El 8 de Julio 2015 | 09:38
Es indudable que la especialidad del estudio Koei Tecmo es el estilo musou, juegos que ponen todo su peso en ofrecer al usuario impactantes luchas llenas de acción frenética, en las que lo que más cuenta es el número de combos y el tipo de diferentes ataques que podemos llegar a encadenar para acabar con hordas de enemigos interminables. La franquicia 'Samurai Warriors Chronicles' no podía ser excepción, y esta tercera parte que mezcla algunas características de los anteriores juegos y aporta otras nuevas, no iba a ser menos.
Lo primero que ofrece 'Samurai Warriors Chronicles 3' es la opción de decidir si queremos que nuestro personaje sea hombre o mujer. Una vez hecha nuestra elección, el título nos lleva hasta una de las mejores innovaciones de la franquicia: el editor de personajes que también pudimos ver en 'Samurai Warriors 4'. En anteriores entregas de 'Samurai Warriors', teníamos que conformarnos siempre con manejar un personaje predeterminado, pero ahora tenemos la opción de crear nuestro propio samurái, cosa que se agradece enormemente.
Yo, personalmente, quería probar cómo era manejar un samurái con sobrepeso, y así lo hice. El editor resulta un avance fantástico, ya que además de contar con bastantes modelos de cara, cabello, ojos... también nos deja seleccionar el color, tamaño y otras características de las facciones, permitiéndonos crear personajes muy distintos entre ellos, algunos incluso delirantes. Por si fuera poco, según va avanzando el juego, podremos ir construyendo también nuestra personalidad, ya que cuando se nos haga una pregunta, tendremos varias opciones disponibles a la hora de responder, cada una muy distinta de la otra. Lo que creo que deberían haber hecho es añadir algunos modelos más de voz, ya que los disponibles me han parecido pocos y muy parecidos entre ellos.
No se admiten samuráis gordos
Sin embargo, el editor resulta un arma de doble filo, y ahora explicaré por qué. Una vez creado nuestro personaje, da comienzo el modo 'Historia', que cuenta con unas cinemáticas bastante correctas para tratarse de un juego de Nintendo 3DS, y que, por supuesto, se disfrutan mucho más si se conecta el 3D de la consola. Cuál fue mi sorpresa al ver integrado en ellas a mi estrafalario samurái, tal y cómo lo había creado. Pero el hype que había desatado en mí el editor, fue interrumpido de forma cortante en cuanto empezó el juego en sí, en la primera batalla en la que ya puedes manejar a tu personaje. Aquel no era mi samurái. Ni estaba gordo, ni tenía el tamaño ni los rasgos que yo había creado. Era igualito que el modelo predeterminado de los anteriores juegos, conservando tan solo el tipo y el color de cabello que le había asignado. Decepcionante.
Centrándonos en el juego en sí, se nota que los desarrolladores han querido ir en este título un paso más allá, ya que además de la vital importancia de ensartar un enemigo tras otro con nuestra katana en cada combate, las decisiones que tomemos durante el mismo podrán cambiar el curso de la historia. Y es que además del objetivo principal (que no muera ninguno de nuestros aliados, conquistar la mayor parte de territorios y vencer al ejército enemigo), irán apareciendo objetivos opcionales que dependiendo de si los cumplimos o no, cambiarán algunas cosas según vaya desarrollándose la batalla.
Sumérgete en la historia de Japón
Batallas que, por cierto, mezclan realidad y ficción para acercarnos a la historia de Japón, país con una gran tradición histórica. A todos los que les interese el país nipón seguro que verán en este juego algo de atractivo extra, ya la mayoría de personajes que ocupan la pantalla existieron en la vida real, teniendo la mayoría de ellos un papel bastante relevante en el período Sengoku.
Por si fuera poco, el menú del juego cuenta con el apartado 'Enciclopedia' en el que vienen incluidos archivos y datos sobre todos los personajes principales. Así, es imposible perderse entre las relaciones y ramificaciones de todas las familias y clanes que conforman 'Samurai Warriors Chronicles 3', permitiéndonos disfrutar del juego con un conocimiento más profundo.
Otro de los apartados del juego es el modo 'Desafío': batallas contrarreloj en las que tendremos que darlo todo para terminar antes de que se acabe el tiempo, un auténtico reto para aquellos a los que el modo principal les sepa a poco. Aquí podremos ir obteniendo diversos tesoros para personalizar más a nuestro personaje, sobre todo a lo que a sus armas se refiere.
Una falta imperdonable
Pero si hay un modo de juego con el que debería contar este título y del que se nota la gran falta, es el multijugador. Esto es algo que le deja en auténtica desventaja frente a otros juegos del mismo estilo, ya que hoy en día la mayor parte de títulos cuentan ya con un modo multijugador, ya sea local u online, cooperativo o no. Esta es una ausencia inexplicable y garrafal, ya que en las batallas contamos con hasta tres aliados más dispuestos a ayudarnos, algo que encaja perfectamente con la idea de un modo multijugador.
Desarrolla tu táctica para la victoria
Y es que sin duda lo que más engancha del juego son las batallas, que tendrían mucho más interés si pudiéramos disfrutarlas con otras personas, pero bueno. En ellas tenemos tantos combos por hacer, tantos enemigos que hacer saltar por los aires, que tardas mucho en cansarte. Los momentos en los que la cámara se ralentiza cuando vences a un general enemigo son simplemente geniales, al igual que los explosivos ataques musou, golpes disponibles solo cuando tengamos suficiente barra de carga.
Las batallas son muy intensas porque los mapas son cada vez más amplios, y además de nuestro personaje, podemos tomar cuando queramos el control de cualquiera de nuestros tres aliados principales, para así poder cubrir todos los flancos. Por si fuera poco, cada uno de ellos tiene su propio ataque musou personalizado, y cuando están varios cerca, pueden combinar sus fuerzas y destrozar al ejército rival entre los dos. Imposible aburrirte. La única pega que les puedo poner a las batallas es el momento en el que aparecen nuevos soldados enemigos; hay ocasiones, en las que en lugar de verlos aparecer desde lejos, se materializan directamente a tu alrededor, algo que se hace bastante surrealista.
El japonés manda
Por otra parte, las peleas son tan emocionantes y ruidosas, que apenas se percibe nada de la banda sonora, quedando bastante inservible. Donde más se escucha es precisamente en el menú de inicio, y sí, cuenta con un estilo japonés al que nos tienen acostumbrados este tipo de juegos, pero como pasemos mucho rato salseando por el menú se acabará haciendo bastante repetitiva. Ayuda sobre todo en las cinemáticas, que por cierto, no están en castellano.
A decir verdad, no hay nada del juego en español, ni siquiera los textos. El audio predeterminado es el japonés, más que adecuado para el tipo de título del que estamos hablando, y todos los textos están en inglés. Esto no es malo, ya que las frases tanto del menú, como de las escenas del modo historia y de las que se escuchan durante la batalla son bastante simples, por lo que teniendo una mínima noción de inglés se puede entender absolutamente todo. Aunque al comercializarse en España, creo que no habría estado de más que incluyera la opción de contar con subtítulos en castellano por lo menos, para todo aquel que lo prefiriera de esta manera.
En definitiva, un nuevo título de 'Samurai Warriors' en el que no han arriesgado demasiado, con innovaciones bastante cuestionables y faltas que no se pueden permitir. Eso sí, sus responsables saben de sobra que la mecánica musou de siempre funciona, y termina por enganchar bastante. Si a eso le añadimos que podemos aprender un poco más de la historia de un país tan curioso como Japón, el interés también aumenta. Puede ser un juego recomendable para aquellos que hayan probado un poco el estilo musou y les guste, pero a los que ya lo hayan jugado bastante les parecerá más de lo mismo, y encima, sin modo multijugador.
Lo mejor:
-Unas batallas frenéticas con muchísimos objetivos por cumplir. -Los ataques musou y sus efectos. -Poder ahondar en la historia de Japón. -El diseño original de los personajes.
Lo peor:
-La falta de un modo multijugador. -Hacer que te entretengas con el editor para que luego solo puedas ver a tu personaje en las cinemáticas. -Las pocas opciones de idioma. -La banda sonora resulta a veces cargante.