Siempre recordaré el impacto que tuvo en mí 'LIMBO', cuando lo jugué por primera vez en 2010. Más allá del fantástico 'Braid', se puede decir que había jugado más bien pocos títulos independientes. Hoy en día ese concepto se ha ampliado y la gran cantidad de proyectos que llegan al mercado es enorme. Pero por aquel entonces eran novedosos, rompedores y empezaban a asomar la cabeza también en consolas domésticas. Y aquel título de Playdead me dejó completamente alucinado. De entrada, no esperaba que me soltarán ahí, en su inquietante mundo, sin contarme absolutamente nada. Y mucho menos que lo hicieran con un apartado gráfico tan particular.
La narrativa es tuya
Desde luego, no había muchos juegos de ese estilo antes de la llegada de 'LIMBO'. Y tampoco había muchos juegos que transmitieran tanto a través de lo visual y lo sonoro. Todo era muy sutil, pero al mismo tiempo te estaban diciendo muchas cosas. En muchas ocasiones, hablamos de narrativa visual para definir estos juegos. Sin embargo, también podríamos decir que es narrativa subjetiva. Al igual que con la propia pintura, más allá de las intenciones del autor, todos podemos ver reflejado en la obra algo distinto. Y 'LIMBO' te hacía sentir algo mágico. Podías ver ahí tus miedos, tus inquietudes y, por supuesto, querías encajar las piezas del puzle a toda costa.
De todas formas, aquella experiencia audiovisual impactante no era lo único que te empujaba a encajar esas piezas. La propia jugabilidad se encargaba de hacerte disfrutar cada paso. De alguna forma, títulos como 'LIMBO' se encargaron de trasladar esa idea de mezclar géneros que ya empezábamos a ver en los proyectos AAA, pero en un desarrollo mucho más tradicional. Tal es así, que resulta complicado decir si el título de Playdead es una aventura, un plataformas, un plataformas con puzles o, directamente, un juego de puzles con toques de aventura y plataformas. Al final no importa definirlo con más o menos exactitud: todo eso está ahí y comparte protagonismo con un equilibrio exquisito.
Un camino a seguir, con identidad propia
El título que hoy nos ocupa, tanto en su versión remasterizada como con el original de 2013, no solo cumple esos dos estandartes que tanto definieron a 'LIMBO', sino que además ofrece características únicas que demuestran que algunos juegos permiten que la industria avance y expanden la creatividad de otros. De hecho, 'Teslagrad' es el ejemplo perfecto de cómo inspirarse sin plagiar nada en absoluto. Es un título con un gran derroche de originalidad y un "late motiv" evidente en torno al que gira toda la jugabilidad: el magnetismo. Es lo que hace realmente único a este título de Rain Games.
De ese modo, tenemos delante un juego que mezcla de forma exquisita varios géneros, que tiene un ritmo trepidante, que nos lo cuenta todo a través de su mundo, cuya curva de dificultad está muy bien medida y, en esencia, un juego que retará tanto tu pericia al mando como tu inteligencia. Cada pantalla es un reto, cada salto no es solo un salto, sino que probablemente forma parte de un rompecabezas más grande. Esto es 'Teslagrad', que ahora vuelve rediseñado para plataformas modernas bajo el nombre de 'Teslagrad Remastered'.
El momento de saldar la deuda
El juego de Rain Games, publicado por Modus Games, se encuentra disponible para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC y Nintendo Switch desde el pasado 19 de abril de 2023. Y ojo, porque a pesar de que ya llegó con un precio reducido de menos de 10 euros, ahora mismo está rebajado en varias plataformas (PlayStation, Steam...) y podéis conseguirlo por menos de 5 euros. Es, sin duda alguna, el mejor momento para conocer este clásico indie si no lo jugasteis en su día. ¿Qué novedades encontraréis en el remaster? De entrada, esta versión incluye un nuevo y nítido brillo al apartado visual, que ya destacaba en 2013.
Eso era posible gracias a que todos los escenarios habían sido diseñados en 2D y dibujados a mano. Además, con una dirección artística sublime, dándole mucha importancia a la atmósfera, con un carisma muy chulo gracias a la inspiración steampunk con estilo europeo. Al final, tenemos un juego con unos colores vivos y oscuros al mismo tiempo, provocando un contraste en pantalla precioso y el cual se aprecia aún mejor en esta remasterización. Además, ahora el juego cuenta con iluminación atmosférica y animaciones más nítidas. Asimismo, cuenta con 10 niveles de desafío adicionales pensados para los amantes de los retos más complicados. Y, por si fuera poco, hay mejoras de calidad de vida muy interesantes.
Indies de nueva generación
En ese sentido, me han sorprendido gratamente algunas características de la versión de PS5, que es la que he analizado. No solamente se hace un uso muy preciso de la retroalimentación háptica, pues el juego tiene mucha relación con la electricidad y el magnetismo (que se nota con contundencia en el mando), sino que además hace uso de algunas características olvidadas de PS5 que molan mucho. Por ejemplo, puedes reanudar la partida desde el menú de la consola, sin pasar por los menús o las presentaciones. Incluso es posible ver qué porcentaje de la aventura (la parte lineal) has completado. Por último, aunque no por ello menos importante, se ha remasterizado todo el audio. Punto y aparte para la BSO, que mezcla orquesta clásica, con un toque de inspiración rusa y, sobre todo, sonidos metálicos y eléctricos que le dan más cohesión a la aventura.
Pero... ¿de qué va realmente 'Teslagrad'? Como os decíamos, si no lees la sinopsis y te vas directo al juego, nadie te contará nada. Simplemente te encontrarás en un mundo muy extraño, con pocos habitantes, en el que poco a poco irás comprendiendo dónde estás, qué haces, por qué escapas y un largo etcétera. En cualquier caso, os podemos decir que el juego transcurre en el reino de Elektropia, que está siendo asediado por un rey tirano que gobierna a su pueblo con puño de hierro. Cuando se inicia una persecución por toda la ciudad para dar caza a un joven, este escapa a la Torre Tesla. Antaño hogar de una secta de magos tecnológicos conocidos como magos magnéticos, pero que ahora es un polvoriento vestigio de antiguas tecnologías e historia olvidada.
Aprende y experimenta
Como habrás intuido, estaremos solos en esta aventura. Y no deberemos esperar ningún tipo de ayuda oficial, tal y como le decía el coronel Campbell a Snake. La única ayuda que tendremos es el equipo que encontremos en la Torre. Básicamente, herramientas de los magos magnéticos y nuestro ingenio; es todo lo que tendremos para sobrevivir y ascender a lo más alto de la torre. Todo eso con un desarrollo clásico, con scroll lateral y vertical y diferentes pantallas unidas a través de un mapa global con diferentes retos de habilidad y rompecabezas cada una de ellas. Por supuesto, aunque el juego está pensado para que puedas realizar un avance lineal, el mapa estará pensado para realizar algo de backtracking si queremos obtener todos los coleccionables. Aún así, y más allá de lo que comentan sus creadores, no lo consideraría un metroidvania como tal.
Pero lejos de verlo como un defecto, para mí es todo lo contrario: el jugador disfruta tanto de cada plataforma y de cada puzle, que no quiere perder el tiempo con otras cosas. Básicamente, cuando tienes que recorrer un escenario sin ningún incentivo que llegar al punto B, creo que 'Teslagrad' pierde la gracia. En esos casos, no te espera un reto nuevo. Como mucho volver a pasar por una zona cuyo mecanismo ya has averiguado la primera vez. Por eso, brilla especialmente cuando dejamos que nos sorprenda con una nueva sala tras otra. Sin prisa, pero sin pausa.
Siempre será tu culpa
Por eso, aunque realmente el juego tenga un mapa totalmente interconectado y nos dé mucha libertad para volver sobre nuestros pasos, lo cierto es que lo mejor del título es precisamente que cada parte del mapeado podría ser un pequeño nivel independiente. Y en ellos, moriremos bastante más de lo que podríamos pensar en un primer momento. Y no será única y exclusivamente por no calcular bien un salto, sino porque, en ocasiones, deberemos experimentar y ponernos en riesgo sin saber exactamente cómo reaccionará un mecanismo o si esa es la forma correcta de llegar a un saliente.
Lo bueno es que lejos de frustrarnos, siempre sentiremos que hemos ido un paso más allá. Y ayuda el hecho de que nuestras muertes no serán penalizadas. Deberemos considerarlas como si reiniciáramos el rompecabezas con un botón. Por supuesto, con los tiempos de carga actuales, todo será más fácil. Pero... ¿por qué esos niveles son tan buenos por sí solos? La respuesta se halla en el elemento diferenciador de su jugabilidad: la electromagnética. Lo primero que conseguiremos en el juego es una especie de guante de poder. Este nos permitirá golpear ciertos elementos del escenario para cambiar la polaridad.
¿Roja o azul? Aquí son las 2
Y de esa forma, según la polaridad que haya en una plataforma, según la polaridad que esté tocando a un enemigo. O incluso según la polaridad que emane de nuestro cuerpo, tanto nosotros como el entorno interactuará de una forma u otra. Por ejemplo, proyectando nuestro cuerpo por una corriente de aire, o pudiendo movernos por el techo, como si la gravedad estuviera del revés. Eso hará que, constantemente, haya retos intelectuales cuyo camino implica también ser ducho en las plataformas. El resultado es un ritmo a caballo entre lo pausado y lo frenético, nuevamente con un excelente equilibrio.
Y lo mejor de todo es que, a medida que vayamos sumando nuevos artilugios magnéticos a nuestra colección, los rompecabezas aumentarán su dificultad, obligándonos a combinarlos todos en un espacio de tiempo muy corto. Y es brillante la forma en que acabamos usando el guante, junto con las botas para teletransportarnos a una pequeña distancia o las capas electromagnéticas para controlar y transformar cada vez más el entorno a nuestro antojo. Por si fuera poco, siempre que obtengamos un nuevo poder, el propio nivel será el que nos enseñe como usarlo, sin necesidad de un solo tutorial en todo el juego. Simplemente brillante. No tardarás ni 5 segundos en entender cómo funciona.
Ecos del pasado
Volviendo por un momento al argumento, también es muy destacable la forma en que, en ciertos momentos, sí nos revelan escenas "cinematográficas" para contar la historia del lugar. Pero son tan enigmáticas, que necesitaréis unir las piezas para entenderlo. Además, la forma en que se presentan es tan poco convencional como original. ¿Listos para pequeñas obras de teatro?
También me ha gustado especialmente la forma de hacer uso del mapa y la importancia de los coleccionables a la hora de conseguir más piezas del puzle argumental que supone 'Teslagrad'. Como no son excesivos en el juego, implican retos intelectuales y de habilidad interesantes y ofrecen una recompensa a la altura, realmente están añadidos en su justa medida. Y no os penséis que no tendremos que hacer frente a múltiples trampas durante nuestro periplo. La electricidad, que tanta falta nos va a hacer, será también nuestro principal enemigo, pero la torre también está repleta de enemigos varios y otras trampas mortales.
Tu cerebro es tu mejor arma
Aunque en cierto punto del juego nos darán "algo más", en realidad otro detalle que 'Teslagrad' comparte con el mencionado 'LIMBO', es que se trata de un juego "pacífico". En otras palabras, nuestro personaje está indefenso ante muchos de los enemigos que aparecen. Y en muchas ocasiones, nuestro objetivo es esquivarlos o simplemente usarlos a nuestro favor para cambiar la polaridad. Punto y aparte son los jefes finales, a quienes sí tendremos que hacer frente, pero siempre de formas indirectas.
Lo mejor de esos combates, es que aún siendo pocos en total, todos ellos son muy originales. E incluso estando enfocados en la acción, la forma de resolverlos siempre tiene relación con el intelecto. De hecho, tienen patrones muy definidos, con varias fases y será importantísimo aprenderlos bien para salir airosos. Muchas veces, incluso, será necesario utilizar el escenario o sus propios ataques para dañarlos. Una lástima que no haya más enfrentamientos, porque son bastante memorables.
Conclusiones
En definitiva, si te gustan las plataformas, las aventuras con una ambientación inquietante y una gran atmósfera y, sobre todo, valoras el diseño de niveles y una sensación de progresión constante y satisfacción por sentir que no te toman por tonto ante los retos que te proponen, 'Teslagrad' está hecho para ti. En su día fue memorable. Y la gran prueba de eso, es que se mantiene igual de fresco a día de hoy. Ahora, además, con 'Teslagrad Remastered', tienes a disposición los elementos de calidad de vida que tanto facilitan las cosas.
Es cierto que sigue siendo un juego extremadamente corto, que no se explota del todo bien la faceta metroidvania, o que las novedades del remaster son escasas a nivel jugable. Pero por el precio al que llega, si nunca antes lo jugaste o quieres hacerlo de la mejor forma posible en tu consola actual, 'Teslagrad Remastered' es uno de esos juegos que pueden dejarte huella. Cada virtud que tiene pesa más que los defectos que le encuentras. Y a día de hoy se hacen pocos juegos así. Juegos con chispa. Juegos con magnetismo que te atraen y te enganchan desde el primer minuto. Muy recomendable.