El 23 de Enero 2017 | 17:00
El número siete en el título de 'Resident Evil 7' es accesorio. Pese al siete, perfectamente se puede comprender esta nueva entrega como un reboot para la franquicia a todos los niveles, un paso necesario y un paso efectivo, que sitúa de nuevo la saga 'Resident Evil' en la primera línea del terror, en un momento muy interesante para el género en videojuegos. Sin embargo, durante estos meses de espera hasta el lanzamiento se ha creado la idea de que, en este camino de renovación, 'Resident Evil' ha perdido su identidad envuelto en el vaivén de la moda -el salto a la primera persona hace que referencias como 'Outlast', 'P.T.' o 'Soma' comiencen a brotar de nuestra boca sin descanso-, y, sin embargo, 'Resident Evil 7' se aleja de los congéneres para reivindicar su nombre. Para desvelarse como un juego genuino de la franquicia en la que se ampara. Para ser, en muchos sentidos, un título fiel.
Dos décadas de 'Resident Evil' han servido para darle las mil y una vueltas al género de éxito. El binomio comercial de la saga se ha manifestado en videojuegos y cine, y todo ello sin que ambos planos tengan mucho que ver entre sí. Las películas de 'Resident Evil' son blockbusters de acción sin complejos, mientras que para comprender la evolución de la saga en videojuegos necesitamos profundizar un poco más. Los primeros juegos de PlayStation, el primero en particular, nos enfrentaba a una triple combinación: terror, envuelto en puzles de exploración, con dosis de acción. Un reto que caló en la población de su tiempo, y que no tardó en desembocar en una segunda entrega, luego en una tercera, luego en spin-offs, cuarto, quinto juego numerado, sexto... Cuando una saga sobrevive tanto tiempo es necesario que mute con el paso de los años, tratando de adaptarse a los nuevos tiempos; y en ese empeño no cejó Capcom, desde que el propio Mikami pegase un giro a la acción con 'Resident Evil 4'. En ese giro con el juego de Gamecube, un juego muy aplaudido, por otro lado, la saga fundó una nueva estela todavía más volcada a la acción en capítulos posteriores. Si pensamos en los juegos principales, la acción se convierte en el ingrediente principal, pasando de juego de terror de zombies a shooter de zombies. Un cambio de ritmo, un cambio de pretensiones, un cambio de estilo, y una ausencia de rumbo. Sin embargo, y por fortuna, con 'Resident Evil 7' necesitamos hacer un punto y aparte. Para comprender el nuevo juego hay que echar la mirada justamente al primero.
La pesadilla de Ethan
El 'Resident Evil 7' encarnamos el papel de Ethan, que termina envuelto en el pegajoso calor de los pantanos de Luisiana, donde localiza una granja: la de los Baker. Una familia muy particular que nos espera para la cena. Igual que en un slasher clásico, y sin quitar de la cabeza las pautas que ya marcó en los 70' 'La Matanza de Texas', el empeño de Ethan es lograr escapar de la trampa mortal que es la propiedad Baker. Lo interesante es que durante buena parte de la partida hay una sensación de desconcierto, que se resuelve en pequeñas dosis a través de archivos, intuiciones y las escasas per efectivas líneas de diálogo. Conoceremos a los personajes implicados en esta pesadilla, y aquí acudimos a una paradoja, en la que resultan mucho más interesantes los villanos de esta historia, que los que están de nuestro bando. La familia Baker es una bestialidad, especialmente Jack, el padre de esta tropa de sureños.
Pensando ya en el propio juego, el cambio más evidente es que la cámara se ha movido a la primera persona; también han desaparecido las cargas de las puertas, y del clásico movimiento de los personajes de 'Resident Evil' aquí ya no queda ningún vestigio, sustituido por un sistema de control perfectamente reconocible de cualquier juego en primera persona. Sin complejos, esta nueva hornada de creadores capitaneada por Koshi Nakanishi, director, han fulminado muchos de los elementos críticos de 'Resident Evil'. A pesar de ello, lo que hacen es separar el grano de la paja, y lo que nos proponen no es otra cosa que recuperar la pauta de diseño del primer título. Tenemos una propiedad, con un edificio principal de varios pisos y otras edificaciones anexas, que representa un escenario bastante amplio, pero también cerrado, como reminiscencia evidente a la mansión original de 'Resident Evil'. En la propiedad Baker iremos encontrando puertas cerradas, mecanismos a accionar, contraseñas a desbloquear, configurando un tipo de puzles clásicos en la franquicia 'Resident Evil'. Una pauta perfectamente reconocible y prácticamente olvidado, que se convierte de nuevo en el núcleo central del juego. Esta mecánica de exploración y puzles requiere también de un diseño de escenarios brillante, para que ambos elementos se combinen en un todo. Aquí es donde 'Resident Evil 7' se crece, dejando atrás el pasilleo de otras entregas, y recuperando la conexión entre pasillos, pasadizos, a través de entornos con atmósferas muy diferentes, pese a, repito, presentar un entorno de límites claros. Por encima de los enfrentamientos, por encima del hilo argumental, recuperar de una manera genuina ese sistema de puzles y exploración tan familiar es, probablemente, el gran acierto del juego.
Exploración y acción
Teniendo claro que la exploración es el elemento central, no se obvia la acción y los enfrentamientos. Acudimos aquí a otro cambio importante, y es que el número de encuentros es mucho menor del que cabría suponer. Automáticamente se establece un conjunto de relaciones: menos enemigos, pero más duros, logran dar carisma a nuestros enemigos, e importancia a los encontronazos. Recuerda a Némesis, en la medida en la que nos toparemos con ciertos enemigos duros y recurrentes. Logra, además generar de manera efectiva cierto sentimiento de angustia o impotencia, con la posibilidad de morir en cada encuentro siempre presente. La munición no es especialmente abundante. Sin embargo, los enfrentamientos con los enemigos finales son, probablemente, la peor parte de la aventura. Quizá porque algunos de ellos se desarrollan en salas demasiado pequeñas, quizá porque los enfrentamientos físicos en primera persona nunca han terminado de cuajar como deben, o quizá por la propia rutina determinada para estos combates importantes, pero esta no es la parte más brillante, y debería serlo. Hay un empeño por convertir estos momentos en épica y reto, pero tienden a ser, en su lugar, encuentros desordenados.
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— Zonared (@zonared) 23 de enero de 2017
Cuando se comprenden los dos elementos principales del juego: la exploración y resolución de puzles y el sistema de enemigos, es hora de las comparaciones con sus congéneres. Como decía, 'Resident Evil 7' se parece más a 'Resident Evil' que a otros juegos de terror del momento. Sin duda. Probablemente demo de 'Resident Evil 7' guarda más parecido con 'PT' que el resto de juego al completo, y respecto a 'Outlast', las mecánicas que se ponen en marcha son diferentes. Está claro que los creadores de 'Resident Evil 7' han jugado con atención a los juegos más recientes del género, pero también quieren aportar su propia visión en la saga. Si pensamos en la atmósfera, 'Resident Evil 7' tiene más de gore, que de terror psicológico. De hecho, sorprende que sea especialmente explícito algunas de las escenas. No obstante, hay ciertas partes en las que el título se convierte, y busca un terror más opresivo, con algunos a algunos de los juegos de manos con los que 'Layers of Fear' me atormentó a base de sustos. De lo que no tengo duda es de que hay que jugar con cascos, destacando un trabajo de sonido especialmente bueno, a base de traqueteo constante de golpes aquí y allá desesperante. Sin embargo, la tensión verdadera la consigue no con el susto tras cada esquina, aunque lo intente de cuando en cuando, sino con la sensación de indefensión. La sensación de un peligro real.
Esta experiencia también se puede afrontar en PS VR, lo que convierte a 'Resident Evil 7' en el primer juego que podría, verdaderamente, aprovechar con sentido esta tecnología en PS4. Sin embargo, no soy capaz de quitarme de la cabeza que la compatibilidad con el casco de realidad virtual lastra al juego en lo técnico. Se puede mencionar un buen sistema de iluminación, pero hay que hablar de un apartado visual cumplidor, sin que sea, ni mucho menos, un elemento a recordar.
Conclusión
Probablemente, una de las diferencias más notorias de 'Resident Evil 7' respecto a las últimas entregas principales es que se siente de manera más intensa la autoría de los creadores -de las personas que han ideado el juego-, y menos como "juego de estudio". Esta es una distinción que los cinéfilos comprenden perfectamente al comparar, por ejemplo, una película de Shyamalan con la enésima de los estudios Marvel, pero que en videojuegos todavía no manejamos en nuestro lenguaje diario, y deberíamos. En ese sentido, 'Resident Evil 7' es un juego más libre, más desenvuelto. Más capaz.
De esta forma se firma un cambio de aires coherente para una franquicia en constante evolución. Comentaron los desarrolladores que 'Resident Evil 7' es un paso atrás, un paso atrás para caminar con más impulso. Lo fundamental es que el movimiento que supone 'Resident Evil 7', dando nuevos aires a la saga, justamente rebuscando con acierto entre los elementos nucleares de los primeros juegos. Sin embargo, sería injusto reducir 'Resident Evil 7' a ese papel determinante como garantía de futuro para la franquicia, lo que es importante para la saga y para el fan. Pero, más allá de esto, si valoramos 'Resident Evil 7' como juego de terror/gore independiente de su nombre, la verdad inquebrantable es que nos encontramos con un título genial por sí sólo. Un juego al que, pese al siete, puede entrar cualquier persona que jamás haya tocado un 'Resident Evil', sin que se vaya a perder un ápice de lo que aquí está sucediendo. Son buenos tiempos para el terror, lo que se traduce en un juego como este, que hunde sus cimientos en los puzles, la exploración, y la sensación de tensión que impone el nuevo reto de Capcom.
Juego disponible en PS4, Xbox One y PC. Versión analizada: PS4.
Lo mejor:
- La familia Baker. - La exploración y los puzles toman el protagonismo. - El diseño de escenarios. - Sabe recuperar los elementos clave de los primeros 'Resident Evil' y actualizarlos.
Lo peor:
- No es visualmente espectacular. - Los enfrentamientos con jefes finales son mejorables. - Los personajes protagonistas no tienen el mismo carisma que la familia de enemigos.