Análisis de 'Terminator: Resistance' para PS4, una oportunidad perdida

Nos encontramos en el año 2029, un futuro de todo menos próspero para la humanidad. Treinta años atrás Skynet lanzó la mayor ofensiva que el hombre había visto jamás; millones de personas sufrieron el devastador ataque a nivel nuclear y murieron bajo los fuegos de las bombas. El mundo entero entró en colapso mientras la confusión se apoderaba de los diferentes gobiernos, que se vieron maniatados por el ataque de una IA de procedencia desconocida. Solo unos pocos estaban al tanto de la amenaza que suponía la supercomputadora Skynet creada por la sección de defensa de los estados unidos, pero nadie pudo hacer nada para repelerla. La humanidad estaba condenada a su extinción. Años después, un hombre, John Connor, resurgiría de entre las sombras para combatir a las máquinas y enseñar a la humanidad a enfrentar lo imposible.

Contexto

'Terminator: Resistance ha sido desarrollado por Teyon junto a la distribuidora Reef Entertainment, y nos ubica en pleno conflicto entre humanos y máquinas y nos emplaza al año 2029 en la ciudad de Los Ángeles. El título es una precuela directa de los films de James Cameron, 'Terminator' y 'Terminator 2: El día del juicio final' y nos propone encarnar el papel de Jacob Rivers, un soldado de la resistencia de la división del Pacífico que ha visto como todo su pelotón ha sido exterminado en un ataque sorpresa. Sin entrar en spoilers, la historia nos narra los sucesos que transcurren antes de que Skynet enviara a los diferentes Terminators al pasado (modelo T800 Cyberdyne 101 para acabar con Sarah Connor antes de que naciera su hijo y modelo T100 compuesto de aleación mimética para acabar con el propio Jonh cuando aún era un niño), donde observamos los acontecimientos que conducen a los sucesos de las películas.

Estamos ante un shooter en primera persona con diferentes características como pueden ser el crafteo, el sigilo, mejoras diversas en forma de habilidades, capacidades para las armas, todo ello apoyado sobre un mundo con secciones semi open world y un cúmulo de características como puede ser un sistema de elecciones o incluso la capacidad de pirateo o de cerrajero. Podríamos resumir sus mecánicas en un montón de ideas sobrepuestas sobre un tapiz de acción conducido por la narrativa de la historia. El problema del juego es que suma muchísimas características, pero no destaca en ninguna en absoluto, incluso diríamos que están de más.

Mecánicas jugables

Como ya hemos mencionado en el párrafo anterior, tenemos a nuestra disposición un cúmulo de mecánicas jugables que se extrapolen entre ellas y nos permiten alternar nuestra actividad en el juego entre los diversos tiroteos contra la legión de Skynet, compuesta de diferentes máquinas futuristas como pueden ser el mítico y archiconocido T800. Entre los enemigos podemos encontrar diferentes máquinas que se alternan entre torretas automáticas, los HK-Tanko o Hunter Killer, entre otros. El juego nos ofrece la oportunidad de desbloquear los frames para que asciendan más allá de los 30 pero no por ello consigue que la brusquedad del gunplay se sienta mejor; en ocasiones tenemos la sensación que el apuntado no es del todo satisfactorio como si sufriéramos un poco input lag, lo que traducido a los mandos puede significar frustración a la hora de afrontar los tiroteos. Por suerte la dificultad no es muy elevada ya que los enemigos no requieren que tengamos una puntería excesiva. Lo que nos conduce irremediablemente a uno de los puntos más escamosos del juego, la IA enemiga, la cual se podría calificar de simple y plana. Serán raras las ocasiones en que veamos que esta brilla ya que los combates están compuestos por un tiro al plato donde simplemente vemos a los enemigos avanzar en línea recta hacia nosotros, algo que nos saca de contexto. Podría excusarse un poco por el hecho de que estamos hablando de máquinas y terminators, pero aún así se siente una gran falta de inspiración en este apartado, que es irremediablemente en el que se sostiene la jugabilidad.

Nuestro personaje cuenta con habilidades pasivas que podemos ir mejorando a lo largo de la historia gracias a los puntos que nos otorga cada subida de nivel (hasta un máximo de nivel 28) y unos tomos que vamos encontrando por los diversos escenarios. Estos nos ofrecen la oportunidad de subir el daño que podemos causar, mejorar nuestro sigilo, aumentar la capacidad de pirateo o cerrajero o construir mejores objetos con el sistema de crafteo en un banco de faena. Podemos afrontar los combates como queramos, ya sea en sigilo o bien a camisa descubierta. Y aquí es donde empiezan los problemas que arrastra el juego desde que nos ponemos a los mandos: a los insípidos tiroteos le tenemos que sumar un sistema de sigilo muy básico que no aporta absolutamente nada y que además es completamente irrelevante a la hora de cumplir los objetivos, que además sumado a la ineficaz IA, transmite la sensación de dejadez. En la mayoría de las ocasiones podemos correr cual liebre por el campo y dejar atrás los enemigos, que en cuanto nos pierden un mínimo de vista se disipa todo el interés por nosotros y vuelven a sus rutinas

El mundo del juego está compuesto de diferentes secciones que son semi-open world por las que podemos movernos con total libertad hasta que superamos el objetivo principal. Compuesto por un escenario postapocalíptio, podemos movernos a través de edificios derruidos, casas abandonadas u hospitales y podemos abrir puertas, derruir muros, forzar cerraduras de los coches etc para adquirir materiales con los que craftear, desde botiquines, hasta munición o bombas. También podemos recoger material que nos premia con dinero para comercial con diferentes intendentes que vamos encontrando en las diversas bases de operaciones de la resistencia. No obstante se siente todo demasiado vacío o falto de interés y no hemos encontrado nada que nos haga indagar más sobre el terreno. Hay que añadir que a las misiones principales se les suman las secundarias que nos van entregando ciertos NPCs del juego que al completarlas, nos obsequian con experiencia para subir de nivel. Pero más allá de eso y de algunos documentos que nos ofrecen información adicional del universo 'Terminator', no encontramos alicientes suficientes para explorar los escenarios.

Una historia interesante

'Terminator: Resistance' cuenta con un único modo de juego, el modo campaña, que narra los sucedido antes de las dos primeras películas (no se tiene en cuenta las siguientes entregas). La historia es realmente interesante y conecta a la perfección con los acontecimientos transcurridos en 'Terminator' y 'Terminator 2'. Nos ha gustado poder observar de primera mano lo acaecido en el futuro y el hilo narrativo consigue conectar de forma espléndida con los films de Cameron. Si eres fan de este universo, el juego ofrece un gran encanto y nadie que lo ame querrá perdérselo. Además por el camino salen a coacción multitud de personajes y guiños, así como algún que otro ester egg que nos arrancará una sonrisa. También cuenta con un sistema de elecciones que nos permite ver diferentes finales relacionados con los personajes que nos acompañan durante lo que dura el juego. Y hablando de su duración aquí tenemos otro talón de Aquiles y es que su duración es demasiada reducida. A nosotros nos ha llevado completar todo el juego (contando todas las actividades secundarias, subida de nivel máximo etc) 13 horas, algo que se antoja bastante poco para un juego de estas características.

Apartado gráfico y sonoro

'Terminator: Resistance' corre bajo el motor Unreal Engine 4 y cuenta con una de las peores puestas en escena que hemos visto de dicho motor; texturas de baja calidad, modelados muy poco detallados, sistema de iluminación deficiente, blur muy agresivo y exceso de borrosidad. Además también sufre de caídas de frames en momentos puntuales cuando hay más estrés en pantalla. La verdad es que cuesta encontrar en el apartado gráfico algo que destacar. No obstante, la BSO y los efectos de sonido sí son algo que mencionar, así como la ambientación de la ciudad de Los Ángeles en un futuro postapocalíptico. La franquicia 'Terminator' ya cuenta con una buena banda sonora y el juego no iba a ser menos y los efectos de sonido son los mismos que encontramos en los films de Cameron; desde los disparos láser, el sonido del caminar de los T800 hasta los proyectiles y la recarga de la escopeta. La ambientación está bien lograda y transmite la guerra en el futuro contra las máquinas. Una lástima que el resto de apartados no acompañen.

Conclusión

'Terminator: Resistance'es la combinación entre juego creado para aprovechar el estreno de la última película de la franquicia y un cúmulo de decisiones nada acertadas que llevan a un nefasto resultado. El juego es incapaz de mantener a la altura prácticamente ninguno de sus apartados jugables, o como se suele decir, es aprendiz de todo pero maestro de nada. Tiene un gunplay algo tosco, sumado a unos enfrentamientos bastante insípidos que además pierden interés por culpa de una IA muy ineficiente. Las mecánicas de sigilo y crafteo se adhieren a la sensación de irrelevante y pierden algo de interés ya que la exploración es bastante superficial y no nos ofrece nada interesante mientras recorremos los escenarios. Gráficamente es un título bastante flojo en todos sus apartados, con unas texturas de baja resolución, modelados bastante pobres y un blur extremadamente agresivo. También sufre de pequeñas bajadas de frames en los momentos de más estrés en pantalla. No obstante la BSO y los efectos de sonido son de una calidad excepcional y la ambientación está muy bien lograda. La historia es bastante buena y sabe posicionarse de forma excelente entre las películas de la franquicia 'Terminator' producidas por James Cameron y hará las delicias de los más fanáticos. Todo ello concluye en la irremediable sensación de estar ante una oportunidad perdida por lo que podía haber sido y lo que fue.