Muy probablemente, muchos no la conocerán. Hablamos de Alfa System, una desarrolladora japonesa que, aunque en occidente ha pasado de puntillas, lleva más de 30 años ofreciendo videojuegos muy notables. Sin ir más lejos, nos ha regalado algunos juegos de la saga 'Ys', e incluso de la saga 'Tales of', de Bandai Namco. Además, incluso si nos fijamos única y exclusivamente en nuestro territorio, AS nos ha ofrecido títulos tan interesantes como 'Oreshika: Tainted Bloodlines' (PS Vita), o las entregas de 'Phantasy Star Online' de PSP. Sin embargo, otros juegos de estilo muy nipón (una de sus señas de identidad), han pasado desapercibidos o, directamente no han llegado.
'Castle of Shikigami III'
De todas formas, si sois muy amantes de los juegos de este tipo, algunos conoceréis 'Castle of Shikigami III'. Un juego de estilo matarcianos, enmarcado dentro de los de tipo Bullet Hell, que salió en máquinas arcade en el año 2005, pero que después también tuvo versiones para PC, Xbox 360 e incluso Nintendo Wii. Ahora, prácticamente 12 años después llega este 'Sisters Royale'. Un juego que muchos consideran una secuela espiritual de aquel título, y el cual ya se encuentra disponible en PS4, Xbox One y Nintendo Switch. ¿Qué nos ofrece? Muy sencillo: otro Bullet Hell de estilo muy japonés, con una jugabilidad frenética, balas que llenan todo el escenario, personajes de estilo chibi, y un humor muy marcado.
Esa alusión al hecho de que podría considerarse una secuela espiritual de 'Castle of Shikigami' no es casual. De hecho, 'Sisters Royale' basa su sistema de juego en un concepto que ya existía en aquella saga. Solo que lo que antes se conocía como TBS (Tension Bonus System), ahora se ha cambiado por SBT. En la práctica, es exactamente lo mismo. Es decir, un sistema según el cual podemos multiplicar los puntos que conseguimos cuanto más cerca estemos de las balas enemigas o de los propios enemigos. De ahí que también sea un Bullet Hell muy particular. Porque aunque la jugabilidad del título hace que sea un juego muy ágil y con buenos controles, en realidad todo está hecho para que ese alluvión de balas sea lo más controlable posible, incitando al jugador a arriesgar.
Un argumento muy "especial"
Si no fuera porque el juego llega con una carátula que lo define bastante bien, cuando inicias el juego, uno podría llegar a pensar que es un título con un argumento serio. Aunque, claro está, esa sensación solo durará unos minutos. O puede que hasta sean segundos. En pantalla aparece un mensaje que nos cuenta la premisa bajo la que combatiremos después. Y se nos cuenta la leyenda de unas hermanas místicas que, con sus grandes poderes, llegarían algún día para hacer frente a un gran mal. Sin embargo, son unas chicas tan "peculiares", que prefieren combatir entre ellas y olvidar al malo de turno. ¿El motivo? Todas quieren casarse con el mismo chico, y eso les importa más que el propio mundo y su salvación.
Con esa carta de presentación, 'Sisters Royale' deja claro cuál será su tono a lo largo del juego. Y aunque pueda parecer mentira, a pesar de estar ante un matamarcianos, hay bastantes diálogos. Generalmente, entre las hermanas. En ocasiones, esas conversaciones son tan surrealistas y extravagantes, que resultan ingeniosas y muy divertidas. No obstante, en otras ocasiones son algo cargantes, llenas de tópicos y con ciertos momentos de vergüenza ajena ('Final Fantasy X-2' es muy serio en comparación). De todas formas, lo más preocupante es que, aunque lo hace sin malicia y sin tomarse nunca en serio, aparecen estereotipos de otra época. Algo sexistas y los cuales no creo que sean necesarios para darle ese tono de humor japonés con el que sí acierta en ciertos casos.
Hermanas muy distintas
Pero como 'Sisters Royale' es un matamarcianos, la gran salsa la encontramos en la jugabilidad. Y, en ese sentido, el tema de las hermanas sí tiene una gran importancia. En primer lugar, porque podremos elegir entre cualquiera de las cinco disponibles (también hay otros personajes vía DLC). Y también porque, en función de nuestra elección, el resto se convertirán en jefes finales para la aventura. Además, en la práctica, cada hermana ofrece diferentes habilidades en combate. Los controles son muy simples, como en todo matamarcianos de scroll vertical. Sin embargo, cada hermana puede hacer uso de su poder especial (como una invocación), que además nos da un respiro mientras lo ejecutamos, ya que las balas no nos dañarán.
Al final, manejar a todas las hermanas hace que la experiencia sea ligeramente distinta. Lo que no impide que, igualmente, la repetitividad haga mella muy pronto. Es cierto que cada fase tiene elementos únicos que aportan mucha variedad y que, además, resultan originales con respecto a lo que ofrecía el género en sus tiempos mozos. Pero queda muy claro que el enfoque de 'Sisters Royale' se basa en la repetición de los niveles. Básicamente, retando al jugador a hacer uso de ese sistema SBT que comentábamos, para conseguir cada vez mejores puntuaciones. De hecho, el juego se tiene que pasar del tirón, no permitiendo grabar entre fases. Como imaginaréis, eso también implica que no es una experiencia muy larga en su primera pasada.
Colorido y adictivo
Pese a todo, su ambientación y estilo tan raro, hacen que nos quedemos enganchados al juego desde principio a fin. Además, los controles son bastante buenos y es una gozada destrozar a tantos enemigos con suma facilidad, pero con la particularidad de que no es fácil dominar los niveles sin morir. Las fases, a pesar de ser de temáticas muy trilladas (la de hielo, la de fuego, la de viento...), aportan mecánicas únicas y muy originales. Por ejemplo, bloques de hielo que nos complican el scroll, o viento que nos puede mover en contra de nuestra voluntad. Siempre son conceptos simples, pero la verdad es que muy bien aplicados y los cuales siempre arrancan una sonrirsa. Además, gráficamente es un juego bastante bonito y el cual ofrece un rendimiento óptimo en todo momento.
En efecto, estamos ante un juego muy colorido que llama la atención por usar paletas muy diferentes en función del nivel y su naturaleza. Además, los diseños de las hermanas y los personajes son bastante molones. No en vano, todos ellos han formado parte de algún que otro manga en Japón. No se puede decir lo mismo del diseño de los enemigos, o del de las propias hermanas en pantalla (donde aparecen con estilo chibi). Son simpáticos, pero con expresión prácticamente nula y sin demasiada personalidad. Tampoco acompañan los efectos, muy simples y los cuales no están a la altura de otros juegos del género mucho más antiguos.
Música de calidad
La banda sonora tampoco pasará a la historia, pero sí hay unos cuantos temas que derrochan carisma y que, teniendo en cuenta el género al cual pertenece el juego, casan muy bien con la acción que tenemos en pantalla. Además, en el apartado sonoro sí destacan un poco más los efectos de sonido. Algo que, por otra parte, es esencial en un título de estilo Bullet Hell, con mil cosas ocurriendo en pantalla.
Es una lástima que, como decíamos, el juego no sea algo más largo. De hecho, como la curva de dificultad es prácticamente nula (todos los niveles son igual de complicados o sencillos), a poco que tengáis maña, podréis terminarlo en cuestión de 1 o 2 horas. Puede que incluso menos. Otra historia es probar todos los personajes o simplemente intentar conseguir mejores puntuaciones. Esto último, algo bastante entretenido cuando empiezas a dominar el sistema SBT.
Conclusiones
En definitiva, aunque 'Sisters Royale' no es el mejor matamarcianos que podemos disfrutar en la actual generación, sí es un juego que gustará a los amantes del género. Si además os gusta el humor japonés y el anime en general, os atrapará por completo por cosas como su humor absurdo o la estética tan colorida y simpática que tiene. Por supuesto, si sois amantes de Alfa System o de 'Castle of Shikigami', tenéis una cita obligada con él.
Mucho más teniendo en cuenta el precio con el que ha llegado al mercado (entre 13 y 14 euros en función de la versión). Es verdad que se echa en falta una curva de dificultad más marcada, más variedad de enemigos o un sistema algo más complejo. Pero también es un juego perfecto para partidas rápidas, con un gran rendimiento y muy adictivo. Es algo repetitivo, pero ofrece acción frenética con personalidad y mucho humor.