FRANCOTIRADOR

Análisis de 'Sniper Elite 4' para PS4

Rebellion pule su fórmula para traernos la entrega más completa y mayor libertad de toda su franquicia.

Por Pedro Herrero 16 de Febrero 2017 | 15:45

He jugado 'Sniper Elite 4' de varias maneras, a veces incluso como si se tratara de 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain' -con el que guarda no pocas similitudes-, y otras también como si fuera 'Hitman', pero cuando gana enteros es cuando se juega como lo que pretende Rebellion. Aún así, empezar hablando así de un videojuego no hace sino hablar bien del mismo, y es que esta escaramuza italiana de Karl Fairburne presume de una gran variedad a la hora de cumplir los objetivos, aunque precísamente eso, variedad, es de lo que carecen estos. Con todo, el estudio británico trae a nuestras consolas y PC una nueva entrega de la franquicia que les ha dado la popularidad, y que a pesar de demosrar una vez su solvencia, deja claro que probablemente necesite un cambio de aires. Bienvenidos al arte del disparo lejano, bienvenidos a 'Sniper Elite 4'.

Una bala, un muerto

Después de visitar las áridas tierras africanas en la tercera entrega, el francotirador Karl Fariburne viaja esta vez al país transalpino, donde parece que el ejército alemán está preparando la manufacturación de los misiles más devastadores jamás creados. Obviamente, esto no deja de ser una historia ficticia encuadrada dentro de la 2ª Guerra Mundial, y de hecho, a saber la fidelidad cronológica de algunos de estos hechos respecto a lo que ocurriera realmente, pero lo verdaderamente importante es que la cuna del fascismo representa un escenario ideal para las mecánicas que propone 'Sniper Elite 4'.

Bien es cierto que el entorno en la primera misión no va a sorprender en exceso, siendo un idílico paisaje florido y un pequeño pueblo que en parte ha sido devastado por la guerra, pero a partir de ahí, la variedad de escenarios es sorprendente: el clásico pueblo italiano donde seremos incluso testigos de una batalla entre los nazis y la resistencia, un entorno montañoso repleto de acantilados, etc... Rebellion ha hecho uso con saber hacer de las mayores posibilidades de Italia como escenario por encima del norte africano, que más allá de su tono cálido y desértico, poco más podría dar de sí.

Afortunadamente, el equipo no se ha conformado con crear entornos más bonitos, sino también más adecuados a la jugabilidad que propone el juego. Unas mecánicas basadas en el sigilo requieren de escenarios abiertos y relativamente grandes, así como puntos elevados desde donde reconocerlo todo, o también, por supuesto, dar rienda suelta al gatillo de nuestro rifle. Dicho y hecho, Rebellion ofrece mapas fantásticos, amplios y muy bien diseñados que combinados con las herramientas de las que dispone Fairburne, obviamente incrementa las posibilidades a la hora de llevar a cabo cada objetivo principal o secundario, algo que a la larga se agradece mucho, y de paso aumenta la rejugabilidad. De hecho, el tamaño es el ideal, ya que no llega a la amplitud suficiente para dar la sensación de estar recorriendo kilómetros sin encontrar absolutamente nada que hacer, y se ha encontrado un término medio fantástico.

El desarrollo del juego en exclusiva para PS4, Xbox One y PC se ha notado, sobre todo en estos aspectos. La tercera entrega adolecía de estas características por ser un desarrollo intergeneracional, pero en 'Sniper Elite 4' encontramos por fin la libertad que tanto se echaba de menos entonces. Gráficamente también es un paso adelante importante, siendo la mejora visual más que evidente, al mismo tiempo que en ocasiones -no pocas-, el paisaje italiano nos va a dejar estampas de gran belleza, aún sin llegar al nivel de casi fotorrealismo de las grandes producciones.

Sin embargo, todas las virtudes que lucen en los mapas quedarían deslucidas si las mecánicas no acompañaran, pero afortunadamente no es el caso, aunque evidentemente haya aspectos mejorables. Como el propio nombre del juego indica, lo más premiado y satisfactorio es ejercer de tirador, buscando antes un punto elevado para, tirando de prismáticos, reconocer el terreno y muy importante, planificar nuestras acciones. No solo importante, casi imprescindible. Hecho esto, y a pesar de que sea posible hacer algunas espectaculares ejecuciones cuerpo a cuerpo, sacar el Springfield -o cualquiera de los rifles disponibles- es la acción estrella, conteniendo la respiración, esperando a que pase un avión para que oculte el ruido del disparo, y ¡bam! La espectacular Kill Cam hace acto de aparición para dejarnos ver las devastadoras consecuencias del impacto de la bala.

Esta fantástica sensación se acrecenta en modos de dificultad más elevados, donde las variantes a tener en cuenta son bastantes más, como el viento, la caída de la bala, etc... El modo Simulación es un verdadero desafío que lo es aún más pensando en el imprevisible, a veces para mal, comportamiento de la inteligencia artificial enemiga, así que probablemente, y a pesar de que en ocasiones sea frustrante, sea así como debe jugarse 'Sniper Elite 4'.

Cuando las cosas salen mal, es decir, cuando los enemigos se percatan de nuestro disparo, conviene cambiar de posición o incluso tirar de otros recursos. El moverse a hurtadillas es uno de ellos, y debe dominarse, ya que cuando intentemos reconocer un pueblo, por ejemplo, no vamos a ser capaces de ver a todos los nazis ocultos tras algunos muros o dentro de alguna casa. La Kill Cam esta vez vuelve a aparecer también cuando pillamos desprevenido a algún incauto, pero hay que tener mucho cuidado de no alertar al resto, de una vista absolutamente increíble, casi de águila. Pero además de esto, es posible disponer de minas, trampas y otros explosivos para dar cuenta de todos ellos, otorgando como decía antes una variedad al desarrollo muy considerable y agradecida.

'Sniper Elite 4' es uno de esos juegos en los que alcanzas la perfección, o casi, o fracasas, no hay término medio. Llevar a cabo nuestro objetivo sin que ningún enemigo se dé cuenta es áltamente satisfactorio, pero en el momento en que las cosas se tuercen y hay que hacer uso de armas como rifles de asalto o similares, el juego pierde muchos enteros, aunque bien es cierto que no es para eso para lo que ha sido desarrollado. Sin embargo, el manejo de las armas automáticas podría ser mejor, así como el uso de coberturas, donde la ausencia de un botón conceptual para parapetarnos tras una de ellas se nota para mal.

Pero por fortuna, este juego tiene más virtudes que defectos, y 'Sniper Elite 4' tiene mucho contenido, tanto en misiones principales y secundarias -estas irrelevantes para la historia y en ocasiones repetitivas-, coleccionables, un sorprendente multijugador cooperativo y un multijugador competitivo. Este último aporta al paquete completo, pero personalmente no termino de comprender los esfuerzos y recursos empleados en un modo online que a las pocas semanas esté seguramente desierto.

Rebellion alcanza el punto álgido

Después de cuatro entregas, dificilmente Rebellion pueda exprimir más de esta franquicia a no ser que avance varios años en el futuro y se atreva a plantear una guerra moderna. 'Sniper Elite 4' es un juego estupendo, la evolución natural de esta licencia y por supuesto, su mejor iteración, en la que la grandísima mayoría de sus mecánicas son áltamente satisfactorias y sus entornos están muy bien diseñados, formando todo un conjunto más que solvente. Sin embargo, algunas lagunas como la IA enemiga o la variedad de objetivos y misiones le impiden llegar más alto, y eso es algo que no es sencillo de cumplir, incluso con otra ambientación o contexto histórico.

A pesar de todo, nos encontramos con un juego que da todo lo que el jugador puede esperar de un título de estas características, y eso no es sino la satisfacción de ejecutar a un nazi a decenas de metros de distancia. Cumple con creces en ese aspecto y en otros, con lo que no puedo decir otra cosa que no sea que nos encontramos ante un juego notable y muy recomendable para los más pacientes que busquen un punto de vista de la guerra más pausado y menos frenético.

Hemos analizado 'Sniper Elite 4' con una copia para PS4 facilitada por Badland Games.