TERROR

Análisis de 'Remothered: Broken Porcelain' para Xbox One, una propuesta fallida

Stormind Games nos propone vivir una historia de terror que abarca mucho pero aprieta poco

Por Fco Javier Castro 4 de Noviembre 2020 | 18:30

Estamos ante una buena época para disfrutar de un buen juego de terror. Ya sabéis: el frío empieza a apretar, el tiempo invita a quedarse en casa, además estamos viviendo una situación peculiar con el rebrote de cierto bicho que le ha dado por martirizarnos y obligarnos, al menos un poco, a permanecer más tiempo en nuestros hogares. Un juego de esta índole, por decirlo de alguna forma, chocolatero o cafetero, de esos que te invitan a bajar las persianas y reducir la intensidad de la luz, entra muy bien. El problema de 'Remothered: Broken Porcelain' es que da más miedo su rendimiento y su deficiencia, por no mencionar que es un bug con patas, que el juego en sí. Para no liar más la troca, vamos a dar paso al análisis, porque aquí hay mucha tela que cortar, me temo, en el mal sentido.

Un juego que da la sensación de estar a medio cocer

Teníamos muchas ganas de echarle el guante a 'Remothered: Broken Porcelain'. Stormind Games son los encargados de desarrollar esta obra, y después de una primera entrega más que interesante, quisieron darle continuidad con una segunda parte. El problema que le vemos, bajo nuestro juicio, es han querido abarcar demasiado y el desarrollo se les fue de las manos. 'Remothered: Broken Porcelain' es un título fallido en muchos aspectos, y por mucho que nos pese, es incluso deficiente en lo más básico, algo en lo que nunca debe fallar cualquier videojuego; es disfuncional en sus mecánicas jugables, hasta tal punto que es tedioso y frustrante. Bueno, si ese fuera su único problema, aún podríamos haber disfrutado con él, pero a lo mencionado hay que sumarle muchos otros fallos que pesan de tal forma que lo hacen directamente injugable.

Vamos a poner todas las cartas sobre la mesa: 'Remothered: Broken Porcelain' es un título de terror en tercera persona con mecánicas de sigilo, crafteo ligero, narración y exploración. Durante la historia, iremos avanzando entre escenas que nos harán rememorar situaciones de la trama. De vez en cuando, además, podremos controlar a otros personajes para ver los acontecimientos desde su perspectiva. También contamos con habilidades pasivas, que podemos ir mejorando gracias a un item que iremos encontrando por las inmediaciones del hotel, lugar donde transcurre toda la trama. Dicho de este modo puede sonar fantástico, pero si repasamos cada una de esas cosas, obtenemos un cúmulo de fallos que desembocan en catástrofe.

¡Pero muévete!

El control de los personajes es terriblemente tedioso. Rara es la ocasión en la que la protagonista no se atasca en algún lugar, o realiza algún tipo de animación fuera de contexto. Incluso nos hemos visto en la situación de querer ocultarnos en una taquilla, y la animación del personaje nos llevaba a quedarnos dentro de la misma pero el personaje seguía fuera. O por mencionar otro de estos innumerables fallos; intentar acuchillar a un enemigo y que la protagonista se quedase flotando en el aire mientras el enemigo arremetía contra nosotros a placer. Estos fallos pueden contarse por decenas, y son terriblemente frustrantes.

También queremos mencionar la ineficiente manera de señalar los objetos con los que podemos interactuar. El juego es en tercera persona, como hemos mencionado, y los objetos de interés (como items de crafteo o incluso objetos clave de la historia) están señalizados por puntos. Para interactuar con la mayoría de ellos, tenemos que conseguir centrar la cámara y darle al botón de aceptar. El modo más sencillo de explicarlo es usando un ejemplo: si habéis jugado anteriormente a 'TES: Skyrim', sabréis que en ese juego podemos seleccionar la cámara primera persona o bien en tercera. El juego está pensado para jugar en primera, y al pasar a tercera conlleva una dificultad extra para interactuar con los objetos. A 'Remothered: Broken Porcelain' le ocurre exactamente lo mismo, y en muchas ocasiones os veréis abriendo y cerrando el mismo armario, con la imposibilidad de interactuar con el contenido que hay dentro.

Los objetos son prácticamente inútiles

Otra de las mecánicas que falla es el sistema de crafteo. En esta ocasión no tiene que ver con fallos del juego en sí o bugs, si no con su funcionalidad. En las 8 horas que nos ha durado el juego, prácticamente no hemos usado nunca los objetos que hemos ido encontrando, puesto que eran terriblemente ineficientes, y era más sencillo esquivar el enemigo e ignorarlo hasta que nos perdiera de vista que utilizarlos dada la dificultad en la animación para usarlos, y su ineficiente resultado. El control tiene parte de la culpa, ya que el simple hecho de apuntar y lanzar estos objetos crafteados se tornaba insufrible, así que en la mayoría de encuentros era más fácil obviar que los teníamos guardados en el inventario.

Una de las piezas clave de cualquier aventura que se precie es cómo se plantee los objetivos y las misiones. Este es otro de esos puntos donde 'Remothered' falla de forma calamitosa, tanto en las mecánicas como con los bugs. No serán pocas las ocasiones en que nos encontramos intentando cumplir con cierto objetivo, y este nos pase del todo desapercibido al tratarse de un objeto clave que bien puede confundirse con los cientos de items que podemos encontrar repartidos por el hotel. Y el otro punto negativo es que a veces esos objetivos se buguean y no funcionan. Un ejemplo de esto es en una misión donde debíamos capturar una voz de un megáfono utilizando una grabadora y estuvimos más de una hora activando la grabadora de voz, sin resultado, hasta que por fin le dio por funcionar, sin que realizáramos nada en concreto.

La historia de 'Remothered' se antoja interesante. El problema es la forma de narrarla, y es que a lo largo de la aventura iremos saltando por diferentes épocas, e incluso entre personajes, pero no tenemos ninguna referencia de en qué época nos encontramos, lo que conduce a confusión. Es una lastima, pero es así, y existen muchas referencias que pasan desapercibidas precisamente por este hecho.

Antes de saltar a la siguiente sección del análisis queremos analizar el poder de la protagonista. Esta habilidad nos permite abandonar nuestro cuerpo y desplazar la consciencia a voluntad. La idea es original, pero el planteamiento está mal llevado, y además de tener un control terrible, en la práctica apenas se le saca partido. Al final, lo que queda en el poso es una característica que podía haber sido clave pero que únicamente sirve para resolver un par de puzles a lo largo de toda la ventura.

Apartado audiovisual

'Remothered: Broken Porcelain' cuenta con un buen apartado gráfico y artístico, completamente destrozado tanto por el rendimiento como por los bugs, que son constantes. Si nos centramos en lo positivo, los modelados son bastante buenos, así como la recreación de los entornos, aunque el sistema de iluminación falla a menudo y las luces aparecen en multitud de ocasiones de la nada cuando nos aproximamos a ellas. El juego ha sido analizado en una Xbox One X y sufre constantes bajadas de frames, incluso llegando a ser molestas. Y ya hemos mencionado que sufre de multitud de bugs de todos los tipos y colores, desde las animaciones de los personajes hasta de objetos que se quedan flotando en el aire.

Tal vez llegamos al único apartado del juego que se salva, y es que en lo que respecta al sonido, el juego cuenta con una buena composición y temas musicales y las voces están bien implementadas (en ingles). Sencillamente cumple sin alardes.

Conclusiones

'Remothered: Broken Porcelain' es una oportunidad fallida de lo que podría haber sido un muy buen juego, pero que se queda en una colección de fallos y de decisiones de diseño más que discutibles. En lo personal, nos hemos sentido muy decepcionados e incluso podríamos decir que engañados, porque se prometía algunas cosas que no se han cumplido y por el camino han destrozado una propuesta que sobre el papel pintaba muy bien y ha acabado siendo un desastre a todas luces en todos los apartados del juego. Una lastima, pero no podemos recomendar su adquisición, aún cuando sale un precio reducido.