Regocijaos, 'Mega Man' ha vuelto. Cuesta creer que la mascota icónica de Capcom haya estado años fuera de combate, pero entre sus recopilatorios, su undécima entrega y la promesa del regreso de su versión futurista X tenemos al robot azul para rato en nuestras consolas. Pero no siempre ha sido así. Esos años de ausencia se hicieron notar, y había que cubrir el hueco que dejó de alguna forma. El trono estaba vacío.
Es en este vacío en el que nació originalmente 'The Legend of Dark Witch', un ambicioso proyecto de Inside Systems. Desde el primer momento en el que fue concebido la desarrolladora tuvo claro que no se quedarían en sólo una entrega, que la extenderían a varios juegos, spin offs, cortos de animación... Toda una franquicia que marcará un precedente.
La saga ha evolucionado a paso lento, pero decidido. Ya estamos en el 5º aniversario de su nacimiento y había que celebrarlo de alguna forma. Así nos llega a PC y Nintendo Switch este remake del primer juego, toda una celebración de lo que representa y lo que vendría después.
Crónicas de una diosa
La base completa de esta nueva revisión de 'The Legend of Dark Witch' sigue siendo el juego original publicado para la eShop de Nintendo 3DS: mismos niveles, mismos jefes, misma protagonista. Nuestro objetivo es pasar por las seis fases que se nos ponen por delante desde el primer minuto, derrotar a las guardianas que nos esperan al final y obtener su poder, el cual funciona como debilidad contra otra del grupo. Es la pura fórmula de Mega Man, sencilla y eficaz.
Sin embargo no funciona igual de bien que la amada franquicia de Capcom. En esos juegos los poderes que obtenemos nos pueden ser útiles en nuestro progreso constante entre nivel y nivel, facilitando nuestro progreso e incluso inventando nuevas maneras de avanzar que no se nos habían ocurrido antes. La primera entrega de 'The Legend of Dark Witch' no entiende este concepto y sus poderes, aunque atractivos, sólo nos serán útiles contra los jefes de turno y de forma muy ocasional fuera de esas batallas. El diseño de niveles no brilla tanto por culpa de esto y queda muy lejos de lo deseable, pero gana en otro punto: sus secretos.
Zizou, la diosa protagonista que desciende de los cielos, busca descubrir el misterio tras la desaparición de los cristales Syega. Esto significa que para nuestra sorpresa cada fase tiene al menos dos de estos objetos ocultos a simple vista. Si sabemos disparar a los lugares correctos, haremos aparecer estas reliquias que, al ser recolectadas, aumentarán nuestro poder en una sección concreta de nuestra barra de progresión. Podemos dedicar tiempo a revisitar fases e intentar descubrir dónde están o ir directos y vulnerables al final del juego sin ellos: añade una dimensión a la rejugabilidad que se hace especialmente interesante cuando intentamos terminar el título en el menor tiempo posible.
Pocas armas, mucho fuego
Cada vez que empiezas un nivel no estarás al mismo nivel de poder que cuando lo terminas. Zizou no tiene consigo un nivel que mejora con experiencia ni equipamiento que la haga más fuerte, pero sí cuenta con un curioso sistema de progresión propio: cuando atacamos y eliminamos enemigos absorbemos parte de su magia, la cual se ve reflejada en una barra que tenemos en la parte inferior de la pantalla. Con esta podemos decidir mejorar nuestra velocidad de movimiento, la capacidad de planear o nuestra fuerza de ataque. Cada uno exige más magia que el anterior pero nos permite una gama de elecciones que se ajusta a nuestro estilo de juego de forma eficaz.
Además de esto podemos mejorar algunas de las habilidades con la magia acumulada fuera de los niveles de forma permanente, aunque no es para nada barato. El título no está para nada pensado en coger todas las opciones de la tienda a máximo nivel, sino en centrarnos en unas pocas que nos interesen para dirigirnos hacia el final preparados con lo que tengamos. Las siguientes partidas podemos replantearlas de forma diferente, centrándonos en otros objetivos a medida que conocemos más el juego. Depende de nuestra habilidad, pero la primera vez la campaña nos durará una media de cinco horas; si decidimos ir a por el 100% del juego con sus extras, perfectamente podemos alcanzar las veinte o treinta.
Aquí está el aspecto más interesante de esta nueva versión del juego, ya que nos ofrece una gigantesca cantidad de extras al terminar la aventura. Podemos cambiar al estilo gráfico al original de píxel art, acceder a un museo con arte conceptual y vídeos, jugar a una gama amplia de minijuegos con los que obtener más puntos que usar en la tienda de secretos de la aventura. Incluso se nos plantean desafíos adicionales con recompensas más jugosas, como terminar el juego en un determinado tiempo o hacerlo sin desbloquear ningún cristal de Syega. La pena es que todo esto queda bloqueado hasta terminar el juego y, por tanto, muchos jugadores no podrán verlo: pero se trata de una gigantesca selección de opciones que recompensa muy bien a aquellos que se atrevan a hacer frente a su amenaza final.
Refinando la aventura
Además de todos esos puntos extra, el juego original ha sido mejorado en diferentes puntos que suelen pasarse por alto. No sólo se ha renovado el estilo gráfico para encajar mejor con la híbrida de Nintendo, sino que los jefes finales tienen nuevos patrones de ataque que complican la situación y elevan la dificultad de manera interesante. Algunos de estos eran muy sencillos de explotar y ahora se han cubierto las espaldas, como el combate final en su primera fase: era de los jefes más fáciles de todo el juego, pero gracias a sus nuevas habilidades podemos considerar que la dificultad se ha ajustado mucho más a medida.
El número de mejoras es muy alto, y al precio al que se pone el juego merece la pena tanto para aquellos que disfrutaron de la entrega original en Nintendo 3DS como nuevos jugadores que quieran adentrarse en su universo. Eso sí, tiene un problema de base: el mercado no es el mismo que en 2014, cuando se estrenó el juego. Aunque estas funciones adicionales sirvan para regocijar a los fans no consiguen que el título esté a la altura de otros semejantes que se han atrevido a intentar ocupar el trono de Capcom. Las arrugas y sus problemas de diseño de niveles se siguen notando, especialmente por ser un juego de Nintendo 3DS que se vendía a precio de saldo; las siguientes entregas mejorarían algunos de sus puntos flacos, pero sin retocar la base el juego sólo puede ser mejorado hasta cierto punto.
Conclusiones
La primera entrega de 'The Legend of Dark Witch' disfruta del mejor remake que podía tener dentro del margen de no retocar demasiado la aventura original, y sigue pudiendo disfrutarse a un precio más que accesible. Es un juego recomendado especialmente para fans de los plataformas de acción, y aunque no dure mucho se disfruta lo suficiente como para querer revisitarlo varias veces más. Ahora queda esperar a ver si hay suerte y podemos contar con otra remasterización de sus siguientes dos entregas en los próximos años, lo cual haría muy feliz a fans de todas partes.