Análisis de 'Rogue Legacy 2', más herederos y toda clase de escuderos

Los roguelites y los indies se llevan de la mano. Es un concepto que encaja muy bien con el desarrollo independiente: permite reciclar ideas y escenarios para alargar una aventura sin un abuso excesivo de recursos. Permite buscar el perfeccionamiento de las habilidades y conocimientos de los jugadores. Lo difícil siempre es lograr convencer a uno por qué debe repetir niveles y aventuras al completo. Cuál es la variante entra en juego para que se anime a una partida más.

El primer 'Rogue Legacy' supo encontrar una manera de atraer a los jugadores a este formato. Mezclaba los metroidvanias con un punto aleatorio, un combate sencillo con toda clase de obstáculos y varios estilos de juego en forma de trabajos para los personajes. El punto más interesante que traía consigo era la idea de modificadores que podían aparecer en partidas siguientes en forma de fobias, las cuales podían transmitirse de un personaje a otro.

Era un concepto interesante, aunque había espacio para la mejora. Quizás un replanteamiento del formato podría llevar la idea a su máximo esplendor. Por esto era emocionante el anuncio y el early access a su secuela 'Rogue Legacy 2': podían apuntar más alto con el feedback del público. Ahora que el juego está completo y en todas las plataformas es hora de juzgar el legado que ha dejado.

'Rogue Legacy 2'

Redención para la familia

La trama de 'Rogue Legacy 2' es muy semejante a la del primer juego. Una terrible traición ha llevado al nombre familiar a arrastrarse por el fango, dejando a los futuros descendientes en la pobreza y la humillación. Nuestro rey nos ofrece la oportunidad de redimirnos a través de un viaje a su antiguo reino con el objetivo de conseguir el fruto que se perdió en la revolución. Pero el precio de tal trayecto es alto: nadie que se adentra en esos muros regresa para contarlo. Tu personaje no vivirá si fallas la misión.

Eso no supone el fin del mundo, claro. Para el rey ese no es más que un caballero que ha muerto por su honor y que encantado abrazará la muerte. Y tras él vendrán más: sus descendientes pueden ponerse en primera línea de combate y perecer por la misión sagrada si hace falta. De hecho, ellos tendrán más posibilidades de supervivencia. Cuando nuestro personaje muera podremos elegir a uno de sus hijos en la línea sucesoria y tomar su control para mandarlo de nuevo al reino. Una perfecta justificación para cambiar de personaje tras la muerte.

El elemento que principalmente trasladaremos de una partida a la siguiente será el dinero. Todo el oro acumulado en una aventura se deja como herencia para la siguiente generación, y esos fondos pueden usarse para reforzar los héroes con mejores armaduras, ampliaciones de nuestro castillo personal y otras mejoras significativas. Cada vez será más fácil avanzar por el reino, aunque lo realmente importante será nuestra experiencia: lo que hemos aprendido de nuestros errores y patrones de los enemigos lo aplicaremos para mejorar en el siguiente intento.

'Rogue Legacy 2'

Aprender de los errores

La mayor crítica a la que debe enfrentarse 'Rogue Legacy 2' es si es capaz de superar al primer juego. No andaremos con rodeos: la respuesta es no, pero es una comparativa injusta de base. El legado que dejó aquella entrega es inigualable. Marcó un antes y un después en la influencia a muchos desarrolladores independientes que estaban surgiendo por aquella época. Desde que vio la luz muchos se han inspirado en las ideas que dejaba atrás para hacer crecer el campo con más posibilidades, y debemos agradecerle que la industria sea algo mejor a día de hoy.

'Rogue Legacy 2' es incapaz de dejar un impacto semejante. Compite contra la larga sombra de su antecesor, y sin ideas revolucionarias no iba a marcar ningún cambio hacia el futuro. En su lugar se centra en ampliar y hacer la experiencia un título más moderno para actuales generaciones. Trae al frente más en todos los campos y saca pecho en su capacidad de doblar en número el contenido disponible en el título. Hay más clases jugables, más jefes, más escenarios y su reino explorable es mucho más grande.

Los números no pueden mentir. Toda esta ampliación de las posibilidades se traduce en más horas de juego y entretenimiento, con una media de 40 horas de duración para sólo la primera partida, mayor o menor cantidad dependiendo de nuestra habilidad y capacidad de adaptación. Es el doble que el original, y no cuenta con las posteriores nuevas partidas plus que añaden todavía más modificadores y dificultades que podemos ajustar a nuestro gusto. Si buscamos un título largo y posiblemente eterno, la secuela cumple esa función mejor que el original.

'Rogue Legacy 2'

El reino de todo o nada

Cada uno de nuestros intentos por conquistar el reino para por dos fases: la exploración del mapa, el cual se genera aleatoriamente, y el enfrentamiento con los jefes. El primero es una amplia mejora con respecto al primer juego por tener la buena idea de limitar algunas de las habilidades a la progresión que hagamos explorando el castillo, desbloqueándose de una forma similar a un metroidvania con el cual podemos experimentar y abrirnos a más posibilidades.

Este estilo metroidvania funciona muy bien con lo ya planteado en el pasado, pero al juntarlo con el sistema de clases y atributos especiales se rompe en poco tiempo. Algunas veces podemos encontrarnos con un personaje volador que vuelve totalmente irrelevante el necesitar esas habilidades desbloqueables o el propio diseño del mapa en sí. Podemos saltarnos desafíos para acceder a jefes de esta manera y abre las posibilidad en el escenario de speedrun, pero lo facilita en exceso para cualquier partida casual.

A 'Rogue Legacy 2' le cuesta mucho encontrar un equilibrio entre el planteamiento del primer juego y em querer añadir más contenido en grandes cantidades. Los resultados pueden ser desmedidos y no logran el objetivo que debía perseguir la secuela: refinar los fallos del primero y lograr una obra más cercana a la perfección. Se conforma con la filosofía de más es mejor y no considera el resto de variables. No lo malinterpretéis, es fantástico tener más contenido, pero lamento que se hayan dejado de lado otros aspectos por centrarse en este.

El juego intenta aplicar los desafíos de dificultad como un parche para poder superar faltas como estas. Hay combates y pruebas especiales que se desbloquean a lo largo de la aventura que nos pueden animar a descubrir los puntos fuertes de alguna clase a la que no diéramos importancia, y volver a enfrentarnos a algunos de los jefes bajo ciertas limitaciones puede ser divertido. Replica la idea de los jefes extra especiales que ya tenía el primer juego y nos ofrece un mayor número de estos. Pero no son perfectos: la mayoría se centran mucho más en ofrecernos más jefes en pantalla al mismo tiempo y los atributos quedan al azar. No están igual de ingeniosamente pensados.

'Rogue Legacy 2'

Conclusiones

'Rogue Legacy 2' intenta superarse con respecto al original siendo un juego muy continuista que quiere aportar más contenido a sus fans, pero no pretende convertirse en una experiencia memorable. Sus auténticos puntos fuertes quedan para cuando terminamos el juego y podemos jugar con ciertos modificadores a nuestro gusto, pero hasta entonces se queda como simplemente más de la aventura, no mejor. Y agrandar tanto sus posibilidades también remarca más los puntos débiles que tenía el primer juego. Es entretenido, pero su legado no perdurará de igual forma en la industria.