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Análisis de 'Shenmue I y II'. Un auténtico romance con los videojuegos

DOS CLÁSICOS POR UNO

Análisis de 'Shenmue I y II'. Un auténtico romance con los videojuegos

Por José Antonio Rodríguez Gómez

El 20 de Agosto 2018 | 08:46

Analizamos esta pareja que resulta difícil de rechazar si tenemos el más mínimo gusto por la historia de los videojuegos.

Cuando descargamos en nuestra consola 'Shenmue I y II' en HD, tenemos una sensación que pocas veces puede definirse sin llegar a lo emocional. Hace muy poquito, en nuestra web, os ofrecimos un análisis retro de los juegos en sí, que de hecho os invitamos a visitar en este enlace. Porque lo que os vamos a ofrecer a continuación no es una valoración de 'Shenmue' como saga o como juegos por separado, sino un análisis de la adaptación que nos llega a 2018, un aperitivo y una oportunidad para afianzar su contenido previa a la llegada de la esperada tercera entrega. Tiene así el juego la difícil labor de funcionar como un "puente" que va desde los 128 bits hasta la actualidad, de una media de menos de 1000 de resolución hasta las 4K como casi una exigencia. Bienvenidos, 'Shenmue I y II' (HD, que no falte la coletilla). ¿Qué tal os ha sentado el paso de los años? Pues...

Qué difícil es hablar de este recopilatorio. Qué duro. Y es que atajar un juego como 'Shenmue' siempre es una obra de valentía, pues resulta una exhumación de algo de hace el suficiente tiempo como para haberlo enterrado en buen estado y ahora abrir el ataúd y no querer mirar para ver cómo está, en comparación. Pidiendo disculpas por esta feísima comparación, 'Shemue I y II HD' es un título que ha sobrevivido al tiempo de la mejor manera que ha podido, sobre todo gracias a la limpieza que ha sufrido, al menos dentro de lo posible. Si podemos comparar la sensación con algo es sin duda con 'Resident Evil: Código Verónica', pero no con la excelsa versión para PS3 y Xbox 360 en la que se mejoraron las texturas y se adaptó a la actualidad, sino con la de PS4 y su lamentable uso de PS2 como máquina emulada en la sobremesa más reciente de la compañía.

Luchando en 'Shenmue'

Antes de que lancéis piedras a quien suscribe: todos sabemos que 'Shenmue' y su secuela son una absoluta joya, en su momento fueron un paso adelante y han dado lugar a cantidad de sagas que han tratado de recuperar su ambiente, véase 'Yakuza'. Pero no nos vamos a negar a la evidencia: a la hora de jugar a 'Shenmue I y II', el tiempo se nota que ha pasado factura a su aspecto y quien lo coja de nuevas, lo va a notar. No ocurre lo mismo con el jugador experto, que sabrá perdonar la rigidez en el control, el uso constante de Quick Time Events (que en su momento permitía las más bestiales escenas de lucha) y el ritmo pausado y japonés extremo de su desarrollo. ¿Sabéis lo que más ha sorprendido a quien escribe esto? El sonido. Nos explicamos.

Sonido VHS

Por supuesto 'Shenmue' se concibió como un juego que no había uso ni de sonido envolvente, ni de 5.1 ni 7.1 ni parecido, de hecho, es un juego "altamente stereo" en el que intervienen actores japoneses con una interpretación excepcional. No hablamos de calidad pues, sino de tecnología. Escuchar 'Shenmue I y II' es como ver una película en DVD a la que se ha limpiado la imagen pero el audio parece seguir manteniéndose grabado desde una cinta de vídeo. Resulta añejo, a la vez que adorable. Parece como si el pasado se mantuviese en los sonidos, y que lo diseñado para sonar por dos altavoces ahora luchase por ser brillante en equipos surround.

Luce bastante bien, por otro lado

La ciudad de 'Shenmue'

¿Qué se ha hecho entonces con el apartado visual? El excelente 'Shenmue' y su secuela han recibido el mismo trato. En primer lugar, se ha adaptado para que pueda disfrutarse en pantalla plana sin sufrir un mareo. El formato ha cambiado a panorámico, un trabajo bien hecho y en el que no han intentado "estirar" la imagen en sentido horizontal como si de una Game Boy Advance haciendo funcionar títulos de Game Boy Color se tratase. ¿Sabéis lo que choca? Que no han podido hacer lo mismo con el motor de las escenas de vídeo (que sí, utilizan el motor del juego en todo momento); lo que provoca que veamos cambios continuos de 16:9 a 4:3. Y eso no es que nos encante, para qué nos vamos a engañar. Eso sí, la limpieza visual es más que evidente, y el que no la vea tiene un grave problema. Las texturas se han limpiado, y el juego pasa de "borroso" a muy bien definido. Los rostros mejoran, los detalles. Y esto es un arma de doble filo.

Lo que podría lucir ahora como un bello pueblo japonés, es también ahora una fuente de superficies más planas de lo que en su momento nos parecía (es lo que tiene el tiempo). A lo que no ha sentado mal es al extraordinario nivel de detalle del juego, que nos ofrece experiencias como notar las calles muy vivas, personajes que rozan el estilo anime, partículas que flotan, tiendas, incluso la ropa... 'Shenmue I y II' mantiene ese nivel, lo mejora y pese a las carencias evidentes por el paso del tiempo, hace su papel de manera más que magistral para traernos al presente el título de la mejor manera posible.

¿Es una experiencia plena?

Cambios de ratio en 'Shenmue'

¿Pero qué chorrada de planteamiento es ese de llegar a pensar que 'Shenmue I y II HD' pueden no gustar en 2018? Basta con tener cierto sentido del gusto. Son dos joyas que han sobrevivido al tiempo y cuyo mejor apoyo para lucir bien a estas alturas del siglo XXI es el propio usuario, que será capaz (o no) de perdonar las carencias del tiempo y permitirá que el título llegue a suponer un elemento diferencial aún ahora. Un medio para tener bien guardada esa saga que no llegó a venderse más por su casi desaparición, con una secuela apenas distribuida en su versión para Dreamcast y por la que en su momento, los usuarios daban guerra en Xbox (jamás llegó a PS2).

Conclusiones

Adorable, lleno de recuerdos y a la vez con el fuerte "portazo" que supone el tiempo, 'Shenmue I y II HD' sale a la venta con el usuario como mejor aliado. Sus recuerdos, su gusto por el pasado, su audio tan desfasado como adorable acompañan unas grandes actuaciones de actores y un paso adelante en los videojuegos que ha dejado huella hasta la actualidad, o al menos hasta que en 2015, se anunció el proyecto de Kickstarter del tercer juego, que alcanzó su objetivo en pocas horas. Si os compráis esta colección de joyas, hacedlo o porque queréis estar al día para el tercero o porque guardáis mucho cariño a los mismos, pero probablemente si os hacéis con ellos de primeras y sin la mente abierta, vais a sufrir, y en plena era de internet, también los juegos saldrán escaldados por las valoraciones. Y es que por mucho que pese, el tiempo ha pasado, ya no pensamos igual y ya no valoramos igual. Las joyas también se llenan de polvo, y si sabemos quitárselo como se ha hecho con esta reedición en alta definición, seguiremos disfrutando de ellos. Si no, muy posiblemente no merezca la pena. ¿Habéis reservado el tercero? ¿O vais a superar estas dos entregas antes? No es ninguna mala idea, os guste o no.

8,0

Lo mejor:

Dos joyas que reviven de buena manera

Vienen los dos, y eso le gusta a todo el mundo

Lo peor:

Los cambios de proporción de pantalla repentinos

El sistema de juego, de primeras, resulta chocante

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