Hace unos días os hablaba de las luces y las sombras del mastodóntico Razer BlackWidow V4 Pro, un teclado pensado para jugadores y usuarios de PC que quieren tener todas las comodidades que un teclado les pueda ofrecer sin importar si hay que sacrificar un buen pedazo de escritorio para ello. Hoy la marca me ha dado la oportunidad de probar la que para mí es, sin duda alguna, mi versión ideal de ese teclado, el Razer BlackWidow V4 Pro 75%.
Ocupa menos, rinde lo mismo (o más)
Como su nombre deja claro desde un primer momento, estamos ante un teclado con una factor de forma del 75%, lo que se traduce en sacrificar el teclado numérico así como tener que recolocar algunas de las teclas para que todo lo esencial esté al alcance de las manos en un cuerpo más compacto. Esta es quizás la característica que a título personal más me atrae de este teclado frente a su hermano mayor, pues en mi escritorio me gusta tener una configuración lo menos barroca posible.
Pero su tamaño no es el elemento diferenciador de este teclado, claro. Lo que le aporta su personalidad única es una pequeña pantalla OLED en la esquina superior derecha que lejos de un añadido atractivo para publicitar el teclado se descubre como una herramienta tremendamente útil para tener en un teclado de tamaño reducido todas las funcionalidades que perdemos por el camino.
Esta pantalla la podemos utilizar simplemente para aportar un toque divertido y decorativo al teclado poniendo en ella pequeñas animaciones, mensajes o un ecualizador que reaccione al audio de nuestro ordenador, aunque lo más probable es que prefiramos sacarle partido a la pantalla y eso es posible con algunas utilidades como ver la hora, la batería del teclado o la temperatura y el porcentaje de uso de GPU y CPU.
La pantalla OLED no viene sola, pues junto a ella hay una rueda que la complementa. Como sucedía con el dial del V4 Pro aquí podemos configurar lo que hace esta rueda y sus funciones aparecen detalladas en la pantalla para que sepamos en qué modo estamos en cada momento. La forma de cambiar entre las diferentes configuraciones de la rueda es mediante la pulsación de un botón auxiliar que se encuentra en el lateral. Podremos saltar entre canciones, pausar el audio, controlar el volumen, el brillo de la pantalla OLED, el brillo del RGB del teclado, controlar el zoom de la pantalla, cambiar entre aplicaciones y más. Muchas funciones que en el V4 Pro podríamos hacer con sus muchos botones auxiliares aquí las podemos tener recogidas con el combo pantalla OLED y rueda lateral.
En temas de conectividad es posible usar el teclado conectado por cable, pero lo mejor es la posibilidad de conectarlo a un receptor Razer HyperSpeed Wireless a 2,4 GHz) o por Bluetooth 5.1, siendo esta segunda opción la que permite conectar hasta tres dispositivos y saltar entre ellos con un toque.
La personalización del teclado no acaba en el software, pues también es posible cambiar entre sus switches en caliente ya que es posible extraerlos y poner otros switches Razer para personalizar el uso del teclado al detalle. La marca me ha permitido probar tres switches Razer de tercera generación.
Los switches naranjas son los que venían instalados en el teclado y ofrecen una experiencia de pulsación suave, con un ruido muy modesto y no provocan nada de cansancio con el uso prolongado. Los switches verdes tienen un sonido mucho más clicky y una pulsación ligeramente más dura. Por último los amarillos ofrecen la experiencia más silenciosa, perdiendo un poco esa experiencia de teclado mecánico y acercándose más a lo que es usar un teclado de membrana, aunque sin perder un ápice de fiabilidad. En este sentido siento que el 75% es mucho más fiable que la versión completa del teclado, donde me encontraba con pulsación dobles muy a menudo durante el uso, algo que con esta versión reducida no me ha pasado en muchas horas de juego y trabajo de escritura.
Como guindas del pastel tenemos un RGB muy vistoso y configurable, algo que tienen más que dominado en Razer, así como un reposamuñecas imantado que hace que colocarlo sea muy sencillo y que no se mueva con un uso normal del teclado.
En el Razer BlackWidow V4 Pro 75% he encontrado un teclado perfecto para mis necesidades y preferencias. Cuenta con todo lo necesario para ofrecer una experiencia a prueba de fallos y personalizable, también viene con un añadido llamativo y útil como lo es su pantalla OLED y como únicos puntos débiles encontramos que no se comercializa con distribución española (aunque hoy en día esto no supone ninguna limitación real más allá de que no se correspondan algunas teclas con sus asignaciones).