de una auténtica leyenda de Zelda, la compañía nos lo sirve en bandeja de plata dejando de lado a su clásico héroe verde.
La razón por la que la princesa da un paso adelante es por la desaparición tanto de Link como de Ganon en brechas misteriosas que invaden Hyrule. Estas han ido tomando secciones del reino a lo largo de los últimos siglos y los ciudadanos se han acostumbrado en cierta manera al daño que provocan. La peor parte se la llevan aquellos tragados por estas figuras, cuya existencia es engullida y casi nadie vuelve del otro lado. Sobrevivir a estos eventos es improbable.
Zelda, sin embargo, es especial. Por algún motivo que desconoce es capaz de ver a las criaturas encargadas de cerrar estas brechas, seres de luz que protegen el reino y son invisibles para todos. La princesa hace amistad con uno de ellos, Tri, y con su ayuda rescatará a Link y los ciudadanos de Hyrule de la oscuridad que acecha. Su objetivo es viajar por todo el reino y restaurar las grietas mayores, las cuales sirven como nuestras mazmorras objetivo.
Zelda Maker
Cuando 'The Legend of Zelda: Link's Awakening' llegó como remake a Nintendo Switch sorprendió a todo el mundo con una adición inexistente en el original. Link podía crear pequeñas minimazmorras a modo de desafío para compartir con amigos, una versión lite de lo que sería un equivalente a 'Mario Maker'. Muchos esperaban una entrega que desatase la imaginación de los jugadores en el futuro próximo, visto el potencial.
Hay mucho de ese ADN en 'The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom'. No es el título que muchos esperarían, pero es el que mejor encaja con la franquicia aventurera. En vez de crear nuestros propios niveles tomamos la herramienta de creación y la tomamos como un arma, una que convierte nuestra imaginación en soluciones para las cuestiones que pueblan Hyrule.
Como Zelda podemos copiar objetos y enemigos de nuestro entorno para después invocarlos en cualquier momento. Cada uno tiene un valor y la capacidad de Tri para soportar mayores valores a la vez determina nuestra capacidad para explotar este poder. Tres camas pueden convertirse en un conveniente puente, cuatro bolas con pinchos en una defensa impenetrable, e infinitos trampolines una forma fácil de alcanzar el cielo.
No podemos crear mazmorras, pero se nos ofrece la oportunidad perfecta para sacar provecho a las herramientas en toda clase de entornos. En estos mencionados niveles, en el campo abierto de Hyrule, en el mundo alternativo del vacío... Allá donde vayamos debemos preparar nuestra vara para crear los caminos que necesitemos. No sólo replicando aquellos registros que ya tengamos, sino también utilizando a Tri para mover elementos o replicar sus movimientos. La exploración es un punto clave central para este apartado: alcanzar piezas de corazón y encontrarlas dependerá de nuestro ingenio y ganas de probar los elementos a mano, como aspirar una montaña de arena.
La mejor parte es que nunca para estos desafíos hay una única respuesta: aquello que pensemos seguramente valdrá como respuesta. El título está diseñado para adaptarse a nuestra forma de pensar.
Pequeña pero matona
Al principio 'The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom' parece un título pequeño, pero no tarda en enseñar sus dientes y demostrar lo matón que puede ser. Su mapa no cuenta con la extensión de 'Tears of the Kingdom', pero esta versión de Hyrule, fuertemente inspirada en la de 'A Link to the Past', tiene varias dimensiones de profundidad por descubrir. El juego crece tanto en tamaño como en mecánicas a partir de su segunda mitad, convirtiéndolo en una aventura enorme para una Zelda chiquita.
Cualquier detalle de esa sección entra en el terreno de los spoilers, por lo que nos limitaremos a decir que el título no se conforma con sólo lo que nos presenta en las primeras horas. Disfrutar de 'Echoes of Wisdom' en su totalidad nos llevará fácilmente 20 horas de juego, sumad o quitad en base a cuántos desafíos ocultos queráis superar. Conseguir todos los contenedores de corazón son una meta fija para los complecionistas, y hay algunos objetos más que interesará recolectar para darnos por satisfechos.
La rejugabilidad, además, es fácilmente accesible. Quizás no de forma inmediata nada más acabar por primera vez la aventura, pero la posibilidad de afrontar desafíos de formas distintas haciendo uso de nuestra astucia y cómo aprovechemos los ecos y nuestra imaginación es especial. Se trata de algo semejante a las oportunidades que nos ofrecía 'Breath of the Wild' para desafiar al mundo que nos rodea, pero llevado al terreno 2D.
Por desgracia no todo es perfecto en esta entrega. Un apartado le echa atrás el alcance al top las grandes obras de la franquicia: su rendimiento. Puede sonar extraño que un juego con un nivel gráfico inferior a las grandes aventuras 3D pueda correr mal, pero es así. Las caídas de frames son muy habituales a la hora de recorrer el mapa, y aunque no estropeen en absoluto el disfrute del juego sí que son imposibles de ignorar. Son más frecuentes que en 'Link's Awakening', que ya lo pasaba mal en algunos momentos.
Conclusiones
'The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom' es el juego que no sabíamos que queríamos de la franquicia, pero que definitivamente necesitábamos. En vez de una aventura tradicional en 2D que repitiese la fórmula de siempre o el muy solicitado 'Zelda Maker', Nintendo ha apostado por algo intermedio que saca los elementos únicos de ambos aspectos para crear una aventura brillante por sí misma. No tiene nada que envidiar a las entregas del pasado de vista aérea, excepto por el detalle de los problemas de rendimiento. Obviando la potencia limitada de Nintendo Switch, esta es una obra excelente.