'Spectra' llega tarde, muy tarde. Un pequeño juego de indie de naves que bebe directa y rotundamente de 'Super Hexagon': Ambientación de ciencia ficción, música electrónica para acompañar nuestras altísimas velocidades, y un acabado gráfico cercano a la simulación VR concebida en los años 90', todo con la imposición de movernos por una pista cargada de obstáculos.
La propuesta de Gateway Interactive
Gateway Interactive nos propone así un juego de velocidad de premisa muy básica y desarrollo también muy básico. Sólo tenemos ante nosotros un modo de juego, un modo arcade que nos reta a llegar a nuestra mejor puntuación. Retoma la clásica, clasiquisima mecánica tipo 'Sonic', ya que cuando nos golpeamos contra un obstáculo perdemos ventajas y multiplicadores que nos habían venido dando las "monedas" recolectadas.
El reto siempre será en solitario, y siempre contra récords, no propone carreras contra otras naves tripuladas por IA o por otros jugadores, da igual, lo que sin duda estaría muy bien. Sólo nosotros contra la marca. Eso sí, igual que sus defectos es necesario marcar sus virtudes, y de lo que no cabe duda es que tenemos ante nosotros un pequeño reto. La pista es estrecha, cargada de obstáculos y de curvas malintencionadas. En ciertos momentos se abren también bifurcaciones, que nos obligarán a ser estratégicos si queremos superar nuestra puntuación. Así, y ante este panorama, completar un recorrido es una tarea bastante complicada. Tenemos ante nosotros unos diez circuitos disponibles que podemos ir desbloqueando poco a poco sin la necesidad expresa de haber visto la línea de meta de los previos.
En PC y Xbox One
'Spectra' llega a ordenador y Xbox One, pero en sus tripas tiene diseño para móviles. Cuando vemos ante nosotros el cartel de Game Over el recuento de tres estrellas que impuso 'Angry Birds' hace unos cuantos años nos calificará en nuestra puntuación. Además vamos desbloqueando títulos que describen, a veces con crueldad, nuestra pericia a los mandos de esta nave supersónica.
Sin embargo, hay demasiadas carencias en 'Spectra'. Estamos de acuerdo en que es un título arcade muy simple, y no cabe duda porque se puede decir que es divertido y eso siempre es efectivo en un arcade, pero en un género tan manoseado como este, y tantas veces con tanto acierto, 'Spectra' se aloja en el perfil bajo de la ecuación. Hay dos problemas fundamentales: el contenido y el acabado.
Sólo un modo de juego y sólo una nave a elegir se antoja muy escaso para una propuesta arcade de velocidad. Tiene el mínimo imprescindible para ser jugable. Por otro lado, a nivel técnico es muy simple. El fondo del escenario es una imágen prácticamente estática de la galaxia y la pista una línea semitransparente. La nave, por otro lado, además de muy pequeña, no tiene animaciones ni efectos de ninguna clase.
La increíble banda sonora
Lo mejor y más espectacular de 'Spectra', y este elemento es más que notable, lo encontramos en la banda sonora que Chipzel firma para 'Spectra'. Música electrónica que eleva el juego en general. Sin embargo, hablábamos al principio de 'Super Hexagon' donde la música tiene un papel primordial, en 'Spectra' aprovechar esto hubiese sido la idea más acertada porque sería sacar provecho de su máxima potencialidad, sin embargo la música aquí funciona como mero acompañante. Cuando chocamos tiene un momentáneo apagón, pero esta es la única y superficial interacción que la partida tiene con la música en 'Spectra'.
Tenemos ante nosotros un juego muy económico, pero que se aleja mucho de los títulos punteros en los arcades de velocidad de naves. Un subgénero muy poblado desde hace muchos años, en el que 'Spectra' se ha conformado yendo a lo fácil. Eso sí, un juego con un musicote a la altura de este no se encuentra todos los días, aquí encontráis la banda sonora que os podéis comprar por unos siete euros.