Qué tonto y estúpido es el género del arcade de velocidad, tan simple y tan sencillo, tan adictivo y tan rotundo, y tan difícil de cuajar en condiciones. Dicen que con lo que te gusta eres más exigente, y que con lo que no, por mera indiferencia, un pasota permisivo; yo con el género arcade de velocidad soy el mal de los siete mares, porque probablemente sólo uno de cada siete juegos que pruebo me convence en alguno de sus puntos. Este mes en PlayStation Plus se dejó caer 'Table Top Racing: World Tour', y aunque a simple vista no promete, mi yo adicto a 'Mario Kart' se frotó por un momento las manos. Mal hecho, ya que 'Table Top Racing: World Tour' es un juego muy prescindible. Muy olvidable.
El género arcade
Habría que remontarse a los tiempos de los 16 bits para comprender qué es lo que pretende poner sobre la mesa Playrise Digital con esta versión de su juego de pequeños coches para la nueva generación de máquinas. Podríamos hacer un recorrido por el género de los "karts" a través de sus éxitos -Mario Kart', claro, pero también 'Sonic & All-Stars Racing', y sin duda 'CTR'-, y también sus fracasos -todos los demás-; pero lo cierto es que todo se reduce a que Playrise Digital ha lanzado al mercado su propio 'Mario Kart', con la intención que tantos otros tuvieron antes de dar respuesta al género fuera de consolas Nintendo.
Lo que propone 'Table Top Racing: World Tour' es una premisa que pretende seguir de cerca la de Nintendo, con una buena cantidad de contenido. En este caso se trata de cochecitos de juguete inspirados en modelos reales, y aquí habría que detenerse ante uno de los puntos positivos del título, ya que los coches son caricatura de vehículos muy reconocibles. De esta forma, nos podemos encontrar desde el típico Ferrari, hasta, y este detalle me cautivó, la furgoneta en la que Walter White "cocinaba" con Jesse Pinkman en 'Breaking Bad'. Los vehículos, además, son configurables, así que debemos ir comprando coches para ampliar nuestro garaje, y a la vez mejorando estos vehículos para que sean más competitivos. Nada fuera de lo convencional, pero una variedad de vehículos bastante amplia y acertada. De esta forma la progresión en el juego se marca con la sucesión de coches cada vez mejores y más interesantes que se van desbloqueando. De esta forma, al comenzar la partida tenemos acceso a un número muy reducido, que a medida que completamos competiciones crece exponencialmente. Una vez montados en nuestro pequeño vehículo tenemos tres modos de juegos principales: modo campeonato, eventos especiales y multijugador.
La propuesta de Playrise Digital
A diferencia de 'Mario Kart', en este caso hay diferentes modalidades de carrera diferentes. En todas ellas tenemos power-ups que potencian nuestro coche o sirven como arma arrojadiza para los vehículos rivales, y disputaremos competición a través de carreras competitivas, contrarreloj, eliminatorias suprimiendo al último jugador en cada vuelta, persecuciones... Un popurrí de modos de juegos que se han ido recogiendo a través de diferentes propuestas dentro del género de velocidad, y que 'Tablet Top Racing' recupera. El inconveniente es que no encontraremos aquí un modo que sea único o innovador de este juego, sino una buena colección reciclados de 'Need for Speed'. Esa misma sensación es la que arrastro con los power-ups, de todos ellos es fácil encontrar un equivalente en 'Mario Kart' o en 'Sonic All-Star'.
El apartado competitivo funciona a base de lobbys, y funciona bastante bien. No es difícil encontrar partida, ya que al ser juego de Plus ahora mismo está siendo bastante jugado, y una vez entras a competir todo va más o menos bien. Los tiempos de espera desde que quieres comenzar a jugar hasta que arrancas el motor, lo mismo puede ser instantáneo como un tedio de espera, pero esa es la clásica ruleta rusa de los lobbys multijugador.
Más allá de lo técnico, poco destacable, es particularmente pobre en el sistema de conducción. Todo lo demás en un juego de este género es accesorio, secundario, incluso prescindible, pero un arcade como 'Table Top Racing: World Tour' necesita ser rabiosamente divertido sobre la pista, y no es el caso. El manejo de los coches se siente muy genérico, las físicas no pasan de cumplidoras, y no aporta absolutamente nada que no hubiésemos visto ya en un juegos de hace una década.
En conclusión
De esta forma llegamos a la dura conclusión, y es que durante todo el texto he vuelto una y otra vez sobre las mismas ideas: es un juego del montón. 'Table Top Racing: World Tour' no destaca en absolutamente nada. En términos generales todo funciona de una manera completa y absolutamente rutinaria, le falta la chispa en alguna de sus facetas para que pudiese al menos entrar a competir con los grandes del género.
El problema de este género es que el listón está francamente alto. En términos absolutos, uno de los mejores videojuegos a los que puedes jugar esta tarde es 'Mario Kart 8'. Se me ocurren pocos planes mejores. 'Mario Kart 8' es un juego tan brillante, que si pretendes pretendes plantarle cara debes venir con los deberes muy bien hechos, con algo que te haga destacar en algún punto para hacerse reconocible. SEGA sabía esto muy bien con 'Sonic All-Star', y cuando se decidió embarcar en esta aventura puso sobre la mesa un despliegue de ideas cuajadas en un juego más que digno, algo que 'Table Top Racing: World Tour' no tiene. Si dejo a un lado 'Mario Kart' y pienso en otros juegos arcade de conducción, se me viene a la cabeza el reciente, y también brillante, 'Trackmania Turbo'. 'Trackmania' es un juego adictivo, rápido, difícil... Se mire por donde se mire el género goza de buena salud y 'Table Top Racing: World Tour' no es la mejor opción. Cumplidor en todas sus facetas, pero sin alardes en ninguna de ellas.
ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4