Finalmente, tras varios meses de espera con respecto a Japón y con mucho escepticismo de por medio por las críticas recibidas por parte de la prensa especializada en el país del Sol Naciente y aquellos que accedieron a la versión nipona, ya he podido catar la versión de Wii U de 'Rodea: The Sky Soldier', una obra a la que posiblemente le haya dedicado mucha más atención de la que realmente se merecía, o por lo menos eso es lo que siento tras haber estado al menos tres años esperándolo.
No os penséis que le vamos a catear, tranquilos. No es para tanto. Lo digo por si estás corriendo para ver la nota y comprobar si Zonared también ha suspendido a 'Rodea: The Sky Soldier', porque para mí personalmente la nota es o de menos. Prefiero que te leas los párrafos que vienen a continuación y compruebes por ti mismo que Yuji Naka no ha firmado aquí su mejor obra, ni mucho menos. Así pues, remontémonos al año 2010, un lustro atrás, cuando Prope anunció por primera vez el título y lo ofrecía como una idea en la que podríamos explroar los cielos. Todo ello estaría aderezado por el estilo que merece un equipo tan preparado con nombres como Takayuki Nakamura en lo musical o Jin Hasegawa en la dirección.
Cuando vuelas tan alto...
Todo pintaba de lujo, porque en caso de salir bien, Wii tendría un titulazo con el que despedirse; sin embargo, el tiempo pasó y la consola del control por movimiento era ya cosa del pasado, de modo que el proyecto tuvo que migrar a la por aquel entonces flamante Wii U, mientras que la de Nintendo 3DS estaba con dos tercios ya completados. Kadokawa Games estaba a las vísperas de publicar la fecha de lanzamiento hasta que todo se empezó a complicar y las páginas del calendario fueron pasando en vacío para Prope, pues 2013 y 2014 finalmente no fueron el año de 'Rodea: The Sky Soldier', sino que ha sido éste, 2015. Nosotros hemos podido jugar la versión de Wii U, aunque Yuji Naka recomendó que jugásemos la edición para Wii; pero no nos ha sido posible.
Si nos leéis desde hace tiempo recordaréis el avance que publicamos de la versión de Nintendo 3DS a principios de año, pero poco tiene que ver la portátil estereoscópica con ésta, que supuestamente era la más potente. La presentación y puesta en escena está muy bien, todo sea dicho. El imperio Nada, con seres mecanizados, pretende y decide invadir el continente flotante de Garuda, un territorio fuente de miles de recursos elementales para la naturaleza y que, en caso de ser destruidos, todo se va literalmente a la porra.
Cecilia y Rodea escaparán y es aquí donde entra en juego una de las armas principales del juego, que es el argumento. Lejos de ser ejecutado como a mí me hubiera gustado, empezamos a volar, y eso es una verdadera pasada. Las reminiscencias a Sonic están ahí, el control reside en unas premisas muy básicas y simples, que no tratan de engañar a nadie, pero sin embargo nos vemos bastante limitados constantemente no solo por la 'gravity energy' sino por el diseño de los escenarios.
Es imposible ser del todo objetivo con un título que viene de donde viene. Uno de los problemas elementales a la hora de enfrentarnos a este título, especialmente si os gusta SEGA, es que os penséis que nos espera un buen tomador del testigo del erizo azul o Nights into Dreams, porque en ese vuelo en el que se encuentra Rodea todo termina con un buen golpe, casi un estrello. Dejémoslo en un aterrizaje forzoso.
Artísticamente bello, gráficamente inaceptable
No me gusta valorar un título por us gráficos, pero cuando el apartado artístico -que insisto, me encanta- queda empañado por el fatal acabado de algunas texturas en escenarios y elementos que componen este universo, la combinación no es para anda satisfactoria. El propio tutorial es extraño y no tiene los tiempos bien medidos. Con el paso de las horas nos vamos acostumbrando, y al igual que en el resto de títulos donde Yuji Naka haya tenido una implicación clave como es éste, los controles son asumibles y sencillos, con unas dinámicas centrales tan directas como apuntar con una retícula al punto deseado y disponernos a volar hasta ahí, pero... algo falla. No terminas de sentirlo vivo, de sentir que estás ante algo grande al que se ha dedicado tantísimo tiempo. Hay quienes consideran que llega a ser frustrante, y en gran medida es así si no terminas de hacerte con ello. En efecto, el control es muy malo.
Con todo, vemos que llega la recta final y no hay tampoco una mejora sustancial en la calidad de unos niveles poco inspirados. Además, en mi caso he experimentado bugs en las fases 14 y 16 a la hora de encontrar las 9 medallas esparcidas por todos los escenarios (5 de bronce, 3 de plata y una de oro). Los jefes finales, por otro lado, me han gustado, quizá de lo más divertido de la obra dentro del apartado jugable, ya que los extras -modo en primera persona, o nuevos personajes- no son un incentivo suficiente para la búsqueda constante de un auto convencimiento de que el juego no es un desastre.
No es desastroso, pero sí algo decepcionante
El propio Yuji Naka ha pedido por favor a través de su cuenta oficial de Twitter que sea la versión de Wii la que juguemos; en ningún momento hace alusiones a las otras ediciones del juego, quizá consciente de lo que se venía encima. Nosotros le haremos caso y lo haremos cuando se dé la ocasión, pero en Wii U no termina de arrancar y la curva de dificultad es incluso confusa en según qué momentos del nudo de la historia, justo cuando parece que todo se va a poner más interesante y finalmente es demasiado fácil, predecible y simple, sin ambición. No termina de creerse capaz de superarse a sí mismo y es otro aspecto que termina pasándole irremediablemente factura, porque cuando empieza a mejorar llega la recta final.
El ADN de este cupo de genios contemporáneos se evidencia, hay cierta idiosincrasia con aquellos títulos que nos hicieron soñar, pero sinceramente lo mejor de 'Rodea: The Sky Soldier' es su banda sonora y todo lo referente al apartado artístico y diseño de los personajes. Poder poner las voces en japonés ayuda y mejora e resultado audiovisual. Os aseguro que me gustaría poder citar algo destacable, un punto remarcable por lo que recomendaría comprar 'Rodea: The Sky Soldier', ese título que apuntaba muy alto y finalmente no llegó a despegar.
Algo se perdió en el camino y se nota. Se nota demasiado. Desilusión y sensación de vacío a partes iguales con un juego que no es ni mucho menos nefasto; no os va a hacer apagar la consola, es simplemente que vais a sentir estar jugando un título de hace cinco años y que el tiempo le ha hecho mucho daño. Ha envejecido antes de nacer y se ha quedado a medias en todos aquellos puntos en los que quería sorprender. Me encantaría poder haber hablado mejor de 'Rodea: The Sky Soldier', pero finalmente solo me queda decir que lo alquiles y compruebes por ti mismo si merece o no la pena la inversión.