¿Cómo te acercas a rehacer una obra para un nuevo público? Los remakes están a la orden del día en la industria del videojuego, para bien o para mal. A día de hoy parece que la respuesta de los desarrolladores se divide entre los reboots, los cuales inventan nuevos conceptos y normas para rehacer el universo entero de la saga a la que se aproximan, como es con 'Ratchet & Clank'; o remasterizaciones clavadas al original, como sucede con recientes ejemplos como 'Spyro Reignated Trilogy'.
Pero existe un tercer camino, el más lógico dentro del ámbito del cine y que no se ha puesto tanto en práctica en los videojuegos: la reimaginación. Tomar la obra original y colocarla en otra perspectiva, una más cercana al público actual y que nos haga reflexionar sobre diferentes aspectos en lo que no se detenía la primera vez. Una forma ideal no para sustituir un videojuego, sino para complementarlo y tener su propia alma. Eso es en esencia 'Resident Evil 2': un nuevo videojuego nacido del seno de una obra maestra.
Los muertos se levantan
Raccoon City se ha convertido en todo un caos. Lo que una vez fue una ciudad norteamericana idílica ahora es pasto del virus T, una terrible arma biológica que convierte a las personas, perros y aquello que encuentra en zombis. Este es el estado en el que se encuentran las calles el novato policía en su primer día de trabajo, Leon S. Kennedy, y la hermana de uno de los protagonistas del primer videojuego, Claire Redfield. Ahora que se han adentrado en el corazón de la ciudad de los muertos su objetivo es claro, aunque sea difícil: escapar con vida y llevarse consigo a los supervivientes que encuentren, si es que hay alguno.
No es un gran argumento, aunque tiene sus giros y descubrimientos acerca del origen de la plaga y un nuevo virus mucho más peligroso que se desvela a medida que avanzamos. El punto fuerte es que la trama se ha reforzado en todos los aspectos posibles: los personajes secundarios tienen ahora más presencia durante la aventura, se exploran las motivaciones de los dos protagonistas más a fondo y las cinemáticas ayudan a ver el desastre de Raccoon City con una perspectiva diferente, añadiendo emoción y humanidad en el proceso.
Por otro lado, se pierde un elemento de la historia original. Al comenzar elegimos si controlar a Leon y Claire, y tras superar la campaña por primera vez controlamos al otro personaje en un escenario alternativo que cuenta qué estaba haciendo a la par. En el juego original se trataba de una segunda campaña totalmente nueva, con sus propios jefes finales, puzles exclusivos y trozos de historia que no entraban en conflicto con la historia del otro compañero. La aproximación a esta doble campaña en el remake es más cercana al primer 'Resident Evil', con secciones e historias diferentes entre ambas campañas pero compartiendo jefes finales, puzles y otros aspectos. Esto crea conflictos canónicos importantes, como diferentes muertes para un mismo personaje secundario. Al menos se mantiene un jefe final de campaña distinto para cada protagonista, y la posibilidad de aprovechar la rejugabilidad para explorar cada una de las opciones en profundidad.
Otro lugar, otra historia
El aproximamiento de los jefes finales y mismo hilo narrativo para ambas campañas es interesante de estudiar, ya que refuerzan la experiencia completa al visitar ambas historias. Cada uno de los jefes finales reinterpreta las épicas batallas del juego original en escenarios diferentes y con ataques tanto nuevos como antiguos. Nos recuerdan a la experiencia original a la par que nos sorprenden tanto por sus apariciones sorpresa como por cómo nos imponen. Cada uno de ellos es una delicia que exige toda nuestra habilidad y capacidad para mantener la calma en momentos realmente tensos.
Lo sorprendente es que esta tensión y alta dificultad no se deja sólo para estos monstruos grandes que aguardan al final de cada zona. Para nada: los enemigos normales son ahora mucho más fuertes y temibles. Hasta el más insignificante de los zombis podrá causarte pesadillas en una partida normal, y eso se debe al replanteamiento que ha hecho Capcom con cada enemigo que te encuentres. Lo terrible de Raccoon City es que nada muere, y los enemigos podrían volver a la vida en cualquier momento a menos que les revientes la cabeza. Tienes que pensar cómo esquivar y mantener los caminos que quieres recorrer lo suficientemente limpios para no malgastar en exceso tu escasa munición, por lo que se te plantean nuevas estrategias como disparar a las extremidades o quemar cuerpos.
Cada pequeño obstáculo es uno a tener en consideración, una solución maestra para hacer destacar de forma espectacular a todas las clases de enemigos. Los Lickers son muy rápidos y te darán caza con grandes distancias, pero si eres sigiloso podrás evitar que te localicen; los perros son rápidos y se acumulan muy rápido, aunque caerán con pocas balas. Para bien o para mal han sido eliminados algunos de los enemigos regulares de la obra original, pero no se echan en falta durante la aventura; a excepción de los cuervos, quienes eran tan destacados como para contar con su propio arte promocional hace veinte años.
Pensándolo detenidamente era lógico que se necesitara reformular a los enemigos para hacerlos más temibles. El cambio de cámara fija a una sobre el hombro era uno de los aspectos que más nervioso tenía a la comunidad, ya que se suele relacionar con la falta de terror o la menor dificultad para salir del paso. Ni por asomo ese es el caso con 'Resident Evil 2': la oscuridad del RE Engine nos hará pasar más de un mal rato por mucho que creamos tener el control, y la dificultad en el modo Estándar es sorprendentemente alta. Esto por no hablar del modo Hardcore, un modo mucho más complicado en el que se nos exige también usar de forma limitada nuestros puntos de guardado y que hará sudar hasta al mayor fan de la saga.
Todo combinado haría un título excelente por sí solo, pero Capcom ha ido un paso más allá con los extras con los que nos encontraremos. Además de las bonificaciones de los modos adicionales secretos que también estaban en el juego original nos encontramos con figuras destructibles que buscar en todas las zonas, fotos con información especial para lograr objetos ocultos y toda clase de secretos y easter eggs entre los que revolver. Puede que una sola campaña nos dure entre seis y ocho horas, pero si contamos todos los extras tendremos toda una treintena para gastar nuestro tiempo. Y querremos gastarlas, porque el título no deja de invitarnos a rejugar y rejugar para desbloquear méritos, logros internos que nos compensan con arte conceptual, modelos, trajes y armas especiales.
Conclusiones
'Resident Evil 2' es excelso. Es todo lo que podríamos haber querido como la reimaginación de un videojuego que para muchos de nosotros es uno de los mayores clásicos de su era, y lo hace todo desde el respeto y sin intención de sustituirlo en nuestra memoria. Es como deberían ser los remakes: un homenaje, una forma distinta de mirar al pasado. Totalmente imprescindible, fan de la saga o no.