Uno de los sueños recurrentes de los jugadores de 'The Elder Scrolls' siempre ha sido la ilusión de poder ver llevada la experiencia de esta saga en el plano del multijugador. Seguro que si sois fans de la franquicia, esto se os ha pasado por la cabeza en más de una ocasión. Un mundo vivo como es el que recrea 'The Elder Scorlls' en cada juego, con misiones variadas y NPCs cada uno con sus intereses y problemas... Todo parecía dispuesto en esta franquicia para que pegar el salto al plano MMO fuese coser y cantar. Finalmente Bethesda ha apostado por 'The Elder Scrolls Online', 'TESO' para los amigos, pero lamentablemente, ya adelanto que hay algo que falla en el fondo de este conjunto.
No podemos hablar de un juego fallido, pero hay ciertos elementos en 'The Elder Scrolls Online' que nos hacen mirar con añoranza a 'Skyrim', y pensar aquello de "más vale lo conocido...".
Seguramente el gran inconveniente de base que encuentro en 'The Elder Scrolls Online' es que es un título que llega a pie cambiado. En medio del boom de los juegos de supervivencia y estallido del free to play, 'The Elder Scrolls Online' llega sordo de todas las tendencias de los MMO, para ofrecer un juego que hace ascos al free-to-play y plantea un modelo de suscripción al estilo 'World of Warcraft'. Ofrece un RPG masivo totalmente clásico, con lo bueno y lo malo que ello implica. La fórmula de 'TESO' es la que se lleva perfeccionando más de 10 años, ahora lleva al universo de 'The Elder Scrolls' y volcada al PVP como máximo atractivo.
Seduciendo al jugador de 'Skyrim'
Este juego necesariamente tiene que seducir al jugador de 'The Elder Scrolls'. Desde el primer minuto la música épica nos trata de hacer sentir inmersos en la saga. Arrancamos, como en tantas otras ocasiones, viendo el mundo en primera persona sumergidos en una celda mugrienta. Somos los elegidos para liberar al planeta de una gran amenaza. Antes de eso tendremos que elegir nuestra alianza y raza, y con un editor de personajes muy completo dar a nuestro protagonista el aspecto que queramos.. Una vez salimos de la celda comenzamos a ver gente correteando por todas partes, y aquí se enciende la mecha de una extraña sensación que evidencia un fallo de base. El guión de 'The Elder Scrolls Online' parece construido para una experiencia monojugador, pero evidentemente hay cientos de personas replicando los mismos acontecimientos que nosotros vivimos. ¿Qué sentido tiene que miles de personas seamos a la vez "los elegidos"? En 2014, muy poco.
Con esta inconsistencia de partida comienza la experiencia PVE de 'The Elder Scorlls Online', que por otro lado es agradable en la medida en la que es reconocible. Prácticamente se podría decir que a 'The Elder Scrolls Online' se juga al PVE igual que a otros títulos de la saga. Muchos de los jugadores que se acerquen a este juego lo harán, no porque sea un nuevo MMO, sino porque es una nuevo 'The Elder Scrolls'. En Bethesda son muy conscientes de esta circunstancia, y aunque existe la posibilidad de hacer grupo y hay eventos, la aventura se puede afrontar casi con las mismas actitudes jugables que si estuviésemos enfrascados en una experiencia en solitario.
El estilo 'The Elder Scrolls'
Como entrega 'The Elder Scrolls', vemos en su jugabilidad heredados algunos de los errores clásicos y garrafales que hace años que arrastra la saga. Parece imposible, pero entrega tras entrega Bethesda no es capaz de lograr un combate cuerpo a cuerpo en el que no tengamos la sensación de estar agitando un mandoble en el aire al golpear a un enemigo. Más allá de esto, nos encontramos una interfaz de cinco accesos rápidos para hechizos, y una rueda para configurar atajos al inventario. El interfaz está dispuesto para que sea muy adaptable a los controles de consola, y es verdaderamente ágil al uso. Aparte del propio combate, el resto de elementos jugables -craftear, eventos, reparación de quipo, gremios...- sin salirse de los elementos habituales del género, crean una experiencia rica en posibilidades. Todo el conjunto jugable parte de las bases de títulos anteriores adaptadas al masivo, y en cualquier caso pone sobre la mesa elementos muy reconocibles.
Ahora bien, a la vista de esto surge una gran pregunta en torno a 'The Elder Scrolls Online': dejando los elementos MMO, ¿sería completo como sucesor de 'Skyrim'? La respuesta es no. Rotundo. El fan de 'The Elder Scrolls' va a rebosar emoción en sus primeros pasos porque todo "huele" a 'The Elder Scrolls'. Pero a medida que se vaya sumergiendo en la trama, en el mundo de 'The Elder Scrolls Online' va a encontrarse con que la profundidad en este universo poco o nada tiene que ver con juegos ateriores. Menos interactivo, con una sensación menor de libertad... Resulta una verdadera paradoja que un mundo como este, poblado de personas, tenga menos vida que los juegos single player que conocemos.
Un mundo no tan vivo
Todo en el universo de 'TESO' es demasiado acartonado, y seguramente de fondo a esta circunstancia hemos de volver al principio del análisis, y uno de los orígenes de estos males esté el hecho de nos recuerdan constantemente que todo lo que estamos viviendo es falso. El hecho de que el juego esté constantemente poniéndonos ante nuestras narices que todo individuo que está a nuestro alrededor está viviendo exactamente lo mismo que nosotros, echa por tierra la épica que alzar desde el primer momento. A partir del punto en el cual te dicen que eres "El elegido", sabes que es mentira. En la medida en la que todos los acontecimientos giran en torno a esta premisa, el mundo se desmorona a ritmos acelerados. No es que esto sea un problema original de 'TESO', sucede en el género de manera constante, pero el resto de juegos no se llaman 'The Elder Scrolls'.
Han sido demasiado conservadores a la hora de respetar los clichés de la saga para adaptarla al ámbito MMO, ha sido una traslación demasiado directa de lo que nos podríamos encontrar en cualquier entrega, y a nivel narrativo no funciona.
A nivel de MMO es un juego conservador, pero tiene mejor cara. Más allá de que el aspecto sistema de combate podría ser mejorable, la cantidad de contenido y posibilidades en el PVE es seductora, además tiene amplitud para crecer con el paso del tiempo y el influjo de contenido. La propuesta contra el entorno termina de complementarse con un PVP bastante espectacular.
En el PVP es, como decíamos, es donde busca marcar la diferencia. Encontramos varias alianzas enfrentadas, al principio del juego nos hemos de afiliar a una de ellas, y una vez enfrascados en el PVP nos vamos a la región de Cyrodiil a partirlos la cara en las batallas. Además de un lucha de tú a tú con otros soldados, también se incluyen construcciones. Realmente es un punto muy ambicioso y divertido.
Altos valores de producción
Para el final dejamos la reseña técnica de rigor. Hemos podido jugar a la versión de PC con las specs en alto, y a nivel gráfico cumple. Sabemos que el género no se presta a la excelencia técnica, pero gráficamente es solvente a nivel de detalle, y también en rendimiento y escalabilidad. En su apartado artístico sigue los pasos marcados por 'The Elder Scrolls', así que no hay queja.
Donde nos hemos de quitar de nuevo el sombrero con esta saga es en el componente sonoro. Quizá no encontremos una canción que pase a la posteridad como el Dragonborn de 'Skyrim', pero sin duda la épica de la música vuelve a estar presente. El doblaje, solo en inglés ?igual que el texto-, también va en la línea del presente en juegos anteriores, por lo que cumple con creces. En general, 'The Elder Scrolls Online' tiene acabado de producción de alto presupuesto, muy por encima de lo que podemos encontrar en el MMORPG free-to-play de turno.
En conclusión
En conclusión, 'The Elder Scrolls Online' creo que funciona mejor como MMORPG clásico que como juego de la saga 'The Elder Scrolls'. Toma todos los elementos habidos y por haber que hacen reconocible a la saga de rol de Bethesda y los trata de llevar al género masivo, pero en este camino se pierde parte del carisma, la vida, y el empaque que nos encontramos en juegos como 'Skyrim' u 'Oblivion'. Si lo miramos desde la óptica del amante de los juegos single player de la saga, nos encontraremos una decepción.
Curiosamente, si nos ponemos las lentes de jugador de MMORPG, justo el que sea un 'The Elder Scrolls' es su máximo atractivo. Si bien es una propuesta muy conservadora dentro del género, en parte fallida a nivel jugable, pero en general solvente, todo está revestido con la riqueza de la mitología 'The Elder Scrolls', lo que unido a un acabado de producción de alto presupuesto, lo convierte en un juego a tener en cuenta.