El 16 de Diciembre 2014 | 08:59
'The Crew' es sobre todo contenido, cosas y cosas que hacer. Sin duda, no es el juego de velocidad más refinado que podemos encontrar a día de hoy en las tiendas, pero sí el más vasto en mapa y competiciones a realizar. 'Driveclub', por empezar comparando, seguramente tenga una fórmula sobre la pista más personal, más rotunda, pero el volumen de contenido y longevidad al pie de 'The Crew' palidece. La propuesta de Ubisoft encuentra unas pautas mucho más afines, por ejemplo, con 'Forza Horizon 2'. Ambos proponen un mundo abierto, y ambos organizan las sesiones online de manera similar, sin embargo, 'Forza Horizon 2' es un juego con muchísimas capas dentro de lo que es el sistema de conducción, mientras 'The Crew' ofrece una fórmula muy arcade.
¿Por qué demonios comienzo el análisis de 'The Crew' hablando de 'Driveclub' y 'Forza Horizon 2'? Pues muy sencillo, los juegos de velocidad están de moda. En los últimos tres meses han llegado a nuestras manos estos tres juegos de coches, que aparentemente guardan unas líneas muy similares entre ellos, y hasta que no se conocen de primera mano es difícil discernir qué particularidades tiene cada uno. La apuesta de 'The Crew' es clara: un mundo enorme a explorar; progresión de habilidades y vehículos al estilo de los RPG, y un componente online que trata de acercar la experiencia al MMO tipo 'Need For Speed World'. En la pista se olvida de tecnicismos, y dispone vehículos de gran cilindrada a altísimas velocidades.
Arcade
Con 'The Crew' los juicios precipitados suelen llevar a error. Hay títulos que en diez minutos ya te puedes hacer un indicio de idea que seguramente se acabe confirmando diez horas más tarde. Sin embargo, el primer contacto con 'The Crew' es raro. Las primeras carreras dan una sensación demasiado arcade, de una fórmula desfasada. Casi recuerda a cómo se conducen los coches en el sandbox de turno. Sin embargo, con las horas la experiencia se va transformando por la propia progresión del vehículo. Tras este primer punto crítico, una vez te has habituado a un estilo de conducción rápido y vertiginoso, y cuando has ido mejorando tu coche para hacer una máquina más estable, la experiencia al volante se hace más madura. 'The Crew' va a ser un arcade de velocidad todos y cada uno de los días que juegues, pero cuanto más progreses más divertido será. Sobre la pista es una propuesta que ya teníamos muy olvidada, que recuerda a los 'Need For Speed' de antaño o trata de acercarse a 'Burnout'. Retomar un estilo así es muy chocante, inesperado, pero también divertido. Es como la borrachera que te terminas agarrando un viernes por la tarde-noche en la que solo pensabas salir solo a tomar un café.
Los coches, como todo en 'The Crew', son los que querría tener en su garaje un fanático de 'A todo gas'. Coches americanos ruidosos potentes, junto a camionetas para hacer off-road, y obras japonesas de velocidad punta y sonido afilado. Una colección bien elegida con modelos reales de marcas como Chevrolet o Ford, pero seguramente bastante escasa. En 'The Crew' una de las bases es la progresión, por lo que subiremos nuestro nivel de piloto, lo que nos permitirá desbloquear mejoras, y también ir posibilitando mejorar nuestros coches. Los vehículos se agrupan en categorías de potencia ascendente, pero es un buen punto el tener la posibilidad adaptar el mismo vehículo para unas u otras categorías. Es un juego persistente, por lo que la idea de fondo es tener la posibilidad de modificar tu coche favorito para pasar toda tu vida en las calles de 'The Crew' progresando con él.
La progresión es la clave
Además de aumentar de categoría, los coches pueden ser modificados a nivel estético y mecánico. En lo mecánico nuevamente nos topamos con un acercamiento muy accesible. No tendremos que preocuparnos de la presión que calzamos en neumáticos, ni el balance de pesos... Pensad en vuestro coche como en el personaje de un juego de rol al que se le pueden cambiar las armaduras: cambiar el tubo de escape nos mejorará X atributos, cambiar el sistema de suspensión cambiará estos otros... La colección de piezas y mejoras que iremos desbloqueando es ingente, y lo mejor del juego, ya os lo adelante, es la posibilidad de adaptar y readaptar el vehículo y ver que siempre se puede ir mejorando y haciéndolo más competitivo (además de más bonito).
Al hablar de los gráficos nos topamos con una de las pegas de 'The Crew', y es que gráficamente no es ni mucho menos espectacular. Ni el modelado de los coches, ni sus interiores, ni las pistas y exteriores son algo que a nivel gráfico resulte sorprendente. Aunque se mueve con una tasa de framerate estable, no nos libraremos de manera más habitual de lo que nos gustaría de algunas rascadas de cuadros. El nivel de detalle lo compensa con lo vasto del territorio, y aquí llegamos a uno de los puntos clave de 'The Crew': cruzar Estados Unidos de costa a costa.
Los Estados Unidos
El mapa es enorme. Cruzar el mapa de un lado a otro puede llevar unos 45 minutos yendo a velocidades de infarto, y la manera de escalar y plasmar las diferencias entre territorios es muy inteligente. A lo largo y ancho del suelo norteamericano encontraremos unas ciudades más o menos grandes donde se desarrolla el grueso de la aventura. Comenzamos en Detroit, viajamos a Nueva York, Chicago, Las Vegas, Los Ángeles... están representadas las principales ciudades de norteamérica. Por el medio nos encontramos con pequeños pueblos más desconocidos, y entre unos emplazamientos y otros con la orografía típica de esa zona de los Estados Unidos: desierto, montañas, zonas de pinos... Si cruzas los Estados Unidos pasaras por autopistas, carreteras secundarias, e iras viendo como cambian los ciclos día - noche (no lo meteorológico) y como se transforman los paisajes a nuestro alrededor. La sensación está lograda y la extensión es muy vasta.
Desconozco hasta qué punto las ciudades están representadas con una escala propia, pero sí sé que son reconocibles. Si viajas a Las Vegas encontrarás luces de neón por doquier; si estás en Detroit tendrás sensación de estar en una ciudad muy industrial. En este sentido funciona. "Cruzar de costa a costa" es un lema muy abierto a interpretaciones, pero a mi no me ha decepcionado en este sentido.
Conectados
Llegados a este punto hay que hablar del multijugador, las crews, y cómo el juego se organiza. 'The Crew' tiene historia. Una trama de venganza que podría protagonizar Vin Diesel. Partiendo de este punto nos metemos en un universo de pandilleros y clubs de carreras callejeras, por lo que lo ideal es juntarnos a otros jugadores para montar un equipo, una crew, y cooperar para superar retos y misiones. El multijugador y el single player está completamente fusionados. Por las ciudades veremos siempre jugadores a nuestro alrededor, y todas las carreras se pueden disputar en cooperativo o en single player. El cooperativo rápido, rápidamente encontrará a unos cuantos jugadores que corran con nosotros y la máquina. Sin embargo, y a pesar de que el juego mira de tú a tú al online, no hay nada, más allá del interés de compartir competición con un amigo, que en 'The Crew' te motive a jugar online por encima de cualquier otro juego de coches. Es más, la experiencia online es tan pareja a la offline, que por evitar los pocos segundos de espera hasta que localiza otros jugadores, es habitual tirar por la vía rápida y jugar contra la IA.
Más allá de esto, en mi experiencia no he experimentado problemas graves con la faceta online, como desconexiones, pero sí es cierto que en las partidas multiplayer son habituales los tirones de lag.
En conclusión. 'The Crew' es un juego de conducción arcade plagado de contenido, que dará muchísimas horas de diversión. Tiene campo de mejora en el acabado técnico y la riqueza de los escenarios, pero ofrece una propuesta cercana al MMO muy volcada en la progresión de nuestros coches y descubrir nuevos territorios. Lo que 'The Crew' ha conseguido es firmar una propuesta diferente a las que tenemos en otros juegos de velocidad recientes.
Lo mejor:
- Una inmensa cantidad de contenido.
- La elección de coches, podría ser más amplia, pero es muy acertada.
- La representación de los Estados Unidos es apabullante.
Lo peor:
- En lo técnico podría ser más sorprendente, tanto en modelado de los coches como en riqueza de los escenarios.
- Se echa en falta una mayor cantidad de vehículos.