El buque insignia de Xbox One que prometía transportarnos a las filas de los bravos ejércitos de legionarios romanos, con una calidad gráfica obra del estudio Crytek, nos sorprende con la misma brevedad que una sesión de fuegos artificiales. Si bien en PC nos libramos de todas esas molestas limitaciones técnicas de la consola de Microsoft como la resolución y la tasa de frames, el contenido del juego no nos llega a enamorar. Un Beat'em Up en tercera persona con pocas posibilidades interactivas y unos escenarios cuidados al detalle. Los combos de ataque son realmente sencillos e intuitivos y el avance del personaje a lo largo de cada batalla carece de alicientes más allá del uso de cuatro botones para acabar con nuestros enemigos. Entrando en materia, en 'Ryse: Son of Rome' nos pondremos en la piel de Marius Titus, un destacado soldado a las órdenes de Roma, reconocido por los suyos por sus mortíferas habilidades.
"Una experiencia ligeramente interactiva"
Esta descripción encaja de una forma curiosamente familiar con la del personaje principal de 'Shadow of Rome', título que los más jóvenes no tendréis el placer de conocer. Por suerte, este juego llegó a las tiendas antes de que los QTE se pusieran de moda, evento sobre el que prácticamente está construido en su totalidad 'Ryse: Son of Rome'. Nuestra historia comienza en Roma, justo en el apogeo del imperio, coincidiendo con la invasión de un poderoso ejército bárbaro que está llamado a las puertas del palacio del emperador Nerón. Es evidente que Microsoft escogió este escenario para elaborar una carta de presentación capaz de atraer a potenciales compradores. Un palacio ofrece un sin fin de posibilidades donde los diseñadores pueden recrearse: estatuas, frisos, columnas, empedrados... una verdadera oda a la arquitectura romana. El resto de nuestra aventura, salvando un par de episodios, se desarrolla en Britania, con un entorno dominado por la vegetación aunque cada misión tiene lugar en un enclave distinto con características particulares.
Nos gustaría poder hablar de algo más que las texturas o las animaciones, pero el juego tiene una profundidad narrativa que convierte cualquier mínimo comentario en un spoiler importante. Cada episodio posee una serie de clímax gráficos introducidos por espectaculares eventos cargados de explosiones, efectos de luz y partículas. Todos estos detalles convierten a 'Ryse' en una verdadera película interactiva en la que el simple choque de dos barcos de guerra se convierte en una escena obra del mismísimo Michael Bay. De la misma forma, los combates se jactan de mostrar un nivel de violencia que combinada con la calidad gráfica hace que cualquier otro juego del mismo estilo parezca un "Barbie: Salón de Belleza para Mascotas". Podemos decir que la calificación para mayores de 18 está sobradamente justificada.
El modelado de las caras es ciertamente sorprendente y otro detalle del diseño a tener en cuenta. Sus animaciones son un poco limitadas, pero resulta toda una experiencia visual poder apreciar los estragos de la edad traducidos en arrugas y cicatrices, e incluso ese pequeño brillo en los ojos que parece decirnos que hay vida tras la inteligencia artificial. No obstante, no todo lo relacionado con el diseño es una panacea que nos haga olvidar otros insultantes despropósitos. Una de las grandes críticas de los usuarios, y también nuestra, apunta directamente a la indiscriminada repetición de modelos para llenar el escenario.
Demasiado predecible para un título de Crytek
La IA, a la que hemos citado anteriormente, es muy predecible en el campo de batalla. Sólo nos harán falta un par de encuentros con nuestros enemigos para reconocer sus dinámicas de ataques, por lo el que el resto de nuestras horas de juego consistirá en quitarle el color a las teclas y disfrutar de los escenarios. Bloquear, ataques encadenados, cargar, romper la guardia y un sinfín de QTEs... son movimientos que estamos cansados de ver en otros títulos como la franquicia de 'Assassin's Creed'. Por último, el modo multijugador, es un clásico modo horda en el que nos enfrentamos a los enemigos de la campaña en los mismos escenarios y con el mismo sistema de combate que hemos descrito anteriormente.
En conclusión, salvando la impresionante experiencia gráfica que supone 'Ryse' y que, en muchos aspectos, servirá de fuente de inspiración para futuros proyectos, el juego estrella de Microsoft nos deja casi indiferentes. Cuando alguien compra un videojuego por lo general espera que sea más juego que vídeo, pero eso mismo es lo que ofrece 'Ryse: Son of Rome'. Una "experiencia fílmica ligeramente interactiva", con una sucesión de impresionante escenas épicas.