El género del terror es uno especialmente particular en el medio. Un género cambiante, que se ha visto obligado —posiblemente más que muchos otros géneros del mismo espacio— a cambiar su perspectiva y mecánicas para adaptarse a las necesidades de los jugadores y jugadoras. Uno notablemente relacionado con las influencias externas y siempre muy ligado a los avances del cine y al que la gente de Supermassive Games llevan años dando su propio lavado de cara, adaptándolo a un estilo particular.
No es la primera vez que nos enfrentamos a sus líneas. El estudio ha demostrado una capacidad camaleónica para adaptarse y enfrentar las complicaciones del género desde diferentes perspectivas. Por supuesto, destaca el exponente de 'Until Dawn', uno de los títulos exclusivos más reconocidos de la anterior consola bandera de Sony pero incluso con su incursión en los party games nos consiguieron sorprender con ese 'Intenciones Ocultas' que, si bien no se centraba exclusivamente en el terror, conseguía hacer manos con el suspense para darnos una experiencia grupal más que notable. Ahora el estudio sigue adelante con 'The Dark Pictures Anthology' y nos presenta una segunda entrega, titulada como 'Little Hope' que promete no dejarnos indiferentes.
La antología sigue su curso
Como posiblemente ya sabréis si habéis pasado por su anterior experiencia interactiva, 'Man of Medan', 'The Dark Pictures Anthology' se presenta como una colección de relatos terroríficos que llegan de forma separada pero también en raciones mejor medidas, ofreciendo pequeñas entregas que se alargan tan solo unas pocas horas pero que siempre dejan con las ganas de un nuevo reto. Todas ellas, además, tienen el sello del estudio y no se encuentran relacionadas entre sí, marcando de esta forma una nueva cara del género y consiguiendo guardar las sorpresas entre uno y otro título.
Nos encontramos, por lo tanto, ante una entrega que ofrece diferencias notables con su anterior exposición pero que, en su tónica general mantiene las mismas mecánicas que ya vimos en 'Man of Medan' y que se espera que se alarguen a lo largo de los ocho títulos propuestos originalmente por Supermassive Games en lo que se supone esta 'The Dark Pictures Anthology'. Un trabajo que tiene, como decimos, parte de conocido y parte de sorpresa por lo que, en esencia, se guía mucho de lo que supuso su entrega anterior para conquistarnos.
Nos adentramos en la Inglaterra más supersticiosa
Siguiendo el clásico esquema de terror que encontramos tan relacionado con 'Silent Hill' y al que la propia saga reina del terror volverá con 'Village', en esta nueva iteración nos adentraremos en una zona rural de Inglaterra. El pueblo de Little Hope, con una connotación bastante notable en su propio nombre. Así, y tirando de mecánicas conocidas, volveremos a contar con un grupo protagonista. Esta vez cambiaremos el yate por un autobús y el accidente que sirve como detonante de la historia nos llevará a quedarnos pérdidos en una carretera cubierta por la niebla hasta que un extraño suceso nos llevará tres siglos atrás, a la época de la quema de brujas. ¿Adivináis a quien se parecen, extremadamente, las personas que están a punto de ser juzgadas por brujería? ¡Eso es!
Little Hope presenta un cambio sutil en las referencias narrativas que, sin embargo y sin apenas alterar sus ideas, funcionan con precisión y consiguen meternos en el papel mucho antes de lo que tardaba en lograrlo su predecesor. Los misterios se encuentran mejor conjugados y la estética y forma de su mundo forman un todo único y notable con la columna vertebral de su apartado narrativo para dar forma a un conjunto mucho más logrado e inmersivo. Algo que se hace notar también en sus protagonistas —marcando la evolución de sus desarrolladores y denotando el trabajo en sus diferentes entregas—, con una mayor personalidad y, por lo tanto, mayor juego para con la historia que presentan.
Y ya que hablamos de personajes, no podemos evitar destacar la presencia de Will Poulter ('El corredor del laberinto'), que aparece en cuerpo y voz como Andrew, uno de los cuatro estudiantes que se enfrentarán a este terrible destino junto a su profesor mientras intentan desentrañar los misterios que habitan en el Little Hope del pasado. ¿Quiere decir eso que Andrew tiene un mayor peso en la historia? En absoluto, todos sus personajes resultan igual de relevantes —y frágiles— en la trama.
Sobrevivir no siempre es fácil
Y es que la importancia de los personajes en 'Little Hope' sigue siendo totalmente esencial, destacando una vez más el ya reconocido estilo cinematográfico del estudio las relaciones entre todos ellos se han visto potenciadas en este nuevo título, tomando otras formas de presentar el horror y haciendo hincapié en la toma de decisiones —de nuevo, el epicentro jugable— y en el cómo estas afectan a absolutamente todo el desarrollo del juego. Y es que nuestras acciones determinarán los próximos sucesos, pudiendo alterar cada uno de los conceptos de la obra de forma radical.
Todas nuestras respuestas se encontrarán vinculadas a un matiz de la personalidad del personaje y podremos decidir si la respuesta se encuentra en el lado más emocional o lógico, siendo capaz de alterar las relaciones interpersonales y derivar su historia. Por supuesto, no solo hablamos de decisiones de diálogo. La exploración sigue existiendo y otras veces tendremos la oportunidad incluso de ceder un arma a un compañero sin saber que resultados tendrá.
Vuelven, por supuesto, los quicktime events, ahora acompañados de una pequeña vibración como aviso, además de nuevas formas en las que se presentan y que se encuentran acompañados de los ya conocidos cardiogramas, que nos harán seguir el ritmo del juego. Inspirados en 'Intenciones Ocultas', tenemos una tercera vertiente que nos obligará a arrastrar el joystick y presionar un gatillo a tiempo. Una combinación de elementos que juega mano a mano con el imaginario del juego para presionarnos, todavía más, en sus peores momentos y que, por desgracia, vuelve a verse afectado por algunos tirones del juego. Un error que resulta menos notable que en 'Man of Medan' pero que puede darnos algún que otro susto.
Nunca juegues solo
El concepto principal de la antología sigue presente en un título que nos propone pasar el mando para que no seamos los únicos en enfrentarnos a los temores de Little Hope. Seguramente la mejor decisión del título y donde se encuentra gran parte de la experiencia del título, cuestionando las decisiones de nuestros compañeros y compañeras y obligándonos a darlo todo —¡que se note esa confianza!— en pos de sobrevivir.
Así, en líneas generales, Supermassive Games nos ofrece una nueva y breve experiencia (entre las 4 y las 5 horas, más o menos) marcada por sus mecánicas y su ambiente cinematográfico en un nuevo entorno y con una relación entre personajes, mecánicas y desarrollo mucho más cuidada que en la entrega anterior y que, aunque se ve marcada por algunas asperezas, nos ha dejado muy buen sabor de boca.
'The Dark Pictures Anthology: Little Hope' nos demuestra que hay otras formas de hacer terror y su renovado apartado narrativo y mecánico nos han hecho sufrir más de lo que ya lo hicimos con su anterior entrega. Una evolución notable que viene de la mano de esa querida posibilidad de rejugabilidad por la que destaca el título, capaz de ofrecernos una gran variedad de finales diferentes según nuestras decisiones. Un indispensable en los juegos de miedo de la generación.