Análisis 'Red Dead Redemption 2': El sandbox de la generación

Contemplar una puesta de sol desde una llanura a lomos de tu caballo mientras te preguntas si la vida que llevas es la adecuada, si lo que haces por el grupo te está convirtiendo en una mala persona, o si existe moralidad cuando el fin justifica los medios. Comprender que el modo de vida que amaste se te desliza de entre los dedos, y con él lo que siempre has sido, un forajido.

Así podíamos resumir 'Red Dead Redemption 2', la nueva obra de Rockstar y uno de los grandes candidatos no solo a GOTY 2018, sino a mejor juego de la actual generación. Después de una década de la historia de traición y necesidad de John Martson, ahora nos llega un título que narra los acontecimientos previos a la primera entrega, donde una banda, o más bien una familia, de personas fuera de la ley busca la forma de cambiar su destino.

Nosotros somos Arthur Morgan, un hombre que desde su niñez ha vivido guiado por Dutch, el líder del grupo y el que nos ha dado el calor y el apoyo de unos padres que nunca tuvimos. La banda forma una familia poco cotidiana, desde delincuentes que no tienen en sitio en una sociedad cada vez más civilizada, viejas glorias del lejano oeste que ven cómo el mundo cambia tan rápido que están perdiendo su lugar en él, pasando por personas de color que todavía tienen que sufrir el látigo de la desigualdad, a mujeres que lo han perdido todo y su único modo de vida es buscar su merecida venganza.

Aunque la historia esté centrada en Arthur, cada una de las vivencias del grupo suponen una continua exposición de sentimientos y pensamientos que merecen toda nuestra atención. Sin querer entrar en destripes del guión, 'Red Dead Redemption 2' es una obra escrita con cariño, sentido y redonda. Todo tiene una razón y cada acción contempla una conclusión. Desde los momentos más divertido made in Rockstar, hasta pasajes donde la crueldad de aquella época nos hace ver que por suerte las cosas en la sociedad han evolucionado.

Es un guión que da gusto conocer, inmiscuirte en la vida de cada uno de los personajes, conocer los dimes y diretes de un compañero o de un simple borrachuzo que llora sus penas a base de tragos de whisky en la taberna. No es menos cierto que durante el transcurso de la historia hay momentos menos brillantes, algo lógico, estamos ante un videojuego que puede llevar 40 horas superar solo las misiones principales, pero sin duda estamos ante un compendio tan bien escrito y realizado que supera con creces algunos de los western más populares del celuloide.

El gran icono del género

'Red Dead Redemption 2' es el sandbox más completo hasta el momento. Es una afirmación que incluso puede quedar corta. Cierto es que no inventa nada nuevo, coge todo lo que ya conocíamos pero lo lleva a un nivel superior. El juego no busca ofrecer el mapa más grande, algo que parece que es lo único que importa últimamente, tiene un territorio perfecto para lo que busca ofrecer, ni se queda corto ni da la sensación de estar recorriendo espacios vacíos e insulsos.

Pero lo que le diferencia del resto es que cada paso que damos sentimos que estamos en un mundo vivo. Es complicado entender que en un mundo abierto se haya dado tanta importancia a los detalles, pero en el juego de Rockstar todo tiene sentido, cada cosa que pasa tendrá una consecuencia o te sorprenderá en el momento adecuado. Podríamos enumerar este tipo de detalles, pero no hay mejor aprendizaje que demostrando de lo que se habla.

En uno de esos momentos donde cabalgas para ir a un punto de misión, o simplemente para cazar o ver qué te puedes encontrar en ese territorio que todavía no has desbloqueado, te encuentras a un hombre que corre serio peligro de morir por la mordedura de una serpiente. Este desamparado caballero grita desesperado para que paremos y le brindemos ayuda. Subido a tu caballo, paras y ves su sufrimiento. Estamos en el lejano oeste, ya brindaste tu ayuda en otra ocasión y todo se trató de una estratagema para robarte la montura.

Te paras, piensas, y tu lado más humano fluye para acabar bajándote del corcel y preguntado al moribundo qué le ocurre. Él, entre sollozos, te explica el fatídico resultado de su incursión al bosque, y la necesidad de encontrar un cura para el veneno y salvar su vida. Miras en tu zurrón y ves una medicina especial que te había dado tu compañero Hosea en una incursión que hicisteis para elaborar tónicos. Le das el remedio al pobre hombre y éste se levanta agradeciéndote tu gran corazón.

Pasan los días y te olvidas de aquello, era un simple npc que te has encontrado en medio del campo y solo puede ser una mera anécdota, poco más puede ofrecer, caso error. Tu camino te lleva a volver a la ciudad de Valentine, y mientras buscas un poste para amarrar a tu yegua, un grito entre la multitud te llama la atención. "Señor, señor", giras la mirada y ahí esta el moribundo de hace unos días, totalmente recuperado y contando a un amigo cómo casi pierde la vida.

En ese instante, el hombre te invita a entrar en la tienda para regalarte lo que tu quieras, entre palabras de infinito agradecimiento. Entras en el establecimiento y el tendero elogia tu buen corazón por haber ayudado a aquel tipo. Abres el catálogo de la tienda y eliges tu regalo. Sales por la puerta y el hombre vuelve a agradecerte lo que hiciste. Subes a tu caballo y sigues el camino que tenías definido. Mientras galopas te das cuenta que toda buena acción tiene su recompensa y que estás en un mundo vivo y real. Esto es 'Red Dead Redemption 2', así es cómo se lleva un género a su máxima expresión.

Jugablidad encontrada

Si el juego brilla tanto en su historia como en un mundo abierto casi perfecto, la jugablidad es uno de sus apartados más controvertidos. Desde que inicias la partida comprendes que estás en algo muy grande, y eso a veces puede abrumar. La gran cantidad de acciones y opciones a realizar produce que en ciertos momentos no llegues a coordinar o recordar pulsar el botón adecuado, o perderte entre tanta información.

Este hecho también provoca que estemos ante un título lento, donde todo transcurre paso a paso, y donde debes comprender en cada momento qué y cómo lo haces. Hay que olvidar lo que hemos vivido con sagas como 'GTA', aquí nuestras acciones cuentan y hay que pensar muy bien el paso que queremos dar.

Claro ejemplo es nuestro caballo, pieza indispensable de nuestra aventura. Durante nuestra travesía será él quien nos de ese valor para escapar de una persecución o de conseguir resistir alguna inclemencia. Para ello, es necesario cuidarlo, alimentarlo y saber sosegarlo cuando no le queden fuerzas para seguir cabalgando. Cada caballo es único, tanto que si muere no lo recuperaremos, por ello es imprescindible contar con remedios por si éste cae herido, pensar por donde queremos avanzar, o no indagar en bosques oscuros y alejados del camino, ya que cualquier animal puede atacarnos en una fatal encerrona.

Tomando como ejemplo nuestro corcel, en 'Red Redemption 2' todo funciona igual, si comemos poco tendremos menos resistencia, al igual que si estamos pasados de peso. Si tenemos frío o calor nos afectará, por lo que hay que llevar diferente ropa en las largas travesías. No podemos ir siempre a caballo si queremos aumentar nuestra resistencia, algunas veces tendremos que correr. Debemos cuidar nuestro aspecto e higiene, sino queremos ser el objetivo de las miradas críticas o para que los animales detecten nuestra presencia. Tendremos que cazar y pescar para crear mejoras en el sistema más completo hasta la fecha. Queremos gran fiabilidad de nuestras armas, pues hay que mantenerlas siempre limpias y tener un buen surtido de aceite animal para que nunca nos cueste una mala pasada nuestra dejadez.

Hay dos aspectos que sí son cuestionables en esta magnifica obra. La gestión de nuestra banda y los tiroteos. En primer lugar el título insta a que seamos uno del grupo, de mantener contentos a nuestros aliados y a evolucionar nuestro campamento. A medida que vas jugando te das cuenta que solo tú eres quien mantiene las cuentas saneadas del grupo y que poco importa si mejoras la carroza de tónicos o alimentos, tienes tiendas, puedes saquear a los enemigos caídos o cazar, lo que poco te invita a coger nada de la despensa de la banda.

La gestión del grupo se realiza más por seguir manteniendo ese hilo mágico que ofrece el juego que como necesidad para tu partida. Es un detalle importante, ya que muchos usuarios perderán grandes momentos con los compañeros de banda por no ver gran satisfacción a la hora de centrarte en mejorar tu hogar.

Y el aspecto más controvertido del juego de Rockstar son los tiroteos y ciertas acciones demasiado toscas y bruscas. En comparación con la primera entrega poco o nada ha evolucionado, ahora si estás tenso la mira se te mueve o si tienes frío afecta al apuntado, pero todo vuelve a resumirse en coberturas, que muchas veces son deficientes, y a utilizar el Dead Eye de forma abusiva.

Del mismo modo, hay movimientos con nuestro caballo muy bruscos, no serán pocas la veces que choquemos con algo, Arthur se siente muy pesado en ciertas ocasiones y dentro de casas o en el campamento el control es demasiado pesado y pierdes las perspectiva.

Una palabra, precioso

Sin ningún tipo de duda, 'Red Dead Redemption 2' tiene el mejor apartado visual de la generación. Es un mundo precioso, donde el efecto de la luz, la niebla, la lluvia o el barro tiene un nivel nunca antes visto.

Poco se puede reprochar al título, alguna cara menos trabajada o el pelo de algunos npcs, pero son cosas tan insignificantes dentro de un compendio maravilloso. Es un juego que hay que ver y sentir. Todo lo que se diga queda corto en comparación de vivirlo en primera persona. Por ello extenderse en elogios no tiene sentido, solo es necesario verlo para entenderlo.

Al mismo nivel está el doblaje, un trabajo excelente. Aunque sigue quedando la pega de que no llegue doblado al castellano. Por fin los subtítulos ya se ven como deberían, pero ya se ha demostrado que otras compañía han doblado sus mundos abiertos a nuestro idioma con una calidad excelente. Rockstar se está quedando sin excusas en ese tema.

Conclusión

'Red Dead Redemption 2' es un juego inolvidable. Una oda al género del mundo abierto y a las historias de vaqueros. Unos personajes cercanos, con problemas reales y que cautivan con el transcurso de las horas. Un producto realizado para ofrecer aspectos que antes no habíamos visto. Un apartado técnico que nos ilumina el camino por lo que todavía está por llegar en años venideros.

Un juego que cautiva y te traslada a su mundo como pocos videojuego han conseguido. ¿Quiere decir esto que es un juego perfecto? Para nada, como todo en la vida siempre hay un lado malo, pero como afirma el escritor Manuel Vicent: "la perfección es muerte, la imperfección arte".