El 1 de Junio 2015 | 08:12
Tras las buenas, muy buenas incluso, sensaciones de 'The Assignment' y 'The Consequence', el contenido del pase de temporada de 'The Evil Within' llega a su fin con 'The Executioner'. Este DLC vuelve a dar un giro de 180 grados radical respecto a lo visto en los dos primeros y se olvida del sigilo para proponernos encarnar al Guardián, el célebre verdugo del juego, y de paso, conocer algo de sus orígenes. 'The Executioner' es un brawler protagonizado por esta mole con una caja fuerte por cabeza (clarísimamente inspirado en Pyramid Head, de 'Silent Hill 2') en el que no hay lugar para sutilezas y sí para armas muy brutas, ejecuciones, sangre y demás lindezas, algo que a lo largo de la hora y media que dura se convierte en un arma de doble filo. Habrá que explicar esto.
El Guardián es una mole de 2 metros y pico y ciento y muchos kilos, extremadamente lento (tanto que desespera a veces), pero también extremadamente fuerte. Esto significa que nosotros, como jugadores, somos tan poderosos que nos vamos a sentir casi intocables y en la práctica, realmente es así, ya que la dificultad del recorrido de 'The Executioner' es poca tirando a nula y es muy difícil morir, salvo en enfrentamientos puntuales contra jefes. Estos están sacados en su mayoría del juego original y suponen los mejores momentos del DLC, alejándose de machacar cabezas sin ton ni son y proponiendo en ocasiones la necesidad de usar otras estrategias, pero aún así, no son picos disparatados. Tal vez ni siquiera sean difíciles como tal, y en la práctica no son más que situaciones diferentes al resto de la aventura.
'The Executioner' se ambienta en la mansión Victoriano, donde vamos a descubrir que este Guardián, al fin y al cabo, no es del todo un psicópata sanguinario, sino que no es más que otro sujeto dentro del sistema STEM con una forma, digamos, poco convencional. A mí me ha quedado la sensación de que con más tiempo de juego se podría haber desarrollado una trama interesante hasta cierto punto (la trama en global de 'The Evil Within' no deja de ser bastante enrevesada), pero evidentemente, en hora y media no da tiempo a contar una historia medianamente interesante. Una lástima...
Sin decir cuál es el objetivo del Guardián (no es relevante del todo), tampoco hace falta decir cuáles son sus formas, porque es sencillo de imaginar: machacar cabezas, simple y llanamente. Los entornos son similares a los que ya se han visto, y los enemigos los mismos, pero ahora no hay que tener miedo de ellos, más bien al contrario, Un mazo, una motosierra, cócteles molotov, trampas de pinchos, ¡hasta un lanzacohetes! El arsenal es un exceso, pero eso es lo que pretende este contenido, hacer sentir poderoso al jugador, convertirlo en un asesino bestial que arrolle con todo a su paso, y finalmente lo consigue. El combate está sorprendentemente bien diseñado, para ser en primera persona, todo el tema de físicas, animaciones, etc... hay poca queja en ese sentido, y las ejecuciones son divertidas, ya que no solo las armas sirven para ello, sino también trampas de pinchos y otros elementos del entorno, que es posible usar a nuestro favor ya que podemos agarrar a los enemigos por el cuello y arrojarlos bien lejos.
El desarrollo no va mucho más allá de eso, no hay puzzles, y apenas investigación, salvo por el escáner de memoria útil para encontrar puertas ocultas, archivos coleccionables o monedas. La presencia de estas se justifica por un sorprendente sistema de progresión para mejorar la salud, la velocidad de movimiento, el daño de las armas, etc... Digo sorprendente porque si ya eres poderoso como protagonista, solo falta que comiences a aumentar estos parámetros para ser tú, el jugador, el verdadero jefe final del juego para todos los demás enemigos. Un sistema curioso, que no se espera en un título así, pero claramente desaprovechado por la escasa duración del recorrido y por lo fácil que resulta farmear, ya que la presencia de las Cámaras de Ejecución, algo así como estancias donde dar cuenta de enemigos en plan modo desafío, van a dar unas cuantas monedas fáciles.
Afortunadamente, y a pesar de lo poco que dura, 'The Executioner' cuenta con un puñado de contenido adicional una vez hemos dado cuenta de él, como más Cámaras, armas disponibles (un machete de metro y pico, uooooo), desafíos, etc... Si disfrutamos la primera vuelta, algo que no es descartable en absoluto, tal vez querramos echarle un ratillo más, así que por los 4'5 euros que cuesta, es un DLC que sin poder decirse que sea generoso en contenido, al final tampoco se queda corto.
Ahora sí, 'The Evil Within' concluye
'The Executioner', al igual que los dos primeros DLC, cumple con su cometido: ofrecer una experiencia totalmente distinta a la del juego original, siempre en el mismo contexto. Si 'The Evil Within' presentaba una amalgama de géneros y la historia de Juli Kidman en los dos primeros DLC optaba más por el sigilo, esto es acción pura y dura, apostando claramente por la brutalidad, y a pesar de sus defectos, que los tiene, logra divertir. Dura poco, bastante poco, pero su precio es lo suficientemente ajustado como para no considerarse escandaloso, y se hace aún más corto, porque al fin y al cabo, eso de machacar cabezas resulta divertido.
Dudo mucho que nadie se esté planteando comprar este DLC sin tener el pase de temporada, sin haber probado los dos anteriores (que podrían calificarse como muy buenos), así que evidentemente vale la pena echarle un tiento. Reconozco también que al ver el tráiler de presentación de 'The Executioner' me pareció que tenía un aspecto "sospechoso" (no voy a decir malo, porque también me lo parecieron los dos primeros y...), pero finalmente, durante hora y media me ha entretenido sin complicarme mucho la vida. Al final, y después de todo, 'The Evil Within' me ha dejado un sabor de boca mejor del inicial gracias a su contenido descargable.
Lo mejor:
- Cambio radical en la propuesta de The Evil Within. - Ser un animal con un mazo es divertido. - Algunos enfrentamientos con jefes. - Precio muy ajustado...
Lo peor:
- ... conforme a su escasísima duración. - La dificultad brilla por su ausencia. - El sistema de progresión es atractivo, pero no da tiempo a explotarse. - Prácticamente irrelevante a nivel argumental.