Éste es el año de Square Enix. Quizás no hay ningún juego que haya destacado por encima de otros o ningún candidato al GOTY, pero si hablamos de cantidad, la compañía nipona está haciendo un esfuerzo importante. Vienen de lanzar 'Stranger of Paradise', 'Triangle Strategy', 'Valkyrie Elysium'... y todavía queda por llegar 'Star Ocean: The Divine Force', 'Tactics Ogre: Reborn', 'Romancing SaGa -Minstrel Song- Remastered' y 'Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion'. Un 2022 bastante ocupado para Square Enix, centrándose más en títulos medianos, con presupuestos ni muy grandes ni muy pequeños. Éste es el caso de 'The DioField Chronicles', una nueva IP que apuesta por el género táctico, un poco abandonado estos últimos años.
'The DioField Chronicles' nos sitúa en un mundo de fantasía, uno de esos que tanto está de moda ahora con la emisión de 'La casa del dragón' dentro del universo de 'Juego de Tronos' (curiosamente, los dos compositores del juego, Ramin Djawadi y Brandon Campbell, han trabajado en la serie de HBO). Las comparaciones son inevitables, aunque aquí vamos a encontrar muchísima menos complejidad y menos tramas paralelas, pero las suficientes para mantenernos interesados por el desarrollo de la guerra. La cuestión es que en el continente se está librando una batalla entre dos facciones enemigas. Mientras tanto, la isla de DioField ve la contienda a la lejanía... hasta que da comienzo el juego.
El grupo protagonista son tres mercenarios que buscan trabajar para un noble de la isla por sus propias razones (en realidad, el juego nunca esconde el as que tiene en la manga, aunque sí que habrá otras sorpresas). A partir de ahí, más personajes irán uniéndose a nuestra cruzada. Algunos de ellos están más trabajados y otros se quedan como meramente secundarios, aunque sí es verdad que el juego intenta dar cierto protagonismo a través de misiones secundarias (algunas centradas en personajes, otras en problemas varios del reino). Se nota mucho quiénes son los protagonistas, porque son los que dan más juego y los que hacen que avancen la trama, aunque algunos desarrollos están hechos con brocha gorda. Aun así, se agradece que haya un progreso. En cuanto a la historia de fondo, la guerra se siente viva y mantiene el interés constante: hay victorias, derrotas, contraataques, traiciones, sorpresas... El juego es capaz de mantenernos enganchados en sus más de veinte horas de duración -si contamos también las misiones secundarias-.
En cuanto a la jugabilidad, 'DioField Chronicles' es un RPG táctico en tiempo real (nada de cuadrículas como los 'Final Fantasy Tactics'). Cada vez que realizamos una acción el tiempo se para, algo lógico porque el mando no da esa rapidez e inmediatez que tiene el ratón del ordenador. Esto termina pasándole factura en el sentido en el que el título nunca puede alcanzar una mayor complejidad al estar lastrado por sus controles. En cada batalla participan hasta cuatro personajes y se pueden hacer varios cambios en el caso de que necesitemos otro tipo de unidad. Trazar el camino que va a seguir cada personaje sólo es útil para pillarlo por la espalda y hacerle más daño, o que uno haga de tanque y el otro se centre en hacerle daño de "emboscada". La estrategia se centra más en las habilidades y la gestión de los puntos de habilidad que en el movimiento.
'DioField Chronicles' ofrece una buena variedad de personajes y habilidades, repartidos entre espadachines, arqueros, caballería (incluso montando dragones) y magos. Probablemente su mayor problema es que no se siente equilibrado y hay ciertas unidades que son claramente más poderosas que otras. Aquí no funciona el clásico triángulo de debilidades. El protagonista es claramente el más poderoso de todos y deja en mal lugar al resto, perdiendo así el componente estratégico del RPG.
Al haber tantos personajes y sólo poder utilizar a cuatro a la vez, el juego nos da la posibilidad de aprovechar otros poniéndolos como apoyo. Esto significa que la unidad principal podrá hacer uso de las habilidades de la de apoyo y ésta ganará un poco de experiencia por participar. Las habilidades vienen de las armas que tengamos equipadas, por lo tanto hay que invertir en más de cuatro personajes si queremos tenerlos lo más completos posibles. El equipo (tanto armas como accesorios) no sólo se compra en la tienda, sino que también se fabrica con ciertos recursos especiales. También se pueden mejorar las invocaciones y las habilidades. Todo esto se hace en la base de operaciones, por la que nos podemos mover libremente, hablar con los compañeros y más. En realidad, si lo de caminar no te convence, también se puede hacer mediante menús justo antes de que dé comienzo el combate.
El apartado visual es de los aspectos más interesantes de 'DioField Chronicles'. Para empezar, los escenarios están creados como si fueran dioramas (recuerda mucho al estilo de 'Fantasian', aquel juego de Hironobu Sakaguchi que utilizaba miniaturas reales para dar vida a los campos de batalla) y la vista es preciosa cada vez que alejamos la cámara. Lo segundo que más destaca son las diferentes habilidades de los personajes, muy vistosas dentro de las limitaciones del título y del tipo de cámara, con especial mención a las invocaciones. Aunque los modelados no son de una calidad muy alta, el resultado es muy vistoso gracias a su estilo artístico. Cada misión principal viene acompañada de una cinemática en la mesa de operaciones y se ve muy bien teniendo en cuenta que es un juego de presupuesto mediano.
Conclusiones
'The DioField Chronicle' nos da una de cal y otra de arena. En primer lugar, es una propuesta interesante simplemente por el género al que pertenece, ya que encontramos pocos títulos actualmente del estilo y se agradece el riesgo por parte de Square Enix. Sin embargo, su parte jugable no termina por estar todo lo depurada que nos gustaría, con un claro desequilibrio entre los personajes. Aun así, esto no quita que el juego pueda disfrutarse, especialmente por una historia bélica que engancha gracias a que continuamente están pasando cosas.