El 11 de Septiembre 2015 | 14:45
Estábamos todavía con la cabeza gacha y las manos en la cabeza cuando el pasado 22 de junio Shigeru Miyamoto comenzó a salir a la palestra para calmar los ánimos tras un E3 2015 decepcionante. El padre de Super Mario no sabía cómo arreglar la situación y la prensa se comenzaba a echar encima, pues las dudas que generó 'Star Fox Zero' no estaban en sus planes y, por contrapartida, la locura desencadenada por aquellos que pudieron probar 'Super Mario Maker' en el E3 de Los Ángeles se hacía cada vez más palpable.
Una sorpresa, me atrevería a decir; ese 22 de junio el ilustre padre de la criatura que cumple ahora 30 años dijo lo siguiente: "Yo simplemente amo hacer videojuegos, es lo que más me gusta. Quisimos hacer que la gente disfrutara la experiencia de crear juegos por ellos mismos".
Cuando inicié mi partida con el título hace unos días quise repetirme esta frase en mi cabeza constantemente, porque lejos de todas las consideraciones previas, ideas preconcebidas a las que todos llegábamos por lo que supuestamente y sobre el papel era 'Super Mario Maker', lo que quería era disfrutar una vez más de la experiencia en dos dimensiones del bigotudo; sería un error que el título termine siendo únicamente un editor de niveles que luego nos permita compartir nuestras creaciones, hacía falta más, sentir en casa la magia que varios cientos de personas vivieron en el Nintendo World Championships.
Mucho más que la suma de sus partes
Algún día os hablaré de lo que para mí podría extrapolar una obra como ésta en la educación u otras ramas, incluso en cursos de iniciación al desarrollo de videojuegos, pero creo que lo más adecuado hoy será centrarnos en la propuesta de Takashi Tezuka y Shigeru Miyamoto, el título con el que Super Mario cumple 30 años sin que se vislumbre una sola cana bajo esa gorra roja.
Y sí, además de un gran videojuego, este lanzamiento es una enorme herramienta que pretende cambiar las reglas del juego; podríamos achacar un cierto estancamiento en lo que respecta a los desarrolladores, quienes pueden sentirse en un momento de reflexión sobre lo que vendrá después. Aquí tenemos lo que ya conocíamos, pero con una llave que antes no abría ninguna puerta; ahora Nintendo te da la mano de manera sutil, sin ser ese -pesado- guía que últimamente no abandona casi ningún videojuego donde los más pequeños de la casa puedan tener cabida.
Me hago otra pregunta: ¿necesitábamos un editor de niveles de Mario? Creo que sí, que era ahora el momento de lanzarse con este proyecto, así que me convencen esas recientes declaraciones que aluden a una idea que se fraguaba en las oficinas de Kyoto desde hacía años, sin tener en mente el trigésimo aniversario. El Wii U Gamepad es realmente idóneo para vivir esta experiencia. La interfaz es tan sencilla, intuitiva, simpática y variada que todavía me sigue sorprendiendo que no se haya hecho esto antes.
La comunidad es la que está dando un verdadero valor al título, así que aprovecho a comentar cómo se presenta ante nosotros el juego una vez lo iniciamos: por un lado tenemos un modo donde se nos dan 10 vidas para completar mundos hasta que podamos. Cada mundo estará formado por ocho niveles, uno de ellos un castillo; al finalizar dicho castillo aparecerá Toad para decir que, desgraciadamente, la princesa Peach ha desaparecido del mismo, así que empezará así un bucle infinito donde por cada castillo que completemos aparecerá otro, una melodía que define a la perfección la esencia del bigotudo, el eterno héroe al que no le hizo falta más que saltar y estar en silencio para ganarse un hueco en nuestra memoria, nuestro tiempo libre, nuestro entretenimiento.
Una fórmula inagotable
Por otro lado está el modo de exploración de niveles, con una vertiente similar a la comentada pero con 100 vidas y niveles aleatorios creados por la comunidad con un filtro de dificultad de la fase. A su vez, podremos buscar fases por creador o por otros criterios. Hay que destacar lo bien que se ha hecho el trabajo para encontrar las mejores creaciones, las más difíciles, las que tengan más estrellas (votos positivos por parte de aquellos que los hayan jugado)... El objetivo es en realidad engordar tu perfil, que seas el que más niveles ha completado, el que más banderas ha recogido, vaya.
Sería erróneo pensar que 'Super Mario Maker' es un libro en blanco donde tú, jugador, eres el que escribe la historia; no del todo, aquí tenemos una verdadera enciclopedia en la que todos estamos borrando y reescribiendo esa historia, poniendo en práctica todo lo aprendido a lo largo de tres décadas. ¿Quieres comprobarlo? Visita la casa de tu amigo o amiga que tenga el título y simplemente visita las recreaciones ya existentes de niveles inspirados en Metroid, Mega Man, Sonic... Te lo terminas creyendo; poder grabar mensajes de voz para que suenen al interactuar con cierto elemento del escenario, cambiar el skin del personaje gracias a las figuras amiibo o una caja sorpresa, objetos que no aparecieron en el juego original y ahora sí...
'Super Mario Bros.', 'Super Mario Bros. 3', 'Super Mario World', 'New Super Mario Bros. U'; se trata de cuatro opciones, para mí suficientes, con las que dar caña al editor de niveles, todos ellos con sus diferencias en saltos y comportamiento del bigotudo, no es meramente algo estético. Tendrás que jugar durante varios días para tener todas las herramientas de creación disponibles en tu inventario, así que ya sabes lo que toca durante las próximas semanas si te acabas de comprar el juego.
Cuanto más juegues más inspirado te sentirás para hacer tú tus propias creaciones, y es que 'Super Mario Maker' se siente cada día nuevo, fresco y diferente, lo cual lo acerca para mí a la excelencia; es un Mario pensado y adaptable para todo tipo de jugadores, tanto los que buscan sumergirse en las fases "impossible" como los que buscan una recreación minuciosa de algo que ya disfrutamos. Nada importa, nadie te va a imponer ningún tipo de pantalla porque es eterno, infinito, igual de perfecto que sus originales aunque lejos de ser perfecto, porque si se ha quedado tan cerca de la calificación sobresaliente es por varios motivos.
Una obra casi sobresaliente
Para empezar, el modo del desafío con 10 vidas me ha parecido bastante poco inspirado en cuanto a diseño de niveles, demostrando que EAD se ha centrado en otros apartados y ha dejado de lado un pilar capital en mi perspectiva. A su vez, la banda sonora no me parece memorable, aunque sí muy buena. No me malinterpretéis, ni mucho menos aludo a esos detalles como aspectos que no me hayan gustado, simplemente pienso que no están a la altura del resto de componentes del título, que tocan techo con casi total seguridad en el género de los plataformas en scroll lateral. Finalmente, los Power-Up son muchos, pero podríamos haber tenido muchos más. ¿DLC en camino? Posiblemente, y es solo una suposición.
Creo que es adecuada y acertada la forma en que Nintendo ha decidido que 'Super Mario' celebre su trigésimo aniversario, porque será recordado como una obra hecha por cariño, pensada para nosotros, los que disfrutamos en presente y en pasado de una canción que no deja de sonar por mucho que le cambiemos el nombre o la forma. Wii U añade a su catálogo una pieza de esas que te sientes orgulloso de tener, pero no es revolucionario, no da un paso adelante en el género sino que te dice constantemente y sin que te des cuenta que este personaje es eterno y no pasará nunca de moda.
Esto es Mario, es tu Mario.
Lo mejor:
-Facilidades para crear y compartir: concepto muy bien explotado. -Control preciso, a prueba de bombas. -La comunidad, que solo aporta positivamente al juego.
Lo peor:
-Falta de inspiración en los niveles incluidos por Nintendo. -Hay mucho contenido, pero se echan de menos cosas. -La banda sonora no es tan inolvidable como antaño.