La saga 'Resident Evil' estuvo por años dando bandazos, sin saber qué rumbo tomar y cometiendo algunos errores que la llevaron a perder la gran calidad que atesoraba en sus primeras entregas. Con la llegada de 'Resident Evil 2 Remake', la compañía volvió a los orígenes, ofreciendo no solo una visión actualizada del clásico survival horror, si no alzando la calidad hasta cuotas difíciles de igualar. 'Resident Evil 2 Remake' se convirtió en uno de los mejores juegos del pasado año 2019 por méritos propios y cosechó numerosos premios. Sin ir más lejos desde nuestra casa le entreguemos el premio a GOTY como mejor juego del año. Con la llegada de 'Resident Evil 3 Remake', las expectativas estaban muy altas visto el antecedente, pero cabe recordar que el propio 'Resident Evil 3 Nemesis' supuso alguna que otra decepción para los más veteranos de la saga. Aún así fue un título que gustó mucho en su momento y otros cientos de miles de usuarios quedaron encantados con él. La duda es completamente lícita: ¿Está 'Resident Evil 3 Remake' a la altura de las expectativas siendo el remake de aquél título que apareció en el año 2000 para PlayStation, y después de lo que ha supuesto el propio 'Resident Evil 2 Remake'?
En este punto quiero ser completamente sincero con los lectores; este es uno de los análisis más difíciles que he tenido que realizar puesto que el título que nos atañe está por completo cubierto por muchísimos claro/oscuro. Difícilmente podría decir que no es un buen juego, pero indudablemente el equipo tras su desarrollo -M-Two, capitaneado por Tatsuya Minami- ha tomado algunas decisiones de diseño que, como poco, son controvertidas y que pueden llegar a desagradar a algunos jugadores, en especial a los más veteranos. En cualquier caso, vamos a ir desmontando todo lo que trae y puede ofrecer este remake, paso por paso.
Un apartado audiovisual de máximo rendimiento
Está demostrado que los equipos de Capcom saben trabajar con el motor gráfico RE Engine y a la vista de todos está su efectividad. 'Resident Evil 3 Remake' no dista mucho de la calidad gráfica vista en su predecesor, y no solo eso, mejora algunos apartados como la iluminación e incluso los modelados de los personajes, algo en lo que ya destacaba el propio 'RE2 Remake'. El despliegue es sencillamente impresionante; estamos ante uno de los juegos más bonitos y avanzados de la actual generación y todo luce de una forma espectacular; sombreado, efectos de partículas, iluminación volumétrica, modelados y tratamiento de los materiales. La versión analizada es la de Xbox One X, y el juego se mantiene en constantes 30 fps, aunque muy de vez en cuando puede tener alguna bajada puntual, algo que apenas es perceptible.
La saga siempre ha contado con un gran apartado sonoro, y en este caso no es una excepción. Las voces están localizadas al español y el doblaje es bastante bueno. En este punto aconsejamos jugar de forma encarecida con cascos, ya que el título gana de forma exponencial y los efectos sonoros acompañan hasta límites insospechables; desde los gemidos guturales de los enemigos hasta el más ligero paso y movimiento de estos. La banda sonora, como viene siendo marca de la casa, es bastante buena, y el título recupera y remasteriza algunas piezas clásicas, ya sean procedentes del propio 'RE 2' como del 'RE 3 Nemesis' original. En ocasiones incluso este detalle podrá dejarnos los pelos como escarpias al conmemorar aquella época, pequeños detalles que los más nostálgicos sabrán apreciar.
Lo que significa ser un Resident Evil
La herencia transmitida directamente de 'Resident Evil 2 Remake' llega a esta entrega con algunas novedades jugables para adaptarse a la acción ofrecida, algo que ya estaba presente en el original. Durante los últimos días hemos estado jugando a la campaña para intentar sacarle todo el jugo posible. Para ello hemos completado el juego 4 veces. Aquí es donde comienza un poco la controversia que se va a levantar en torno a este título. La primera vuelta nos ha llevado en torno a 8 horas, jugando de forma muy tranquila, deteniéndonos a leer todos los documentos, recoger todos los objetos y dejar prácticamente todas las salas limpias, a su vez que disfrutábamos de sus escenarios y de su ambientación. La campaña principal es indudablemente más corta que la de su predecesor, y a diferencia de 'RE 2 Remake' aquí no contamos con la segunda pasada, la cara B, además de no tener acceso a capítulos especiales como "Los otros supervivientes", o el modo mercenarios del original, algo que ha sido sustituido por otra modalidad y de lo que os hablaremos más adelante.
En su lugar el juego obtiene diversas dificultades que ofrecen cambios bastante sustanciales. Para ello, al inicio tenemos acceso al modo asistido, normal, y hardcore. Una vez superamos el modo hardcore -que recordamos, era la dificultad máxima de 'RE 2 Remake'- se desbloqueará el modo pesadilla, en el que los objetos y enemigos estarán cambiados de lugar, y en el que estos últimos serán bastante más agresivos, letales y numerosos. Para finalizar, si superamos esta dificultad se desbloqueará la dificultad infierno, donde hay que sumarle que los enemigos serán incluso más poderosos que antes, donde se eliminarán ciertas máquinas de escribir y baúles y donde el autoguardado (presente en ciertas zonas del juego justo antes de algún evento ciertamente difícil) será del todo inexistente. Y en este punto es donde nos encontramos con otra decisión que llevará a más de uno a decepcionarse: las cintas de guardado han sido eliminadas del juego en las dificultades más elevadas, algo que hace perder la sensación de survival horror. En su lugar, podremos guardar tantas veces como deseemos a lo largo de la aventura, y el componente estratégico se diluye a causa de ello. Un apunte más, en este 'Resident Evil' tenemos el enemigo final más duro y difícil de toda la saga en sus dos dificultades más altas.
'Resident Evil 3 Remake' es indudablemente un survival horror y muchas de las mecánicas jugables vistas en su predecesor están de vuelta. La exploración clásica está presente, pero con muchos matices ya que el juego se vuelve algo irregular en este sentido. Por decirlo de algún modo , los viejos fantasmas están de vuelta, y lo que se estimaba como una persecución incansable del antagonista -Nemesis- se vuelve una sucesión de scripts que interrumpen la experiencia bastantes veces a lo largo del juego. Es cierto que durante los primeros compases, Nemesis nos perseguirá -a ratos- mientras tenemos que recorrer la ciudad de Racoon City, pero este componente desaparece antes de lo deseado y más pronto que tarde estaremos enfrentando una sucesión de escenas predefinidas en las que apenas tenemos que ejecutar alguna acción, como avanzar o presionar algún botón. No queremos especificar cuánto dura este tránsito para no realizar spoilers, pero es mucho menos de lo que pensábamos cuando inició la pantalla de inicio. No faltan a la cita los combates finales contra jefes,y de hecho creemos que son bastante buenos, pero por desgracia no brillan lo suficiente como para que perdamos de perspectiva la innegable sensación de que el tema de Nemesis podía haber dado bastante más de sí. Este punto tampoco sorprende en demasía si analizamos el original, donde también ocurría algo similar y donde el antagonista llegados a cierto punto dejaba de acosarnos. Eso sí, se han conservado los enfrentamientos eventuales -fuera de los enfrentamientos que cuentan como jefe- donde podemos combatir, si queremos, a Nemesis, y si lo derrotamos obtenemos equipo especial que de lo contrario nos perderíamos.
Los enemigos de 'Resident Evil 3 Remake' son mucho más agresivos que los de 'RE2 Remake', empezando por el antagonista y acabando por los propios zombies, que serán capaces de realizar varias embestidas con la intención de agarrarnos. La protagonista de esta entrega, que como ya sabréis es Jill Valentine, personaje que comparte protagonismo junto con Chris Redfield en la primera entrega, estará dotada de un movimiento de evasión para evitar los ataques enemigos. Este movimiento nos ofrece además la oportunidad de realizar un crítico al enemigo si lo ejecutamos correctamente, y entraremos en un modo bala que nos facilitará un autoapuntado automático a la zona más vulnerable del enemigo. Ya os adelantamos que en la dificultades más elevadas será vital que sepáis realizar esta evasión, de lo contrario la supervivencia no está, para nada, garantizada. A su vez, el otro personaje jugable -el cual también podíamos manejar en el original-, Carlos Oliveira, tendrá a su disposición una arremetida con el hombro con la que podrá alejar los enemigos de él para buscar ese espacio necesario para disparar. Si ejecutamos este movimiento con precisión, Carlos arremeterá con un puñetazo que noqueará al enemigo por un muy corto periodo de tiempo. Como TPS, funciona muy bien. La acción está bien balanceada; se siente y se juega de forma muy orgánica y es muy satisfactorio. Las armas se sienten muy eficaces, y nuestra habilidad como tiradores será vital para la supervivencia en las dificultades más elevadas. El gunplay es exquisito y se producen situaciones muy revulsivas. Definitivamente Capcom ha realizado un gran trabajo en este aspecto.
El diseño de niveles, en las zonas con backtracking, es similar a lo visto en la anterior entrega. El problema que le vemos es que aún estando bastante presente, es bastante inferior a lo visto en 'RE2 Remake'. De por medio, como ya hemos comentado, hay muchas escenas scriptadas que hacen que se diluya la experiencia. El juego es algo irregular en este sentido y en ocasiones, como ya hemos comentado, se le ven las costuras y regresan los viejos fantasmas de la peor época que ha vivido la saga. A esto hay que sumarle que, por alguna razón, el juego apenas cuenta con un par de puzzles, y tampoco es que sean relativamente difíciles, un detalle bastante doloroso e incomprensible que hace que desluzca. Y si tenemos que mencionar la fidelidad con el original, es cierto que hay muchísimas cosas que han cambiado en los escenarios e incluso en la propia historia, algunas para bien y otras para mal. Pero indudablemente el guión está bien escrito y aún con los sacrificios, es muy disfrutable.
Para hacer el juego más rejugable, además de las dificultades extra, tenemos a nuestra disposición los méritos, algo que ya estaba presente en la segunda entrega, pero que para la ocasión nos trae ciertas novedades en forma de desbloqueables jugables. Como ya ocurriera en 'RE 2 Remake', al completar ciertas tareas en el juego, se desbloquean los méritos, y con ellos tenemos acceso a la visualización de concept arts y a visionar modelados de los personajes del juego, pero además nos añaden a nuestra cartera un número de créditos con los que podemos adquirir y comprar en la tienda dentro del juego armas especiales y objetos que nos ayuden, si así lo vemos necesario, a superar el juego en las dificultades más elevadas. De ese modo podemos acceder a armas con munición infinita, objetos que nos dan más daño y defensa, trajes para Jill o incluso armas exclusivas, como la legendaria Samuari Edge, arma exclusiva de Jill, que ya hacía acto de presencia en el original. Con ello, Capcom está buscando premiar a los jugadores que decidan tomar esos retos y superarlos y hacer la campaña rejugable. Aquí cada cual valorará si le es rentable o si le compensa a cambio del sacrificio de otras cosas. Personalmente no voy a negar que en estas cuatro vueltas me he divertido mucho, y aún con sus sacrificios, es uno de los grandes juegos que han aparecido en lo que va de año.
Los otros supervivientes y el modo mercenarios, sacrificados por 'Resident Evil Resistance'
El modo campaña de 'Resident Evil 3 Remake' está acompañado de un modo online, el cual se siente casi como si fuera un juego independiente, llamado 'Resident Evil Resistance'. NeoBards Entertainment ha sido el encargado de llevar su desarrollo adelante y se trata de un modo online asimétrico donde un jugador toma el papel de villano, para ser más exactos, un científico con muchísimas criaturas a su alcance, que debe impedir que los otros 4 jugadores huyan de las instalaciones.
En el papel del científico, el jugador tomará control de las instalaciones y se moverá por el escenario a través de las cámaras de seguridad y tendrá que obstaculizar a los supervivientes con todo tipo de artimañas, ya sea colocando criaturas de forma estratégica, trampas en forma de cepos, armas de balística para causarles daño directo e incluso el arma biológica definitiva, que dependiendo de qué científico elija el jugador variará, pero estas pueden ir desde el Dc Birkins mutado con el virus G hasta un tyrant, tal cual vimos en el propio 'RE 2 Remake'. A su vez, el jugador podrá tomar el control de sus criaturas para atacar de forma directa a los supervivientes. En la salida del juego, los jugadores tendrán acceso a 4 científicos, cada cual con sus peculiaridades únicas.
En el bando de los supervivientes -6 en el momento de su debut, 7 si sumamos a la propia Jill Valentine, aunque esta solo se desbloquea si hemos superado el modo campaña-, deberán intentar huir de las instalaciones antes de que el cronómetro llegue a cero. Para ello, deberán ir cumpliendo ciertos objetivos con la intención de superar las diversas zonas que componen el modo. Al igual que su contraparte, los supervivientes tienen características únicas que les facilitan la huida.
En el transcurso de la partida, tenemos un cronómetro que nos indica cuánto queda para el final. Si el cronómetro llega a cero, el villano se alza con la victoria. No obstante si son los supervivientes los que consiguen huir finalmente, son estos los que ganan. La mecánica en la superficie parece sencilla, pero nada más lejos de la realidad. Cada acción tiene su consecuencia, así pues cada vez que un superviviente realiza con éxito una tarea, el tiempo del cronómetro aumenta. Si es el científico el que consigue realizar acciones beneficiosas para él, como dañar a los supervivientes o incluso matarlos, el tiempo se reduce , acercándose peligrosamente a cero.
Si habéis jugado a títulos por el estilo como pueda ser 'Dead by Daylight', ya sabréis la cantidad de perks y personalización que suelen tener. 'Resident Evil: Resistance' no es una excepción y cuenta con una gran personalización para intentar dar el mayor número de variables a la partida. Lo cierto es que es pronto para extraer conclusiones de si el juego está por completo balanceado ya que muchas de las perks están bloqueadas y se necesita un gran número de horas para desbloquearlas, pero de lo que no tenemos duda es de que es un juego en constante evolución, y además ofrece la oportunidad de irse ampliando con nuevo contenido, personajes y habilidades con el tiempo, como suele ocurrir con este tipo de experiencias. De momento, solo podemos decir que es muy divertido y tiene un gran potencial, en especial si se juega con amigos.
Conclusiones
Estamos indudablemente ante un gran juego que sabrá divertir a sus seguidores. Como grandes puntos positivos tenemos su apartado audiovisual, que es excelente en todos los sentidos, el diseño de niveles a lo 'Resident Evil' cuando hace acto de presencia y la adaptación del original. Por otra parte es un título irregular en algunos aspectos, y por desgracia trae de regreso viejos fantasmas (como scripts y escenas prefijadas) y sacrifica algunas cosas que pensamos nunca deberían haber desaparecido, como el sistema de guardado con cintas o los puzzles. Su gran baza es sin duda la historia y la rejugabilidad, ya que tienes suficientes alicientes pata volver a él muchas veces, ya sea para superar las nuevas dificultades extras o para desbloquear los objetos de la tienda interna del juego.
En la ausencia del modo mercenarios del original o de Los otros supervivientes de 'RE 2 Remake' tenemos el modo online 'Resistance', que sin duda será un modo en el que invertir muchísimas horas y que sin duda tendrá muchísima evolución con el pasar del tiempo. En este punto cada cual sabrá si le merece la pena el intercambio.
El título da la sensación de haber sido recortado en algunas zonas y presenta algunos claro/oscuro, pero aún así es muy disfrutable e indudablemente creemos que satisfará a casi todo el mundo, aunque también levantará alguna ampolla por el camino.