Análisis de 'Super Mario Bros. Wonder': Nintendo lo vuelve a hacer

Comprar un videojuego de Nintendo, es en la mayoría de casos, una apuesta segura. Pese a que no crean nuevas IP, la compañía nipona se las arregla para sorprendernos cada vez más con los personajes más famosos. Hace unos meses no maravillábamos con 'The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom' y ahora lo volvemos a hacer con el protagonista más querido por mayores y pequeños. Cómo no, estamos de Mario y su nuevo videojuego, 'Super Mario Bros. Wonder', una vuelta a los orígenes de la saga pero que nos dejará con la boca abierta a cada paso (o salto) que demos.

Super Mario Bros. Wonder

Una franquicia muy querida

La franquicia ha sabido ofrecernos nuevos y originales títulos. Mario ha ido al espacio, ha tenido una mochila de agua o ha viajado a una metrópolis y, pese a que en la nueva entrega no hace nada del otro mundo, el juego de plataformas sabe cómo devolvernos a cuando salíamos del colegio e íbamos corriendo a por nuestra consola. Depende de la época que seas, una cosa es igual en todas y es que Mario siempre ha estado presente en nuestra vida, ya sea en su debut para la Super Nintendo, o en la portátil DS, el bigotudo nos ha dado horas y horas de diversión... a nosotros y a más de un padre que nos salvaba de una partida imposible.

La misma historia de siempre

En esta nueva entrega, nuestra misión es la de siempre... salvar un reino (esta vez el Reino Flor) de las malvadas garras de Bowser. La hemos visto mil veces pero, ¿y a quién le importa? La escasez de su argumento queda opacado con una jugabilidad envidiable que sólo Nintendo puede ofrecernos. Y es que la compañía se ha especializado siempre en traernos títulos sencillos a simple vista, pero la mar de divertidos y en muchas ocasiones de nuestra vida, no necesitamos más. Sentarte después de un duro día de trabajo y encender tu Switch para jugar a este título, es una gozada. Pese a llevar más de 30 años con nosotros, consiguen enseñarnos nuevos escenarios y formas de ser vencidos.

Jugabilidad envidiable

Algo que envidio de estos juegos es cómo está dirigido para todo tipo de públicos. Un niño podrá con él, constándole pero no siendo imposible. Pero también hay hueco para los jugadores más hardcore, que conseguirán exprimir el videojuego y quebrarse la cabeza en algunos momentos si quiere completarlo al 100%. La curva de dificultad es perfecta, siendo al principio algo más fácil para acostumbrarnos a sus mecánicas y, cuánto más avancemos a más peligros nos podremos enfrentar. Además, como novedad, contaremos con potenciadores y formas de transformación que nos dejarán con la boca abierta. Al principio de nuestra aventura, tendremos la libertad de elegir entre 12 personajes: Mario, Luigi, Peach, Daisy, Toad Amarillo, Toad azul, Toadette, Yoshi, Yoshi rojo, Yoshi amarillo, Yoshi celeste y Caco Gazapo. Todos cuentan con una forma de moverse diferente, por lo que nos motiva a elegirnos a todos y quedarnos con nuestros favoritos. Cabe mencionar, que los Yoshi y Caco, no pueden usar potenciadores, pero tampoco sufrirán daño alguno, algo perfecto para los más peques de la casa.

Super Mario Bros. Wonder

Nuevas transformaciones

Si a lo largo de los años hemos visto como la famosa estrella nos daba inmunidad y velocidad durante un tiempo, esto cambia por completo al incluir la Flor Maravilla, un objeto que desbloqueará (de formas muy distintas y originales) partes del escenario que no vemos a simple vista para poder hacernos con el total que la partida puede ofrecernos. A lo largo de nuestra aventura, deberemos también hacernos con monedas flor. Éstas estarán en su forma completa, siendo más complicadas de coger y habiendo un total de tres en cada nivel, y trocitos repartidos por el mismo, que van subiendo nuestro contador. Nuestro bolsillo no estará muy lleno de estas monedas por mucho tiempo, ya que en varias partes del mapa tendremos una tienda en la que podremos comprar vidas, potenciadores o marcadores de situación.

Todo que hemos hablado no son más que complementos que alimentan nuestras horas de juego, pero nuestro principal cometido será encontrar Semillas Maravillas porque, sin ellas, no podremos avanzar en nuestro camino ni entrar en los castillos importantes. El mapa está dividido por zonas, a veces por un camino lineal como antaño, pero con la novedad de que tenemos libertad de movimiento en algunas para afrontarlas cómo nos parezca conveniente. Antes de entrar en cada escenario veremos una pequeña captura del mundo, para que nos hagamos una idea de qué nos ofrece y así equiparnos la mejor insignia. Pero es que además tendremos una clasificación por estrellas, cuántas más, más difícil será de superar. Además, en cada mundo tendremos caminos sorprendentes, como posicionarte al final de la pantalla jugando con la perspectiva del 2D.

Super Mario Bros. Wonder

Un aspecto técnico implecable

En cuanto al aspecto técnico es algo que casi no hace falta mencionar. Es conocido por todos la calidad de los títulos de Nintendo y cómo consigue exprimir al máximo la capacidad de la Switch con títulos que rara vez superan el giga de almacenamiento. Los escenarios son de lo más vistosos, algunos muy coloridos y agradables pero otros como los de Bowser que resultan agobiantes y mucho más oscuros. El sonido es muy bueno, pero la mejor inclusión del título ha sido su banda sonora. Por todos es conocida la capacidad de la compañía para crear música memorable, pero esta vez nosotros seremos parte de ella, y es que hay niveles en los que tendremos que pisar ladrillos sonoros que nos acompañan en cada salto y pirueta.

Super Mario Bros. Wonder

Must-have en nuestra estantería

En resumidas cuentas, 'Super Mario Bros. Wonder' es una compra segura tanto para pequeños como nostálgicos de la saga. Una gran vuelta a sus orígenes pero que sigue sorprendiéndonos a cada paso que damos. Una delicia tanto visual como sonora que da gusto disfrutar. Sin duda, en unos días se ha convertido en un indispensable para todo aquel que cuente con una Nintendo Switch. No dudes en hacerte con tu copia y volver a revivir lo que sentías cuando salías del colegio y disfrutabas con tu consola y tu bocadillo de chocolate.