El 25 de Enero 2014 | 21:43
Ya os hemos contado con anterioridad la vieja historia que cuenta como Sega buscaba alguna estrella carismática para protagonizar sus geniales juegos de plataformas destinados a demostrar el enorme potencial de su por entonces nueva consola, la Mega Drive. Si queréis más detalles podéis echarle un vistazo al análisis de 'Castle of Illusion', juego que está considerado como el "hermano" del juego que hoy nos ocupa, 'Quackshot'. Esta nueva alianza entre Sega y Disney nos proponía manejar a Donald convertido en todo un Indiana Jones, en una mezcla tan simpática como divertida.
En busca del tesoro perdido
Todo comienza un día en el que Donald decide visitar al Tío Gilito en su mansión, pero el acaudalado pato decide echarse una siesta, y Donald empieza aburrirse. Rebuscando entre los libros de la enorme biblioteca del Tío Gilito, Donald encuentra un libro polvoriento del que se desprende un extraño papel atrapado entre sus páginas, parece muy antiguo, y tiene aspecto de ser un mapa. La única descripción disponible indica que se trata del mapa para encontrar el tesoro del Gran Garuzia, el mítico gobernante de un reino perdido que se dice escondió sus riquezas en algún lugar del mundo. Si ese mapa es autentico, entonces Donald podría hacerse con el tesoro y ser incluso más rico que el propio Gilito. Donald se encuentra tan ensimismado pensando en lo que haría con esas riquezas que no advierte que desde la ventana le esta espiando el malvado Pete junto con su banda de maleantes. Estos tratan de robarle el mapa, pero Donald consigue escapar con él. Después corre a ponerse su ropa de aventurero y se va en busca de sus 3 sobrinos para que le ayuden a encontrar el tesoro. Por el camino se encuentra a su novia Daisy furiosa porque él ha olvidado la cita que tenían, pero si Donald encuentra el tesoro, entonces podrá cubrirla de riquezas y se le pasará el enfado. ¡Eso si que es matar dos patos de un tiro! Así que es hora de ponerse en marcha y salir a la caza del tesoro, pero será mejor que Donald vigile sus espaldas, porque Pete no se da por vencido y anda tras sus pasos.
Al comenzar veremos una pequeña introducción que nos narra estos acontecimientos previos, después llegará la hora de escoger en qué fase queremos comenzar a jugar, ya que el juego permite elegir libremente el orden en el que completaremos los niveles, e incluso nos permite repetirlos. Esto será necesario en más de una ocasión, ya que los niveles suelen ocultar zonas secretas que no son accesibles la primera vez que los visitemos y que ocultan objetos y elementos necesarios para poder continuar nuestra búsqueda del tesoro. Todo esto le da al juego un componente aventurero que es muy de agradecer, y que lo aleja de otros juegos de plataformas en los que simplemente vamos completando fase tras fase en un orden predeterminado.
En un primer momento tan solo podremos escoger entre 3 fases repartidas por el mundo: Duckburg, la bulliciosa metrópolis donde deberemos localizar un extraño artilugio necesario para nuestra aventura. México, donde recorreremos los desiertos hasta llegar a una misteriosa pirámide. Y Transylvania, donde habrá que encontrar la forma de entrar al castillo del siniestro Conde Drácula, que parece poseer la clave para avanzar en nuestra búsqueda. Si vemos que en un nivel no podemos continuar avanzando, quizá sea porque nos haga falta un objeto especial, así que desde el inventario podremos llamar al avión pilotado por los 3 sobrinos de Donald para que nos lleven a otra localización diferente. A medida que avancemos iremos abriendo el acceso a más niveles repartidos por todo el mundo, y será necesario completarlos todos si queremos llegar hasta el gran tesoro.
Curiosamente y a pesar de permitirnos escoger el orden en el que afrontar las fases, la curva de dificultad está bastante bien ajustada. Al ir desbloqueando nuevos niveles por "packs", la dificultad va ascendiendo gradualmente sin importar si vamos a este o a aquel nivel. En líneas generales el juego no es sencillo de completar, pero no se hace desesperante. Podemos quedarnos atascados por no encontrar algún objeto que nos falte, pero si usamos un poco la cabeza y buscamos bien, tarde o temprano encontraremos la forma de continuar. Es de esos juegos que recompensan al jugador que explora cada rincón, y castigan a aquel que simplemente se dedica a avanzar sin más.
Armamento no-letal
El control de Donald responde de maravilla a nuestras órdenes, podremos correr, saltar, deslizarnos por el suelo, y usar el arma favorita de Donald, una pistola que dispara desatascadores. Estos desatascadores sirven para inmovilizar a los enemigos durante unos segundos, evitando así que puedan hacernos daño. A lo largo del juego encontraremos otras "armas" por el estilo, así como mejoras para el lanza-desatascadores que Irán mejorando sus prestaciones, como por ejemplo poder usar los desatascadotes para escalar paredes verticales.
También encontraremos guindillas picantes esparcidas por los niveles, no son muy comunes, pero si juntamos 5, Donald desatará su furia durante unos segundos y arrasará con todo enemigo que se le cruce. Estas guindillas sirvieron como homenaje a este juego dentro del 'Castle of Illusion Re-Imagined' que recibimos en tiempos recientes y que re-imaginaba el 'Castle of Illusion' original protagonizado por Mickey Mouse. En esta misma versión remakeada encontrábamos algún que otro guiño más a 'Quackshot', pero esos os dejaremos ya a vosotros buscarlos.
Donald contará también con un medidor de salud que indica cuantos golpes más puede recibir antes de perder una vida, este medidor se puede rellenar de diferentes formas con comida que van dejando caer los enemigos a veces al ser neutralizados. No obstante en los niveles también encontraremos trampas que pueden acabar directamente con el bueno de Donald, como fosos sin fondo, o paredes móviles dispuestas a convertir a nuestro héroe en paté de pato. A lo largo de la aventura también nos iremos encontrando con otros personajes que nos van dando pistas y consejos sobre como avanzar, y algunos de ellos será necesario visitarlos más de una vez.
En determinados niveles nos estará aguardando algún boss de fin de fase que no será precisamente fácil de vencer. Estas batallas contra jefes finales suelen permitir cierta libertad a la hora de acabar con ellos dependiendo de que objetos usemos, resultando así más fáciles o más difíciles. De modo que aunque ya sepamos como acabar con un jefe, puede que la segunda vez que juguemos al juego demos con una forma mejor. 'Quackshot' es de esos juegos que incitan a la rejugabilidad, y de los que uno simplemente no se cansa por muchos años que pasen. Siempre se apetece echar una partidita a él por muchas veces que nos lo hayamos pasado.
Un tesoro visual y sonoro
Técnicamente el juego resulta impecable, los escenarios son de gran belleza y muy coloridos, y su complejidad técnica no tiene nada que envidiar a la de juegos posteriores. El sprite de Donald está magníficamente animado y no le falta detalle, demostrando qué Sega ya sabia exprimir bien el potencial de su consola sin necesidad de que Sonic estuviese implicado en el proyecto. La banda sonora es simplemente inolvidable, con temas muy simpáticos y animados que exprimen genialmente las capacidades sonoras de la consola.
Y es que 'Quackshot' salió a la venta en 1991, un año después que 'Castle of Illusion'. Aquel mismo año otro juego de plataformas acaparaba la atención de los que posaban sus ojos sobre la Mega Drive de Sega, ese juego era 'Sonic the Hedgehog'. El erizo azul era la cima de una larga y genial serie de juegos de plataformas que por desgracia no habían conseguido el éxito que merecían. 'Quackshot' pertenecía a esta misma serie, pero el hecho de llegar en pleno auge de la consola gracias al erizo, le sirvió para llegar a muchos hogares ganándose así el cariño de bastantes usuarios.
Tras 'Castle of Illusion' con Mickey Mouse, y este 'Quackshot' con Donald, Sega se acabaría decidiendo por unir a ambos personajes en un título llamado 'World of Illusion' del que algún día también os hablaremos. Esta formidable trilogía de juegos de plataformas marcó en gran medida el extenso catálogo de esta consola, demostrando así que había calidad plataformera más allá de Sonic. Y esto tan solo en los primeros años de la consola, ya que después vendrían decenas de juegos similares herederos de estos clásicos de primera hornada, como el también inolvidable 'Dynamite Headdy'.
Existe además un juego llamado 'The Lucky Dime Caper' para Master System y Game Gear que casi se podría considerar una versión de 8 bits de este juego, y aunque su trama es ligeramente diferente, su planteamiento es muy similar, y guarda más de un elemento en común con 'Quackshot'. Si tenéis curiosidad por este título no os preocupéis, algún día os hablaremos también de él aquí.
Esperando su regreso
Por desgracia 'Quackshot' solo ha sido reeditado una vez en todos estos años, y fue para Sega Saturn en un disco recopilatorio donde venía incluido también 'Castle of Illusion' y que solamente salió en Japón. Ojala que el éxito del remake de 'Castle of Illusion' nos brinde también un remake de este 'Quackshot' para consolas actuales, o al menos una reedición con el juego original. Mientras tanto solo nos queda la opción de jugar al cartucho original para Mega Drive, que por suerte, no es especialmente difícil de encontrar en nuestros días.
Así que ya sabéis, sacad vuestras Mega Drive y uníos a Donald en su búsqueda del tesoro del Gran Garuzia, y así vosotros también encontrareis un gran tesoro, un tesoro llamado 'Quackshot'.
Lo mejor:
Su componente aventurero, ya que lo aleja de otros juegos de plataformas más simples. Su dificultad está muy bien ajustada. Su impecable apartado técnico.
Lo peor:
Que Sega casi se haya olvidado de él.