Siete años para un desarrollo no son pocos. En 2016 Nightdive Studios presentó al mundo una idea que encantó al público: crear una campaña de Kickstarter para llevar adelante un remake del videojuego de culto 'System Shock'. Era un juego prácticamente inaccesible a nuevos públicos en aquel momento, y aunque la 'Enhanced Edtion' que ellos mismos hicieron facilitara muchos aspectos de su accesibilidad no era suficiente como para atraer a los más jóvenes.
No es de extrañar: el original es prácticamente un título prehistórico. Precedía a 'Doom' y por tanto estaba lleno de elecciones cuestionables en su diseño, tanto gráfica como jugablemente. Pero era un videojuego que necesitaba ser recordado y conocido. Nuevas generaciones tenían que saber de SHODAN, la auténtica diosa, y sus gloriosos actos en la Ciudadela que llevarían a la génesis del género de simulador inmersivo.
Así que siete años en desarrollo. Años de esfuerzo y trabajo cambiando entre varios motores gráficos, rediseñando escenarios, modificando modelos que no agradaban a todos los colaboradores del Kickstarter, y ya no hablemos de dificultades legales sobre los derechos de un videojuego tan antiguo. El resultado ha llevado tiempo, sudor y lágrimas. Mucho más de lo que esperaba Nightdive. Y ahora que celebramos el 30º aniversario del revolucionario juego es el momento de que todos disfrutemos de la casa que SHODAN levantó.
'System Shock' es un remake mucho más que merecido y perfecto en entregar todo lo que debe dar.
Bienvenido a la Ciudadela
La historia de 'System Shock' tiene una premisa sencilla, pero abiertamente revolucionaria en el modo de contarse para su época. Tomamos el papel de un hacker sin nombre en un distópico futuro cyberpunk que, tras ser arrestado por husmear donde no debía, es trasladado a la estación espacial La Ciudadela. Allí un alto cargo nos ofrece una salida a nuestros problemas: hacerle un pequeño, ínfimo favor de nada, y a cambio nos librará de nuestros cargos. Sólo tenemos que borrar los parámetros éticos de la IA que controla la estación. Nada malo puede salir de eso.
Seis meses después de hacerlo despertamos en el ala médica de la Ciudadela. No hay nadie que no atienda. Todo al alcance de nuestra vista son mutantes, robots de seguridad e incluso ciborgs. La IA se ha hecho con el control absoluto del lugar y ha llegado a la conclusión de que es una diosa entre insectos que deben ser exterminados o convertidos a sus necesidades. Su nombre es SHODAN, y somos la última resistencia que queda contra ella antes de que termine de ejecutar sus planes y aniquile la raza humana.
Nuestra relación con esta máquina y sus delirios de grandeza son lo que hace que merezca todo 'System Shock'. El nivel de amenaza que representamos para ella es al principio ínfimo a sus ojos a través de las cámaras de seguridad, pero cuanto más avanzamos, más comienza a plantearse medidas para destruirnos. Nos insulta, resta importancia a nuestras acciones y nos desmoraliza con trucos psicológicos. Pero a cada nivel que avanzamos menos segura se siente. Comienza a colocar trampas, preparar escenarios en los que atrapar y ejecutarnos. Está atenta a nuestros movimientos e incluso se burla de nuestras habilidades a la par que manda bombas en nuestra contra. Y cuando le frustramos algunos de sus planes se enfada de verdad, maldiciendo nuestra estampa y mandando más oleadas de mutantes contra nosotros.
SHODAN es una gran villana a la que tener constantemente en nuestro oído, similar a GLADOS años después en 'Portal'. Aun siendo nuestra principal compañera de viaje no será quien nos explique qué ha pasado en a estación o cuál es nuestro objetivo actual. Eso tendremos que averiguarlo a través de audio logs y pistas distribuidas por todo el juego que nos sirven para construir la narrativa de cómo han evolucionado las cosas, por qué y algún que otro código para abrir puertas. Hay que estar constantemente atento a nuestro entorno para poder dar más de dos pasos en la estación o nos moveremos sin una flecha sin saber qué hacemos... O, sencillamente, siguiendo instrucciones de alguna guía en internet.
Diseño a la antigua
La negativa de 'System Shock' de indicarnos el camino que hay que recorrer puede chocar a muchos jugadores jóvenes. Hay que sumarle que, además, el juego tiene elecciones en su diseño bastante complicadas de administrar sin estar preparado. Todo un mar de enemigos nos espera tras la primera sala de juego y si no nos damos prisa más vendrán. La salud no se regenera automáticamente y los recursos de supervivencia son limitados.
La Ciudadela se compone de pasillos laberínticos y salas que pueden no ofrecernos nada a nosotros. Tenemos un mapa que desbloqueamos a medida que investigamos, pero es difícil de leer y orientarse resultará complicado. Es innegable, la primera hora del juego entra regular y requiere una adaptación a un estilo de juego pasado: eso no quita lo increíblemente accesible que es con respecto al original.
Todas las habitaciones y pasillos cuentan ahora con una razón de ser y pueden distinguirse visualmente entre ellos. Las estaciones de resurrección se han puesto más a nuestro alcance y, de hecho, si morimos en una planta en la que no hayamos desbloqueado aún la sala médica podremos volver a la vida en el nivel más cercano, evitando perder así horas de progreso. Las armas se han mejorado y ajustado para ser todas útiles y no servir como simples reemplazos. Y de hecho, ¡ahora el juego cuenta con inventario en vez de limitarnos a sólo los comandos de acción!
SHODAN ha hecho posible la magia
Las diferencias son sutiles, pero muy notorias para aquellos familiarizados con el juego original. Si hay una forma perfecta para experimentar 'System Shock' es priorizar jugar a este remake y, en caso de querer conocer más su forma original, pasar después por la Enhanced Edition. Nightdive Studios ha hecho lo mejor que podría cualquier estudio para que sea un remake satisfactorio y sobre todo accesible.
Eso sí, hay también algunos cambios algo más grandes cuya implementación es mixta. Uno de ellos es la integración de la música. El título original casi carecía de banda sonora original: viajar por la Ciudadela era un proceso silencioso y largo. Nightdive, sabiendo que esa filosofía no encaja con juegos actuales, ha agregado música que suena cada ciertos momentos, pero no es la mejor de las adiciones del juego. Suena en determinadas secciones y combates, se desvanece y volvemos a abrazar el silencio. Tampoco son temas potentes que se queden con nosotros después de cerrar el juego. Es mejor que la opción original, pero podría haberse hecho mucho más por este apartado.
El otro gran cambio que debe mencionarse es el final del juego. No queremos entrar en territorio de spoilers, pero es bien sabido en la comunidad que el jefe final del 'System Shock' original era el mayor punto negativo de toda la experiencia y necesitaba un cambio radical. Nightdive Studios ha optado por una vía un tanto ortodoxa y reimagina esa sección, pero tampoco consigue la excelencia que debería. Es mejor que la alternativa, desde luego, pero no la solución que muchos habrían deseado.
Conclusiones
'System Shock (2023)' es un indispensable si quieres conocer la Historia de los videojuegos. Es el mejor remake que se podría haber hecho de un título olvidado por el tiempo, apostando por la fidelidad del original y aportando integraciones de accesibilidad muy importantes. Sigue siendo, eso sí, un título frustrante para muchos y no puede recomendarse a toda clase de públicos. Si eres un amante del original o crees que encaja con tus gustos, es un título que te encantará.