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Análisis 'SUPERHOT' (PC) - A matar tipos rojos

REVIEW

Por Álex Pareja

El 8 de Marzo 2016 | 09:30

"¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT!" El gratificante sonido de la victoria.

"- Es extraño. No hay historia, ni razón, ni motivos para nada. Solo matar a tipos rojos.

- Oh, eso es cierto. "

¿Es 'SUPERHOT' una obra en la que el jugador solo mata a tipos rojos? Pues sí, tenemos que dar la razón a esa afirmación, aunque con ciertos matices. Sí hay una historia en el juego, por la que todos los jugadores deben pasar sí o sí antes de desbloquear todas las posibilidades que encierra. Lo que pasa que se consigue superar rápidamente, en apenas una hora, lo que provoca que sí, al final te olvides un poco de todo y la premisa se reduzca a matar tipos rojos.

Entonces, ¿por qué es 'SUPERHOT' un juego tan especial? ¿No matamos a tipos de todos los colores, formas y sabores en otros videojuegos? Efectivamente, e incluso ahora mismo podría deciros que este título es un shooter bastante mediocre en términos jugables. Pero claro, si de repente detenemos el tiempo y con ello provocas que los enemigos, sus balas y sus golpes solo se muevan mientras yo también estoy moviendo al personaje protagonista, esa percepción cambia totalmente, y sí que tendría que deciros con toda la obligación del mundo que 'SUPERHOT' es un juego muy especial.

SUPERHOT

Vista en primera persona, un apartado técnico muy sencillo (pero dotado de mucha personalidad) en la que prevalecen tres colores que ayudan a que el jugador pueda adaptarse a su estilo de juego rápidamente: Blanco, negro y, por supuesto, rojo. El color blanco se impone en los distintos escenarios que visitamos, mientras que el negro viste a todos los elementos que podemos portar como armas, junto a los ya mencionados tipos rojos, que quieren matarnos y, por lo tanto, nosotros a ellos.

La historia es tan breve como intensa, y funciona más bien a modo de tutorial en el que comenzar a entender estos elementos que sí que hacen especiales a 'SUPERHOT'. Pronto nos daremos cuenta de que la acción se detiene casi completamente mientras estamos parados, pero en el momento en que nos movemos un poco el resto de elementos de la pantalla harán lo propio. Si hay enemigos, estarán quietos hasta que nosotros también nos movamos, al igual que sus balas. Podremos ver, literalmente, la bala que puede convertirse en nuestra muerte instantánea acercarse a nosotros muy lentamente, pero eso también nos puede permitir hacer un rápido movimiento para evitar el impacto.

Habrá escenas totalmente espectaculares, en las que corretearemos de un lado al otro del escenario evitando disparos en el último instante y acabando con todos los enemigos del escenario. Una vez limpiada la zona de tipos rojos... "¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT!", el grito de la victoria mientras vemos nuestra jugada a una velocidad normal. Ahí es cuando realmente entendemos que esa espectacularidad no podríamos verla si el juego no utilizara el tiempo de esta manera tan original. Por eso 'SUPERHOT' es especial.

SUPERHOT

Cada arma se comporta de manera distinta, y tenemos que tener en cuenta dos cosas importantísimas para lograr sobrevivir: el tipo de disparo o golpe que vamos a lanzar con el arma que portamos (no es igual un disparo de pistola que uno de escopeta, con varios perdigones desperdigándose) y su tiempo de recarga. Aunque al principio sea extraño intentar disparar y no poder, pronto nos daremos cuenta de que tenemos que esperar un pequeño lapso de tiempo entre un disparo y otro, y ya sabemos cómo pasa el tiempo en 'SUPERHOT': moviéndonos.

No tenemos un contador de balas y es muy probable que si nos quedamos sin ellas nos demos cuenta una vez que apretemos el gatillo, pero no pasa nada: podemos utilizarla como un arma arrojadiza, hacer que otro enemigo suelte la suya por el impacto, robársela en el aire y... adiós, tipo rojo. Para volver a encadenar jugadas de este estilo. Es realmente satisfactorio cuando conseguimos asesinar siguiendo un ritmo glorioso a la par que temible: en 'SUPERHOT' somos una auténtica

máquina de matar.

Mención especial para algunas armas, como las Katanas, capaces de variar nuestra forma de jugar al completo. Estas armas cuerpo a cuerpo son muy rápidas, por lo que podemos ir cortando en pedazos a nuestros enemigos casi sin despeinarnos. Además, también podremos saltar, e imaginad lo épico que puede llegar a resultar evitar unos disparos gracias a nuestros impulsos mientras que cortamos por la mitad a ese tipo rojo mientras volvemos a descender al suelo. Y si sentimos que ese enemigo nos va a disparar antes de que podamos cortarle por la mitad, siempre podremos lanzar la espada para acabar con su vida. Grotescamente maravilloso.

SUPERHOT

Una vez que esa historia tan efímera termina y nos deja con ganas de más, tanto por el buen diseño de niveles como por las formas tan originales de romper la cuarta pared ofreciendo algo interesante y pocas veces visto en un videojuego (y hasta aquí contaré en este sentido), podremos acceder a todas las posibilidades que ofrece 'SUPERHOT', que en el fondo no son tantas como seguramente nos gustaría. Pero en realidad no es algo del todo malo sino más bien una consecuencia de lo bien hecho que está el juego: la historia deja con ganas de más y el resto de modos también, porque es tan placentero seguir matando a tipos rojos... "¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT!".

El modo Infinito será el más satisfactorio, ya que 'SUPERHOT' nos situará en unas zonas muy delimitadas (ni muy grandes ni muy pequeñas) en la que no pararán de salir enemigos. Nuestro trabajo, obviamente, será acabar con cuantos más tipos rojos mejor. El final será nuestra propia muerte, y nuestra victoria o nuestra derrota vendrá marcado por el número de muertes totales que consigamos. ¿Os vais a picar? Sí. ¿Os vais a enganchar? También. ¿Vais a pasar muchas horas con él? "¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT!"

Me da cierta lástima que en realidad la experiencia sea tan fugaz, ya que aunque podemos pasar las horas que nos plazcan en el modo Infinito y entre los Desafíos (muy bien pensados también), el gran saber hacer del estudio a la hora de diseñar esos maravillosos niveles se echan en falta cuando no paras de repetir fases en las mismas localizaciones. Las mecánicas funcionan, el sistema de juego también, empiezas a jugar y no paras... pero yo querría algunos contenidos más.

SUPERHOT

Es posible que sea una sensación muy personal, ya que quizás alargar en exceso esa historia hubiese sido poco producente en realidad, al igual que haber forzado la máquina para crear más escenarios... pero al final la sensación que queda no puede ser mejor. 'SUPERHOT' se convierte por méritos propios en uno de los mejores juegos que han aparecido por el momento este año, y casi me atrevería a decir que seguirá siendo uno de los destacados en el futuro.

Original, adictivo, simple, reconfortante, bonito, espectacular... al final todo se basa en matar a tipos rojos sin más, no os voy a mentir. Pero matar a tipos rojos nunca había sido tan deleitoso, con las enormes posibilidades que se ponen a nuestro alcance con el propio tiempo. Ahora es nuestro trabajo recomendar el juego a nuestros amigos, o eso al menos es lo que me ha dicho el propio título al finalizarlo. Y oye, yo cumplo porque se lo merece.

Voy a matar a más tipos rojos. ¡SUPER HOT! ¡SUPER HOT!

ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PC

8,0

Lo mejor:

- Original en todos los sentidos. - Muy adictivo. - SUPER HOT.

Lo peor:

- Modo historia efímero. - Algunos escenarios y fases más no vendrían mal.

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