Uno de los juegos exclusivos para PS4 más disfrutables de este año ha sido sin lugar a dudas el fantástico 'Marvel's Spider-Man'. Sony ha hecho todo lo posible para que el personaje de Marvel Comics descanse en buenas manos en el terreno de los videojuegos, algo de lo que se ha encargado de forma excelente la obra de Insomniac Games. Es sin lugar a dudas la mejor entrega del superhéroe neoyorkino en el mundillo de los videojuegos y una forma fantástica de volver a reencontrarnos con el fantástico héroe.
Estaba claro que con un escenario como este los jugadores estarían hambrientos de más aventuras, más razones por las que balancearse por toda Nueva York y enfrentarse a supervillanos que no aparecieran en la aventura original. Ahí es donde entra 'La Ciudad que Nunca Duerme', la expansión DLC dividida en tres episodios que nos ha dado razones más que de sobra para mantener el disco del juego en la consola por el máximo tiempo posible. Ya hemos hablado en el pasado de 'El Atraco' y 'Guerras de Territorio', ¿pero cómo se maneja este tercer capítulo de la historia para dar cierre a todo lo que ha venido antes?
Sin un nuevo enemigo a la vista
Una de las premisas con la que se vendió el modelo de DLC por capítulos para esta aventura del asombroso Spider-Man era que cada una de las partes de la historia introduciría un nuevo supervillano clave de la galería de archienemigos de nuestro amistoso vecino arácnido. La primera parte apostaba por Black Cat, mientras que la segunda nos introducía al terrible Hammerhead como maestro detrás de la cortina. ¿En quién se centraría entonces esta tercera parte? La verdad es que en nadie nuevo, sino que rescata a Silver Sable de la campaña principal y se centra en ella... Más o menos.
Es cierto que lo que nos ofrecía el juego base sobre este personaje no era suficiente para satisfacer a los fans que ya la conocieran a través de los comics de Marvel. Apenas se nos contaba el trasfondo de Silver Sable y resultaba ser un personaje secundario sin historia ni motivación adicional que la de oponerse a Spider-Man por dinero. 'Silver Lining' intenta arreglar este aspecto del personaje profundizando en cómo consigue ser una mercenaria tan efectiva y las razones políticas por las que se mueve, pero no termina de encajar del todo con el personaje. La subtrama se nos presenta en misiones secundarias que no terminan de encajar con la imagen que nos provoca, la cual es la de una mujer fría y distante. No se relaciona lo suficiente con Spider-Man, y de hecho, si hubiese protagonizado ella misma algunas de esas misiones adicionales, podríamos cogerle más cariño; en su lugar nos quedamos con la villana más floja de esta trilogía, si es que podemos considerarla como tal pues en esta historia nos proporciona más ayuda que problemas.
Curiosamente no sucede lo mismo con otros personajes que aparecen brevemente y desde lejos en la aventura. Estas misiones secundarias que mencionamos aprovechan para dar un nuevo trasfondo a otros dos personajes femeninos de la vida del superhéroe de una forma particular y muy íntima, especialmente en lo que se refiere a cierta misión secundaria que llama hacia el regreso de una gran supervillana en la inevitable secuela. También se cuida la relación con Miles Morales, que evoluciona y llega a una nueva etapa justo para dejarnos con el gusanillo de la curiosidad sobre bajo qué condiciones aparecerá en futuros juegos.
Un cierre satisfactorio
El argumento de 'Silver Lining' busca por todos los medios dar cierre a todas las subtramas abiertas en la campaña adicional, algo que logra de forma efectiva marcando el regreso de algunos personajes, dándonos una visión del futuro de Spider-Man en el mundillo de los videojuegos y con un combate final a la altura de las circunstancias. Por desgracia lo que no está tan a la altura es la escena con la que cierran la campaña antes de los créditos, la cual resulta un poco anticlimática después de toda la emoción y adrenalina descargada. Se trata más de una palmadita en la espalda por haber terminado con estos DLC y a otra cosa.
Esta sensación de frialdad se recrudece con los trajes desbloqueables en esta mini campaña. Hasta el momento se nos habían facilitado algunas de las mejores skins del juego completo en anteriores campañas, siempre con la crítica de que les faltaba añadir algún poder adicional o extra que los hiciera únicos del todo. Los modelos elegidos para esta expansión no están a la altura de los anteriores, aportándonos apenas otra armadura para el armario y un traje cyborg como guiño a los comics. El tercero de los trajes, basado en el Peter Parker de la nueva película de animación 'Spider-Man: Un Nuevo Universo' es el más vistoso por su estilo de animación, pero no deja de ser otra vez el mismo disfraz azul y rojo cuando, en su lugar, podría haberse escogido el traje negro de Miles en la película. Eso sí, hay que dar gracias por el traje adicional y gratuito basado en la trilogía de Sam Raimi, un regalo perfecto con el que despedirse del desarrollo de la aventura y dar cierre a 'Marvel's Spider-Man' por todo lo alto.
Nada nuevo en el horizonte
El mayor problema con 'Silver Lining' no es cómo se aprovecha mal el terreno para explorar a Silver Sable u otros personajes, es que el poco tiempo de margen para el desarrollo con respecto al resto de DLC se nota en sus ideas. No existe ninguna clase de innovación en los combates o desafíos que se nos presentan, ni siquiera en las oleadas de crímenes que combatir. Los anteriores paquetes de contenido no se pueden considerar revolucionarios, pero añadían algún par de detalles que hacía que se sintieran frescos de vez en cuando, como las misiones de infiltración con Spider bot o los nuevos retos fotográficos de Screwball.
Toda sensación de innovación se sustituye por una mayor variedad en la clase de misiones que cumplimos en este DLC. No se nos limita a acabar con bases o cumplir con los desafíos de Screwball, sino que se nos presentan coleccionables especiales y múltiples nuevas misiones secundarias que se desbloquean al progresar en estas tareas. Son sin lugar a dudas el aspecto que más se agradece, pues comentamos desde aquí con los anteriores análisis la enorme falta que hacía el regreso de esta clase de elementos secundarios que aportaran algo más de vidilla a la expansión de 'La Ciudad que Nunca Duerme'.
Conclusiones
'Silver Lining' es un DLC correcto para dar un final satisfactorio a la historia de 'La Ciudad que Nunca Duerme'. Nos aportará entre cuatro y cinco horas de diversión completarlo, y tiene la suficiente variedad como para que no nos aburramos en el proceso ni nos sintamos como que repetimos las mismas tareas una y otra vez. Eso sí, no es una manera idílica de cerrar la campaña DLC: le falta una chispa de innovación que tenían el resto de episodios, así como un transfondo más interesante para la buena de Silver Sable. Pese a todo, es un auténtico disfrute y merece la pena para satisfacer, al menos por un tiempo, el hambre de superhéroes arácnidos que nos dejó 'Marvel's Spider-Man' tras completarlo.