El 20 de Octubre 2017 | 16:09
Este análisis es muy especial para mí. No sólo estoy hablando de un título de una de mis franquicias favoritas, Star Fox, sino que estamos ante una pieza clave en la historia de los videojuegos. Un hito que simboliza mucho más que la segunda entrega perdida de una larga franquicia, sino un estandarte de un tiempo pasado, un homenaje no intencional a otra era mas sencilla que ya pasó. Y sobre todo, el espejo de lo que durante tantos años ha sido un anhelo prohibido.
'Star Fox 2' es mucho más que un simple videojuego. Es un ejemplo, una victoria para todos aquellos que creemos en que el videojuego es algo más que un simple entretenimiento, y que como pieza histórica y cultural ha de cuidarse, preservarse y documentarse. Una batalla ganada para todos aquellos arqueólogos digitales que cual Indiana Jones de los bits y los píxeles dedican su tiempo y dinero en recuperar lo que el tiempo trata de llevarse. Algo que como si fuese la Dama de Elche, está ahí marcando el ADN de toda la franquicia tal y como la sangre ibera corre por nuestras venas a pesar de la inmensidad de pueblos y tiempo que ha pasado por estas tierras, un tesoro histórico incalculable que ha pasado oculto durante 20 años y que hasta ahora no hemos sido plenamente conscientes de la influencia que ha tenido tanto para la saga Star Fox, de una manera mas directa y clara, como para toda la historia del videojuego de de modo indirecto y ejemplar.
Lo que estuvo a punto de ser, pero no fue
Corría 1996 cuando 'Star Fox 2' debía llegar a las tiendas. Pero nunca se materializó. A pesar de haber sido mostrado en ferias, de haber sido promocionado en revistas y de que Argonaut, los desarrolladores, acabasen el juego al completo llegando a pasar incluso por el exhaustivo control de calidad de "Club Nintendo" japonés (encargados del testeo de todos los títulos de la gran N), nunca se lanzó al mercado. Era 1996, tanto Playstation como Sega Saturn ya llevaban casi un año en el mercado y sus avanzados gráficos en 3D de consola de 32 bit dejaban en pañales a cualquier clase de intento de proporcionar una experiencia poligonal, por trabajada que estuviese, que ninguna consola de 16 bits fuese capaz de producir. Nintendo tomo la ¿acertada? decisión de aparcarlo en un cajón para evitar parecer desfasado y centrarse en su secuela, 'Star Fox 64' ( que en Europa lo conocimos como 'Lylat Wars'). Realmente nunca sabremos que hubiese pasado si los de Kyoto hubiesen seguido adelante con el proyecto y hubiésemos jugado a 'Star Fox 2' en pleno 1996, pero no hay manera de analizar este título sino remontándonos a aquel entonces. Obviamente, el juego no cumple con los estándares de hoy en día, pero hace 20 años las cosas eran muy diferentes.
Nada más arrancar el título en nuestra Super Nintendo Classic Mini nos encontramos con un logo de Nintendo poligonal texturizado con llamas, así como una espectacular intro llena de giros de cámara bastante impresionante para la máquina de la que estamos tratando. 'Star Fox 2' es mas y mejor, sobre todo a nivel técnico. El uso del chip FX2, evolución del chip de apoyo que se popularizó precisamente con la primera entrega de la saga y que permitía a Super Nintendo mostrar unos impresionantes ( aunque muy rudimentarios para los estándares de hoy) gráficos poligonales se hace notar en la cantidad de polígonos que el juego es capaz de mostrar en pantalla, así como la complejidad de estos. Por supuesto, también en la fluidez del título, o la aparición de efectos como texturas en algunos de los elementos poligonales, que desde luego le da un aspecto mas orgánico a esta segunda aventura. En el primer 'Star Fox' podíamos apreciar algunos de estos elementos polígonales texturizados, pero siempre en superficies estáticas y muy muy poco habituales. Su secuela hace espectáculo siendo mucho mas común verlos, además de implementarlo en algunas de las naves y vehículos en movimiento. Todo un alarde técnico que hubiera dejado boquiabierto a aquellos que lo jugasen en los 90, y que aun hoy impresiona si sabemos ponernos en el lugar mentalmente.
Aunque lo que primero entra por los ojos es sin duda sus gráficos, si hay algo que elogiarle a 'Star Fox 2' es la capacidad que tuvo de arriesgar, ir un paso mas allá y variar su jugabilidad a algo que si bien sigue siendo fiel a las raíces de la franquicia, ofrece una experiencia completamente nueva. Seguimos teniendo que controlar nuestro Arwing, pero ya no a través de escenarios on rails sino que ahora nosotros mismos seremos los dueños de nuestro destino. Andross vuelve a quebrantar la tranquilidad del sistema Lylat y nos tocará pararle los pies, pero esta vez en lugar de perseguirle hasta su base en Venom tendremos que organizarnos en un mapa, calcular nuestra estrategia mientras que vemos como sus tropas avanzan, y interceptarlas para así acabar con ellas. O adentrarnos en sus bases para frustrar sus planes... Un salto desde la aventura directa, a algo mas estratégico donde vale mas pararnos a pensar bien cual será nuestro próximo movimiento que simplemente lanzarnos como pollo sin cabeza hacia el primer enemigo que veamos.
Al comenzar la partida, se nos presenta otra gran diferencia, y es que ahora podemos seleccionar con qué personaje queremos jugar. Además de Fox, Falco, Peppy y Slippy también tenemos a dos nuevas integrantes del equipo Star fox, Miyu, una intrépida lince un tanto rompecorazones, y Fay, una perrita muy femenina, elegante y comedida, hija de aristócratas, que se une a la armada de Corneria y por tanto al equipo Star Fox, para salvar a su planeta. Ninguno de estos dos personajes han vuelto a reaparecer en toda la saga, de momento, aunque si que se han reutilizado algunos retazos de ellos como por ejemplo la personalidad ligona de Miyu o el arete que luce en su oreja, adoptados por Katt a partir de 'Starfox 64'.
Elegir a uno u otro personaje no será una mera cuestión estética, pues el Arwing de cada uno tendrá características diferentes. Fox y Falco son los más equilibrados, llevando Fox el clásico Arwing azul y Falco uno rojo. Peppy y Slippy manejarán las naves mas lentas, pero mas resistentes, con mayor capacidad de tiro y mas puntos de vida. Igualmente, la diferencia entre Peppy y Slippy es que uno tiene la nave roja, y otro azul. También en aspecto se diferencian de las de Fox y Falco, siendo mas rechonchas. Miyu y Fay pilotarán las naves mas rápidas, pero también mas débiles en lo que a capacidad de tiro se refiere. De entre todos estos personajes, podremos escoger dos de ellos, uno principal y otro que mantendremos como apoyo, nuestro "wingman", que servirá además como segunda vida si somos derrotados. Siempre que estemos en el mapa, podremos cambiar entre un personaje y otro, pudiendo así adaptarnos estratégicamente al tipo de fase a la que nos vayamos a enfrentar aprovechando las diferentes capacidades de cada piloto.
Necesitamos tu ayuda, Star Fox. Andross ha declarado la guerra
Nuestra misión será proteger el planeta Corneria, capital del sistema Lylat, del ataque de Andross. Para ello nos moveremos por todo el mapa, destruyendo misiles, adentrándonos en las bases enemigas, y encontrándonos con nuevas y no tan nuevas amenazas, como por ejemplo el Mirage Dragon, una espectacular serpiente voladora con la que Andross nos atacará cuando vea que sus filas van siendo mermadas. El enfrentamiento contra esta bestia pone a prueba todas nuestras capacidades, ya que es muy ágil y mortífera, lanza un terrible rayo por su boca y precisamente en ese momento será cuando podamos acceder a su único punto débil. Habrá que arriesgar para ganar. También nos veremos las caras con unos ¿viejos? conocidos, el equipo Star Wolf. Estos forajidos espaciales hicieron su debut precisamente en este título,y se han convertido en toda una institución en la saga, apareciendo en todos los títulos posteriores. Los combates contra Pigma, Leon o Wolf serán una explosión de adrenalina, enfrentamientos uno contra uno, de igual a igual como si una justa medieval se tratase, en entornos semi-abiertos donde podremos movernos con libertad.
No podemos olvidar tampoco las espectacularidad de la toma de bases enemigas. Nos adentraremos a los planetas que estos han conquistado, encontrándonos niveles donde tendremos la oportunidad de sacarle partido a quizás la novedad mas llamativa del título: el walker, también aparecido en el reciente 'Star Fox Zero'. Este vehículo bípedo nos permitirá caminar por tierra mientras que disparamos a los enemigos que nos acosan en el nivel, que nos distraerán de nuestra verdadera meta: cumplir una serie de objetivos ( ya sea pulsar unos botones o destruir ciertas torres generadoras de escudo) para adentrarnos dentro de las bases de Andross. Una vez dentro, deberemos recorrer sus laberínticos pasillos, ya sea a pie o en el Arwing, pues en todo momento podremos transformar nuestro vehículo en Walker o Arwing con tan solo pulsar el botón select. Tras llegar al corazón de la base, no sin habernos enfrentado a multitud de enemigos que nos acosarán disparando desde las paredes, tras los cuales deberemos escondernos para atacar con sigilo, o resolviendo pequeños puzzles a base de interruptores y botones, nos encontraremos con el núcleo que deberemos destruir en una suerte de jefe de final de fase.
Muy espectaculares son también los ataques a las enormes naves lanzadera que Andross usará para enviar sus misiles. Estos niveles, mas fieles a lo que podemos ver en el primer 'Star Fox' o en otros títulos de la saga, recuperan el avance on-rails por el espacio, limpiando de enemigos la fase hasta encontrarnos con las colosales naves nodrizas de Andross. Deberemos adentrarnos en su interior, en claro homenaje al ataque a la estrella de la muerte en 'Star Wars', esquivando las compuertas que se abren y cierran, lidiando con los enemigos, y finalmente, dándonos la oportunidad de derrotar al núcleo nuevamente, transformándonos en Walker ( o si sois valientes, a bordo del Arwing). Estos niveles son muy reminiscentes del impresionante nivel "Armada" de la primera aventura, con una estructura muy muy similar, solo que ahora tenemos la libertad de poder transformarnos para hacer la batalla algo mas sencilla.
No podemos olvidar los combates contra Star Wolf o los momentos en los que debemos dar caza a los misiles y naves enemigas en entornos abiertos, donde el mapa será nuestra guía, en encarnizadas batallas espaciales.
Otra particularidad del título es que ahora podremos elegir si queremos que la vista sea en primera persona, o en tercera, como es habitual en posteriores títulos de la saga. En el primer 'Star Fox', el nivel decidía que vista usaríamos, sin posibilidad de elegir otra. En este no, si somos los que preferimos pilotar en primera persona podremos hacerlo todo el tiempo, y lo mismo si lo tuyo es ver en pantalla el Arwing en todo momento. Igualmente, nacieron aquí algunos elementos jugables que se implantaron a partir de 'Star Fox 64', como el disparo cargado, imprescindible para realizar combos en posteriores títulos.
Mejora sustancial
La fluidez general del título también juega a su favor, todo se mueve agilmente, el control responde a nuestras ordenes al instante, y el barrel roll, movimiento defensivo que consiste en hacer girar como un tonel a nuestra nave, es mas útil que nunca; especialmente comparado con el mismo movimiento en el primer 'Star Fox' que pecaba de ser demasiado lento. Se nota el potencial del chip FX2, esa frecuencia de reloj mas alta hace que todo el título sea mucho mas agradable a la hora de jugar, responda mejor y disfrutemos de una mayor tasa de frames.
La música es sencillamente maravillosa. Muchas de las composiciones os serán familiares, pues se han reutilizado en posteriores juegos de la franquicia, o provenían del primero, pero en este 'Star Fox 2' brillan absolutamente. Acompañan perfectamente a cada momento, otorgando momentos de tensión, melodías bellas ( como el tema de Star Wolf, imprescindible) y epicidad en cada nota, perfecto para lo que vemos en pantalla. No os extrañéis si incluís alguna de estas melodías a vuestras listas de reproducción habituales, pues son tan pegadizas que será difícil sacártelas de la cabeza.
La dificultad y duración son puntos ajustados. Si bien la dificultad "normal" es bastante asequible y permite que acabemos el título en apenas 20 minutos ( cosa que por otro lado, no es tan extraño en títulos de la época y menos aún en juegos de esta franquicia), la dificultad "experto" supone un reto interesante que nos pondrá a prueba. Además, la gracia de esta saga no es completar la historia, sino rejugarlo una y otra vez para conseguir mas medallas y puntuaciones, como el buen arcade que es. En eso no cabe duda, 'Star Fox 2' es tan o mas rejugable que cualquiera de sus compañeros de franquicia. No os cansaréis de él.
El origen del todo
'Star Fox 2' es un título muy especial. Actúa como columna vertebral dentro de su franquicia, a pesar de "no haber existido nunca" prácticamente todos los juegos posteriores beben de él de un modo u otro. 'Star Fox 64' es prácticamente un remake tanto de este como del primer 'Star Fox', toma mecánicas aparecidas en este 'Star Fox 2', al equipo Star Wolf, numerosos temas musicales e incluso alguna fase, como el ataque a los misiles, directamente de aquí, que mezclado con acierto con algunos de los mejores momentos y la trama general del primer 'Star Fox' dieron lugar al que probablemente sea el mejor juego de la saga. En 'Star Fox Command' tenemos de nuevo la parte estratégica de este, con un mapeado por el que tendremos que movernos como si un RTS se tratase y alcanzando misiles, escuadrones de naves, u otros peligros para entrar en modos de combate y atacar ya si con la jugabilidad típica de Star Fox. El título aparecido para DS es prácticamente una secuela espiritual de 'Star Fox 2'.
En 'Star Fox Zero' volvemos a ponernos a los mandos del Walker, con un aspecto muy muy similar al que se vio en el juego que analizamos hoy. Y su influencia alcanza mucho más en esos pequeños detalles, como los escenarios de campo abierto ( all-range mode) que nacieron aquí, el disparo cargado, Star Wolf, y miles de pequeños detallitos más. 'Star Fox 2' es la madre de toda la franquicia, esa "Dama de Elche", símbolo de una cultura pasada que ha estado escondida durante años pero que en realidad lleva corriendo por nuestras venas desde que nacimos. Es la esencia pura de Star Fox.
Un hito mucho mas importante de lo que aparenta a simple vista
Un pequeño paso para Nintendo, pero un gran paso para la historia de los videojuegos. Si una frase pudiese resumir lo que es la inclusión de este hasta ahora inédito 'Star Fox 2' en el catálogo de Super Nintendo Classic Mini, sería esa. Porque es un santo grial, los investigadores han estado años tras la pista de la versión final de este juego, del que se tenían desde prácticamente su cancelación, varios prototipos en diferentes estados de finalización... pero nunca la versión completa final. A pesar de que se sabía que se había acabado, que estaba en algún sitio, quizás en manos de un coleccionista privado de esos que prefieren tener un objeto único en su estantería antes que preservar la historia del videojuego. O quizás en algún almacén en las oficinas de Nintendo... lo que ha resultado ser el caso.
La compañía ha dado un paso al frente publicando este título y liberándolo para que pueda conservarse, estudiarse y así comprender un poco más la evolución de esta cultura. Y eso, es algo fundamental. Que una compañía tan importante como Nintendo haya dado la cara y realizado un acto como este no es sino un maravilloso ejemplo para que otras hagan lo mismo con tantísimos otros títulos, conocidos o no, que andan perdidos en los anales del tiempo y que si no nos preocupamos por preservar, se perderán para siempre.
Ojalá hubiésemos tenido una "Nintendo" que diese un paso adelante y publicase las primeras películas del cine mudo que se han perdido, que recuperase los infinitos manuscritos de la biblioteca de Alejandría, obras de arte destruidas, o que volviese a traer tantísimos cantos y composiciones de músicos del pasado que ya nunca podremos recuperar. Una gran compañía que son su ejemplo animase a gentes de todos los campos a preservar la historia del arte y la cultura. Por eso 'Star Fox 2' no es un simple juego. Es esperanza. Es cultura. Es la llave para quizás un día poder enseñarle a nuestros nietos como nació este arte. Es un ejemplo. Y por eso, no es solo una estrella más en el firmamento de los juegos. Es, como Corneria, la base de donde debemos partir y cuya protección y preservación se encuentra en nuestras manos. Y eso bien merece la pena haber esperado estos 20 años.
Lo mejor:
Diversión directa y sin complicaciones, a la vieja usanza.
Explota al máximo las capacidades de Snes.
Muy fluido y manejable.
Que al fin haya podido recuperarse.
Lo peor:
Puede hacerse muy corto si solo pretendemos ver la historia.
La dificultad es irregular.
Hay que situarse mentalmente en el momento en el que debería haber salido.
Haber tenido que esperar 20 años para jugarlo en condiciones.