El 27 de Julio 2015 | 08:23
Mencionar al estudio Game Freak implica casi automáticamente referirnos a la licencia Pokémon, que el año que viene cumplirá 20 años y sigue con la misma fuerza de antaño. Esta increíble situación no es casualidad, pues son muchos los factores que han influido para que se haya convertido en el pilar más exitoso de Nintendo en las últimas décadas.
Game Freak sabe hacer más cosas, ya lo han demostrado en múltiples ocasiones; desde GBA con 'Drill Dozer' hasta 'HarmoKnight' para la eShop de Nintendo, una obra que mencionaremos en más de una ocasión en este análisis yq eu ya os recomendamos hace unos meses.
Evolucionando como compañía
Los mentores de los Pocket Mosnters hacen gala ahora de su talento de la mano de SEGA, que no anda en su mejor época, para ofrecernos 'Tembo: The Badass Elephant', un proyecto que cultiva el género de las plataformas. Lo primero que nos preguntamos al iniciar esta aventura es si va a ser capaz de centrarse en la propuesta que inicialmente nos propone o si por el contrario va a ser un conglomerado de géneros donde la personalidad brille por su ausencia.
Las premisas son al menos interesantes: un elefante macarra, acción, color, dificultad y un contexto situacional que nos transporta a una época actual bastante demacrada. Al poco de comenzar nos damos cuenta de que esto tiene más de arcade que de plataformas, pero que hay que hacer uso de nuestras dotes de velocidad para terminar con todo aquellos que se pone ante nosotros. "Tú corre y luego ya...", podemos leer invisiblemente en la pantalla del título.
Una propuesta con demasiadas ideas en la cabeza
Cada nivel es una carrera donde el frenetismo no nos dejará pararnos a pensar en un solo momento si verdaderamente estamos ante un juego para móviles que obvia cualquier atisbo de profundidad en sus mecánicas o si en realidad lo bueno está por llegar. Como podéis ver, las dudas son constantes durante los primeros minutos, pero luego te vas dando cuenta del espectacular apartado visual de 'Tembo: The Badass Elephant', cuyos responsables artísitcos son los mismos que de 'HarmoKnight'.
Entretanto, no podemos reprocharle absolutamente nada a su puesta en escena, que va al grano. Avanza, rompe cajas, salva a la gente, repite niveles, mejora puntuaciones y muere, muere mucho. Este título es tremendamente complicado, o por lo menos su curva de dificultad es inexistente, lo que obliga al usuario a tomar conciencia de un control al que no está acostumbrado. Desde el primer nivel podemos morir y las vidas empezarán a disminuir con velocidad.
Pero claro, la concepción que antes teníamos sobre ese título que parecía un endless runner ahora resulta no serlo tanto; hay que pausarse, coger cacahuetes -300 son una vida extra- y descubrir los no pocos escondrijos de cada nivel. Su extensión no dista demasiado de otras piezas clave del género, así que tampoco se siente demasiado fresco; tiene su propuesta, la explota y la sabe definir, aunque no explicar correctamente.
Prepárate para morir una y otra vez
Otro aspecto que tenemos que tener siempre en mente es que Tembo es más fuerte que todo lo que se ponga a su paso, así que normalmente las muertes se deberán a fallos nuestros y no por las increíbles habilidades de una Inteligencia Artificial tremendamente mecánica y típica, que solo quiere molestar.
Así pues, las vidas ha quedado claro que no son un aspecto baladí y es también capital fijarse en cada detalle para no perdernos nada. Game Freak es muy de esconder cosas, que todo lo que nos rodee tenga un sentido; los puzles son interesantes y se alejan del camino principal del nivel; los diez civiles de cada nivel no son para nada fáciles de encontrar... Al final te ves jugando durante horas simplemente para completar. Por el contrario, si no tienes ese afán coleccionista, verás los créditos finales en poco más de 4 y pensarás cuántos meses falta para que 'Tembo: The Badass Elephant' sea el próximo miembro de PlayStation Plus o Xbox Live Gold.
Es una lástima, porque en dispositivos móviles también encajaría; le falta ambición, haber querido ser excelente. Quizá nos estemos malacostumbrando, con una escena independiente capaz de hacer magia con muy pocos recursos, Ubisoft demostrando que va en serio con 'Rayman Origins' y 'Legends' o la mismísima Nintendo, que reciclando sus licencias durante ya décadas sigue sorprendiéndonos demostrando quién lleva el timón en este sentido.
Pero quedémonos con los aspectos positivos del juego, con ese diseño de niveles realmente interesante, con una inteligente representación del espacio que nos anima a explorar varias veces no solamente para un mero coleccionable sino porque sientes que sí tiene sentido. Al haber varias formas para enfrentarnos a cada adversidad, desarrollas tu propio estilo, algo que no pueden decir todos los plataformas actuales.
No abundan las habilidades en Tembo, pero sí son suficientes porque además de saltar, golpear y embestir, también echamos agua para acabar con los fuegos, por ejemplo. Mencionar también la necesidad de alcanzar un número de bajas enemigas para seguir avanzando en según qué momentos, algo que muchos usuarios han considerado tedioso pero que en realidad indica la necesidad de volver atrás. ¿El problema? Que parece más bien una obligación que un deseo. ¿Por qué siempre es insuficiente con completa el nivel de manera notable?
La constante sensación de estar rodeado de paredes invisibles
Tanto requisito a veces te hace sentir anclado, que Game Freak ha querido que juguemos al título como ellos quieren, y eso no es de mi agrado precisamente. El frenetismo va en consonancia con la situación del jugador con el propio juego; no es un plataformas tranquilo en el que explorar donde tú te tomas tus propios ritmos; tampoco es una apuesta donde el reloj nos marca los límites temporales para llegar al final, es por ello que hay ciertas contradicciones que me han impedido entender el mensaje real de'Tembo: The Badass Elephant'. Si lo has comprado esperando cameos y referencias a Pokémon, puedes volver por donde has venido, porque este descanso o pausa es un camino distinto, que quiere llegar a otro tipo de público, en otra plataforma y con un hardware radicalmente distinto.
A nivel audiovisual podéis estar tranquilos, porque todo cumple a las mil maravllas. Esa mezcla entre modelados en dos y tres dimensiones con una gradualidad tonal tan bien dibujada se ve de auténtico lujo en un buen televisor, así que si tienes una PlayStation 4, Xbox One o PC, posiblemente merezca mucho la pena que le echéis un vistazo. Sin embargo, esas incongruencias consigo mismo, una curva de dificultad que sigo sin entender o la obligación de la propuesta jugable a completar la aventura el ritmo que ella misma quiere, le aleja de la excelencia que últimamente muchos tratan de conseguir.
En definitiva, entretenido e interesante, con cuatro mundos bien diferenciados, gran sentido del humor, una dificultad general muy elevada desde el inicio y propuestas que se antojan realmente interesantes de cara a una segunda parte donde verdaderamente se sienta la ambición por ambas partes. ¿Su mayor defecto? Que lo olvidaremos pronto; no es "el plataformas" de los padres de Pokémon que nadie podrá dejar de recordar. Actualmente cuesta 13 euros, una cifra para mí justa si sois fans del género, pero tened en cuenta que posiblemente antes de que termine el año o en 2016 lo veamos en algún Humble Bundle, siendo ahí cuando miles de jugadores comiencen a jugarlo y hablemos de un título verdaderamente conocido. Un buen plataoformas con el que pasar estas duras y calurosas tardes de verano.
Lo mejor:
-Una jugabilidad muy similar a la de la época de los 16 bits. -Artísticamente genial; mezcla entre entornos 2D y 3D brillante. -Sentido del humor y acción desmedida.
Lo peor:
-Curva de dificultad inexistente. -Solamente 4 mundos, 4 horas de juego. -Ausencia de modos de juego. -Falta de ambición.