Los juegos de puzles son comunes en el ámbito indie. Muchos de ellos han conseguido alzarse y convertirse incluso en una referencia dentro de un mundillo repleto de propuestas. Los hay de todo tipo; con narrativa superlativa, de aspecto bello con coloridos mundos por explorar; algunos incluso cargados con grandes dosis de emoción y con una comparsa musical magistral e incluso los hay que no poseen ningún pretexto y simplemente rinden a un buen nivel por la originalidad de los desafíos que nos ofrecen. De ese modo, ahora nos llega un juego dicha propuesta se inclina más hacia los puntos de vista del jugador, y nos propone experimentar una serie de puzles que intentan abrirnos el prisma desde el que miramos. Bienvenidos al análisis de 'Superliminal', donde todo depende del punto de vista.
El mundo visto desde diferentes prismas
¿Te has preguntado alguna vez cómo podría llegar a ser una cuarta dimensión? 'Supermininal' no es que consiga hacernos saber tal cuestión existencial, pero sin duda sabe jugar de tal manera con los entornos 3D que casi podríamos llegar a imaginarnos que estamos explorando lo que podría llegar a ser esa hipotética cuarta dimensión en términos de profundad material. Hasta ese punto puede llegar a antojarse original esta propuesta diseñada por Pillow Castle.
Entrando en materia, estamos ante un título de puzles que juega continuamente con todos los elementos que nos rodean. La historia nos emplaza en un momento donde, al parecer, somo pacientes de un centro del sueño que intenta averiguar cosas sobre el mismo; un mundo desconocido donde todo puede llegar a ser posible y donde la realidad queda distorsionada por nuestra percepción. Con eso en mente, el título se gana nuestra curiosidad y nos invita a avanzar a lo largo de lo que parece los primeros desafíos de un juego que manipula toda la realidad que nos envuelve.
Como la vida misma, todo depende del punto de vista
Pero hablar de puzles en el caso de 'Superliminal' es rascar a duras penas la superficie dado que la propuesta empleada para este título intenta dar un paso más allá en cuanto a percepción, y no solo estamos hablando del ángulo de vista. Pero vamos a detenernos precisamente un momento en este punto del análisis, porque el concepto puede ser algo confuso si no recalcamos algunos puntos. Cuando estamos hablando de puntos de vista, nos referimos precisamente a que, dependiendo de cómo mires los objetos, estos pueden llegar a parecer una cosa u otra, y eso queda implicado en la jugabilidad hasta tal punto que, algo que tengamos en nuestras manos, puede cambiar su tamaño y pasar a ser tan pequeño como un simple guijarro, o bien aumentar hasta el punto de ser como un camión o directamente una casa. Y ahí reside precisamente la gracia de algunos puzles, ya que podemos cambiar nuestro entorno a nuestro favor con esa mecánica, por lo que a veces, pongo un ejemplo a modo de ilustración, podremos recoger una maqueta de una casa, para a continuación cambiar nuestro punto de vista, hacerla gigante, y pasar a la siguiente sección del juego entrando por la puerta de esa casa.
Una vez hemos entendido el concepto real de la percepción, el juego nos propondrá seguir explorando la realidad de diferentes maneras, y eso sin dejar nunca de lado la historia que quiere contar con el telón de fondo, algo que se torna una genialidad. De ese modo, nos encontraremos jugando con cosas como la luz y la oscuridad, la percepción de lo real con lo irreal, los tamaños, el campo de profundidad y una suerte de percepciones con un embalaje de ideas oníricas ya que, mientras la historia avanza, da paso a más situaciones irreales. Para daros una pista de lo que estamos hablando, no podemos dejar de mencionar un film de culto que puede llegar a representar muy bien la experiencia propuesta por los chicos de Pilow Castle; estamos hablando de la película 'Origen', donde los protagonistas se introducen dentro de un sueño que a su vez está dentro de otro sueño, y van escalando por estos universos cada vez más extraños y confusos. Ahí queda la cosa.
Una experiencia intensa, pero corta
'Superliminal' además añade un buen puñado de puzles que además de ser originales, debemos añadir que son exigentes, pero no hasta el punto de volverse exasperantes; cualquiera puede superar los desafíos que nos propone, y ese tal vez es una de los handicaps del juego, y es que es relativamente corto. A nosotros nos ha llevado superarlo algo más de dos horas y media, por lo que suponemos que su durabilidad puede estar en torno a 3 horas aproximadamente. El juego nos propone algunos extras muy livianos y sin llegar a poder confirmarlo, creemos que hay algún tipo de nivel oculto que no hemos sabido desbloquear. Obviamente eso es algo que debe andar ya por la red, pero qué tipo de análisis sería este si utilizásemos tales herramientas, así que eso lo dejamos para que lo descubráis por vosotros mismos.
Apartado audiovisual
En el apartado audiovisual, podríamos decir que 'Superliminal' no es un referente, pero sabe aprovechar muy bien sus recursos y representa unos escenarios muy limpios y sobrios, utilizando una paleta de colores bastante consecuente y donde rara es la ocasión que sintamos que está descuidado. Es agradecido a la vista, sencillo pero eficaz, midiendo muy bien sus recursos. Además, el rendimiento es bastante sólido. El juego ha sido analizado en una PS4 estándar y nos sufre de bajadas de frames en ningún momento, y eso que nosotros hemos intentado poner el motor gráfico al máximo estrés duplicando objetos hasta la saciedad, de diferentes tamaños cabe señalar.
En cuanto a la composición musical, tiene unos cuantos claros oscuros pero en general está a un buen nivel. Algunos temas se inclinan más por la música clásica mientras que otras, en momentos más trascendentales es más existencial y melodiosa. Para resumirlo, es una buena comparsa a la que hay que sumar las voces (en inglés con textos en español), que están bien representadas.
Conclusiones
'Superliminal' es un buen juego de puzles, pero sin duda el reclamo es la manera en que utiliza la realidad de nuestro entorno para ofrecernos situaciones inverosímiles y surrealistas para conseguir reclamar nuestra curiosidad. Es un título eficaz, con un mensaje detrás que merece la pena ser escuchado. El sistema de percepción es el motor de arranque para una colección de puzles cada cual más original, utilizando, como ya hemos mencionado, la percepción y el punto de vista así como otros factores como la luz y la oscuridad, la profundad y otro tipo de herramientas. Su aspecto limpio y sobrio va en su beneficio, así como la música que nos acompaña constantemente por unos escenarios coloridos. Aquellos que además les guste las historias retorcidas que juegan con lo desconocido sabrán disfrutar de la trama de fondo, que sin dejar de acompañarnos constantemente, es una buena excusa que hace una llamada a la atención del jugador. No obstante hubiéramos agradecido un poco más de longevidad ya que puede llegar a antojarse demasiado corto. Aún así es una experiencia que no podemos dejar pasar si somos amantes de los rompecabezas, y si además somos de los que saben de disfrutar de este tipo de experiencias trascendentales, eso lo hace más atractivo si cabe.