Análisis 'SteamWorld: Heist', justo lo que prometía ser en 3DS

Cuando Image & Form presentó 'SteamWorld Dig' lo veían todo desde una perspectiva radicalmente distinta a como lo están haciendo ahora. En aquel entonces, Nintendo 3DS recibía en su catálogo de manera exclusiva aunque temporal un título donde sus desarrolladores tomaban un riesgo bastante grande, pues el desarrollo no había sido fácil y las expectativas de éxito no eran demasiado altas viendo lo cerca que estaba la nueva generación de consolas.

Los jugadores terminaron haciendo justicia y los británicos consiguieron no solo llegar a PC sino también al resto de máquinas del mercado. Plataformas, aventura, acción... un conglomerado de ideas que, si bien no terminó siendo perfecto o imprescindible, sí que es un título de esos que merece la pena experimenta r y conocer, sumergirse en su propuesta y disfrutar.

Ahora, con una innegable legión de fans especialmente en Europa, llega 'SteamWorld Heist' a la portátil estereoscópica de Nintendo, la primera plataforma donde la obra se ha mostrado ante el mundo a expensas de recibir la versión adaptada al resto de consolas actuales en 2016. El primer título entró con fuerza en el mercado, pero en ciertos momentos personalmente fruncí el ceño porque no todo se sentía tan natural y fresco como esperaba; 'Dig' quiso ser un metroidvania y se quedó en a medio camino entre 'SteamWorld: Tower Defense' de Nintendo DS, y esta apuesta de 2013. Con un cambio de género casi radical, ahora 'Heist' nos hace de nuevo cambiar el chip con una propuesta steampunk donde los robot de chatarra son los protagonistas.

Un gusto jugable

La tierra ha explotado en mil pedazos y los teambots se han mudado al espacio; no hace falta contar más de un argumento interesante pero que no ha terminado de convencerme, y es una verdadera lástima, pues recuerdo cómo se había comentado por activa y por pasiva que se iba a hacer más hincapié que nunca en este sentido. 'SteamWorld Heist' es un videojuego que se sostiene a sí mismo por su excelente propuesta jugable, no el resto de apartados. Rol estratégico por turnos en dos dimensiones con disparos y unas más que conseguidas mecánicas. 'Code Name S.T.E.A.M.' seguramente se enrojezca cuando vea lo que ha conseguido este estudio independiente, y eso es un mérito doble por en el género estratégico por turnos con esta estética han puesto el listón muy alto.

El diseño de los niveles, tanto visual como conceptualmente, me parece una delicia. El juego está macerado con cariño y pasión por el detalle, midiendo excelentemente bien el tiempo, sin ser muy rápido ni muy lento; te deja pensar y ser inteligente en tus movimientos. Las misiones, además, tienen el objetivo de que consigamos tesoros y cumplamos objetivos secundarios en cada fase, de forma que la rejugabilidad se da por descontado y personalmente creo que voy a seguir completando algunas de las pantallas a partir de ahora, porque sin querer entrar en spoilers, el final está bien cerrado y se nos invita a seguir y mejorar el equipo.

Lo que no me esperaba en ningún momento es lo enorme que es el mundo que se pone ante nosotros, con posibilidades de exploración y una estética muy del Viejo Oeste, reminiscencia clara a 'SteamWorld Dig' pero con una tónica quizá más oscura y deteriorada por las vicisitudes acaecidas en el planeta. Viendo lo conseguido que está todo el conjunto del apartado técnico del juego en Nintendo 3DS, tengo muchas ganas de ver cómo han logrado representar todos estos entornos en alta definición; de este modo, 'SteamWorld Heist' se convierte en una de mis apuestas personales para 2016 en el resto de plataformas.

No rompe moldes en nada, pero es sólido en todo

Pero quiero seguir hablando de las sorpresas que me he llevado a lo largo de la aventura, porque además de ser un buen juego de estrategia quiere que lo recordemos como un excelente juego de rol occidental. Los personajes que controlemos harán uso de habilidades únicas que iremos consiguiendo cuando completemos las misiones; el equipamiento será también muy variado habrá centenares de opciones distintas que luego se traducen en diferentes estilos y formas de encarar a los enemigos gracias también a la cobertura que nos da el propio escenario con los rebotes en las paredes al hacer disparos o ir planteando la estrategia sin insumiera movernos de la base inicial.

Me quito el sombrero ante todas las opciones de personalización más allá de la selección del arma, porque los tripulantes apresen estar ahí puestos para que sean modificados a nuestro gusto y semejanza. ¿Quieres granadas? Toma granadas; ¿lanzacohetes? Ten un par de ellos. Cada unidad robótica tiene un rol muy bien diferenciado y el trabajo, en definitiva, es espléndido a la hora de jugar. Dudo mucho que vayáis a deja run apartida a medias porque el ritmo y la acción se miran el uno al otro con una sonrisa.

Siempre hay algo por descubrir y nunca completaremos dos veces la misma misión con la sensación inicial. Además, hay algo que dignifica el sistema de juego y demuestra hasta qué punto es más determinante la habilidad del jugador que la exigencia de la IA, que por cierto está muy bien medida: la puntería. Disparar es cosa de ti mismo; aunque tengas una gran arma, solo si apuntas correctamente y predices dónde golpeará la bala tras rebotar en el techo podrás levantar el puño. Si pierdes, me temo que es cosa tuya.

No todo es canela, por desgracia. A pesar de que las primeras horas de juego son excelentes y me haya tirado una cantidad nada desdeñable de horas pensando que tenía entre manos el mejor juego de 3DS en 2015, finalmente hay algo que me ha desencantado un poco, y es que hubiera preferido una mayor variedad de misiones, simplemente por el hecho de no solo sentir que estaba derrotando al rival sino también por haber tenido un cambio de aires durante la aventura. Algún minijuego le habría sentado como anillo al dedo, algo más de escenas cinemáticas o un mayor énfasis en el argumento le habrían sentado de lujo, pero entiendo también el sentimiento de Image & Form por ser fieles a su estilo y haber exprimido al máximo el limitado presupuesto con el que contaban.

No me gustaría finalizar sin hacer mención especial al equipo encargado de hacer sonar el título, porque la banda sonora me ha encantado. Su nombre es Steam Powered Giraffe, y están repartidos por diferentes lugares (bares, de hecho) de la aventura. La música de este grupo está perfectamente adaptada a 'SteamWorld Heist' y es una manera muy original de adaptar el repertorio sonoro de un grupo real a un videojuego, una forma de derribar la cuarta pared pero sin querer hacerlo demasiado evidente; no es un intento por hacer gracia.

Por otro lado, creo que es capital mencionar la existencia de un parche del juego que incluirá el idioma castellano, así como otros predominantes en Europa, a partir del mes de enero. Por el momento está solo en inglés, así que es para ti un problema tener que enfrentarte a la pericia solo en el idioma de Shakespeare, en cuestión de semanas esto dejará de ser un inconveniente.

Con todo, 'SteamWorld Heist' es un juego que no logra ser sobresaliente en nada, pero no está por debajo del notable en ningún apartado. Venía con mucha expectación y han cumplido con creces mis expectativas; me esperaba algo más con la historia, pero el gameplay es una delicia. Es uno de los mejores del año para 3DS, exclusivo para la eShop y a un precio que no alcanza los 15 euros. En estas fechas, con las navidades de por medio, creo que es un título que se presta a que le demos un tiento y conozcamos por qué es tan adictivo, por qué brilla por su innegable carisma.