El programa PlayStation Talents sigue siendo una lanzadera para los estudios españoles. En esta ocasión, el turno es para el equipo bilbaíno Main Loop y su propuesta de terror y supervivencia: 'Submersed'. Un título que llega con la intención de hacer las delicias de aquellos que disfrutan con una atmósfera opresiva, oscuridad y la sensación de fragilidad que uno puede experimentar cuando es consciente de que un depredador marino podría partirle en dos en cualquier momento ¿Tenéis miedo a las profundidades? Hacéis bien.
Un accidente nos deja incomunicados en mitad de un lugar extraño al que nunca deberíamos haber llegado. Acto seguido descubrimos que algo extraño está alterando el comportamiento de los ya de por si temibles tiburones. La premisa no dista demasiado de lo visto en infinidad de walking simulators o experiencias de terror en la que exploramos mientras se nos cuenta una historia y tratamos de avanzar por un camino relativamente lineal, pero ¿acaso importa? Aquí hemos venido a sufrir —y a disfrutar— por exigencias del guion, y lo cierto es que el juego cumple con lo que promete; la tensión es máxima durante la mayor parte de la aventura.
Sumergido
Con poco más que una linterna y el objetivo de arrojar un poco de luz sobre lo que sucede a nuestro alrededor, nos decidimos a explorar una instalación marina en la que nadie querría pasar un par de horas —es el tiempo en el que podemos superar el juego—. Se trata de un lugar oscuro, ruinoso y en el que no somos bienvenidos... excepto si aceptamos ser el banquete de sus habitantes: tiburones de gran tamaño cuyo sistema nervioso ha sido alterado debido a una bacteria desconocida. Alguien no debió tratarlos demasiado bien durante ciertas investigaciones que no vamos a desvelaros, porque ahora somos nosotros los que acabamos pagando los platos rotos salvo que seamos lo suficientemente discretos mientras tratamos de avanzar.
Hay que decir que Main Loop ha acertado de pleno a la hora de ofrecer mucho, con muy poco. Y es que un pasillo oscuro y la sensación de que algo nos acecha es más que suficiente para generar un estado de tensión que, por momentos, lograr crear cierta ansiedad. Porque no hacen falta criaturas de otro mundo, visiones fantasmales o gritos de difícil descripción para dar lugar a una experiencia opresiva y transmitir sensación de fragilidad. Sabemos qué nos persigue, pero nunca en qué momento va a aparecer. Lo que sí sabemos es que, si nos detecta, tenemos un problema muy serio del que difícilmente vamos a salir airosos. Algo similar —salvando las distancias— a lo que un día vimos en el aclamado 'Alien Isolation', el cual era más aterrador en esos momentos de incertidumbre que cuando nos plantaba al Xenomorfo en nuestras narices.
'Submersed' está bien construido: cuando nuestro enemigo hace acto de presencia, el juego nos invita a ocultarnos, salvo momentos en los que también se da paso a la acción. Cuando estamos a salvo, algo que prácticamente solo sucede cuando no entramos en contacto con el agua, actúa como un survival horror de corte clásico, aunque con mecánicas sencillas: puzles muy asequibles, un poco de backtracking y búsqueda de objetos. Todo mientras nos cuenta una historia previsible, pero cumplidora y dosificada a través de documentos que vamos encontrando y de alguna que otra escena protagonizada con los personajes que conocemos durante el viaje. Mención especial merece el doblaje al castellano, algo que no es nada habitual en producciones modestas y que siempre es motivo de celebración.
Pero vamos a lo más importante: los tiburones. Cuando nos toca salir al exterior y sumergirnos lo hacemos enfundados en un traje de buzo que pronto se convierte en un arma de doble filo. Y es que si bien es cierto que nos permite caminar en las profundidades, también es un reclamo perfecto para las criaturas que nos acechan. Esto sucede por su sistema de detección, que nos avisa cuando algo se encuentra cerca de nuestra ubicación: si la luz está en verde no hay motivo para preocuparnos, si pasa a color naranja es hora de tener cuidado con los pasos que damos y si está en rojo... entonces la línea que separa la vida y la muerte es tan delgada que resulta prácticamente imperceptible. Es ahí donde 'Submerged' presenta sus mejores caras, ya que una luz roja nos lleva a entrar en pánico; la visibilidad es reducida, sabemos que nos persiguen y la movilidad propia de estar bajo el agua hace que los niveles de tensión se disparen y entremos en un proceso de desesperación. Una agonía que nadie en su sano juicio querría experimentar jamás aunque, por suerte, estamos en un videojuego.
Las luces de nuestro traje nos ayudan a elegir el momento ideal para movernos o esperar, pero también nos convierten en un blanco fácil. Es por eso que nos vemos obligados a decidir cuándo es recomendable encenderlas para intuir la posición del enemigo y cuándo es mejor apagarlas, agacharnos y cerrar los ojos. Aunque es cierto que esta mecánica resulta un tanto confusa y no termina de funcionar demasiado bien, ya que deja ciertos aspectos al azar y es muy complicado orientarse, también hay que decir que la idea es buena y no es nada que no se solucione con ensayo y error. Personalmente, conforme logré avanzar fui acostumbrándome y lo que en un principio me parecía tedioso y confuso, finalmente logró convencerme hasta el punto de imaginar cómo sería estar en semejante situación. Y como recomendación, creo que tratar de ponerse en la piel de una persona que mira de tú a tú a un tiburón jugando en su campo es una manera fantástica de apreciar los pequeños detalles de 'Submersed'.
Como pega, no sin antes destacar que la atmósfera recreada tanto por el entorno como por la persecución de la que somos protagonistas, hay que decir que los altibajos técnicos frutos de una producción humilde, así como lo poco inspirados —demasiado simples— que están algunos escenarios terminan dando forma a un conjunto irregular, que deja una inevitable sensación de que con un puntito más, podría haberse logrado un fantástico resultado.
'Submersed' es una propuesta interesante y muy disfrutable para cualquiera que guste de experiencias en las que la tensión podría cortarse con un cuchillo. El título de 'Main Loop' tiene carencias, pero también virtudes y, en resumidas cuentas, es capaz de lograr lo que se propone. Resulta inevitable no sentir miedo e incertidumbre cada vez que nos acercamos al agua, e incluso fuera de ella es prácticamente imposible encontrar un momento de tranquilidad. A base de insinuar más que enseñar, Main Loop consigue transmitir al jugador esa agonía de estar en un lugar desconocido y a merced de algo contra lo que no puede luchar. Cuando insinúa, genera inquietud. Cuando enseña, ya es demasiado tarde y lo único que queda de nosotros es un reguero de sangre. A pesar de lo confusa que resulta la mecánica de sigilo y de algún que otro altibajo tanto técnicamente como de ritmo, 'Submersed' merece una oportunidad y cuenta con argumentos suficientes para convencer a cualquier amante de los juegos de terror. Un título de corta duración —aunque cunde— que llega a un precio más que interesante: 14,99 euros.