Hay géneros que no están hechos para todo tipo de jugadores; no porque sean complejos o estén pensados para un específico tipo de público, sino porque simplemente no te van a divertir. Es posible que el terror haya sabido conjugar y expresarse muy bien a través del videojuego, trasladando la sensación de miedo y desolación con situación en las que solamente intervenís tú y tu televisor. 'Project Zero: Maiden of Black Water' es un buen ejemplo de ello porque no es una obra maestra, no consigue alejarse de algunos de los pecados que este tipo de obras han cometido a lo largo de los últimos años, cuando parece que los survival horror han vivido una nueva juventud.
Dando por hecho que la mayoría de jugadores que posiblemente terminen jugando a este título no habían tocado anteriormente la saga, hay que dejar claro que es un título muy japonés. Ese toque de fanservice no faltará nunca, y la falta de escrúpulos para contar y retratar explícitamente según qué cosas, tampoco. ¿Lo bueno? Lo bueno es que Koei Tecmo ha conseguido que la propuesta principal que suele tener cualquier videojuego, que es la de divertir y entretenernos, la cumple con creces. Y eso es empezar bien las cosas, sobre todo cuando van pasando las horas y te das cuenta que realmente es así.
Sobre el papel todo pinta de maravilla
Nos quejamos de que ya no tenemos los survival horror como antes, que ahora se centran más en la acción y la espectacularidad gráfica dejando atrás la dificultad y las situaciones de agonía; pero es curioso que ahora, que están aquí muchas de ellas y realmente están siguiendo los patrones de antaño casi al milímetro, no las queremos. No nos estamos haciendo eco de ello y 'Project Zero: Maiden of Black Water' es un videojuego que consigue dar miedo.
Pero hablemos un poco sobre cuál es la propuesta de este nuevo episodio de una saga maltratada en Europa, ya que nos hemos perdido los últimos dos episodios. Aquí se nos presenta a Yuri Kozukata, una chica que refleja perfectamente el estándar de muchacha japonesa, con sus manías y forma de ser tan tímidas como peculiares, muy diferentes a las formas de ser típicas en Occidente. Si a eso sumamos que es capaz de revivir experiencias del pasado con tan solo tocar algunos objetos, se abre un sinfín de posibilidades que se traducriá en poder ayudar a gente y, cómo no, meternos en un buen lío. El Monte Hikami es uno de los emplazamientos que no dejaremos de escuchar durante la aventura.
No nos gusta desvelar más cosas de la cuenta, así que no vamos a contar mucho más de la historia más allá de recalcar que ésta tiene constantes conexiones entre los demás personajes desapariciones, sueños extraños... Todo sucede de forma lenta pero ordenada; no es un anime japonés hecho videojuego, pero los guionistas del título sí se han dejado seducir por las formas de contar historias de la pequeña pantalla. No es para nada un aspecto negativo, especialmente cuando terminas el juego y descubres que hay más finales además del que tú hayas podido vivir.
El problema viene después
Por desgracia, 'Project Zero: Maiden of Black Water' no tenía muchos más rivales en Wii U, así que no nos extrañaría que su edición física, únicamente comercializada en forma de Edición Especial con steelbook y libro de arte, terminen vendiéndose por grandes sumas de dinero con el paso del tiempo. ¿Merece la pena hacerse con él? En mi opinión sí, pero hay que cambiar el chip. La serie 'Fatal Frame' no ha querido competir nunca con 'Resident Evil' o 'Silent Hills', de hecho se está convirtiendo en una saga de nicho, pero el aprovechamiento del Wii U GamePad lo convierten en un juego muy interesante y único en cierto sentido.
Decía Nintendo en 2012 que querían revolucionar una vez más esta industria mediante la utilización de un mando ciertamente innovador. Tres años más tarde seguimos esperando, pero me gustaría que leyeseis la opinión de Toru Osawa, uno de los coproductores de Nintendo y que más implicación ha tenido en el desarrollo de este 'Project Zero: Maiden of Black Water' incluso antes de que se empezase a desarrollar:
"En mi opinión, la primera impresión que la mayoría de personas suelen tener sobre el GamePad de Wii U es que se trata de un dispositivo similar a una cámara, tanto en su función como en la forma. Es evidente que en una obra como 'Project Zero', donde se usa la cámara obscura como un arma defensiva, era el tipo de videojuego más adecuado para la integración de esta posible función a través del Wii U GamePad; por lo que la propuesta del proyecto salió hacia delante casi de inmediato."
Parece que lo han intentado de mil maneras, y a mí me han convencido, pero hay una serie de problemas en el diseño de los escenarios que empañan bastante la experiencia jugable, y es aquí donde he dejado de sentirme encantado por 'Project Zero: Maiden of Black Water'.
La culpa no es de Wii U
Gráficamente no está mal; hay muchas cosas mejores en Wii U, pero la resolución de las texturas no convence en absoluto no por falta de capacidades de la consola, el problema no es el hardware, sino que Koei Tecmo no ha conseguido dar con el clavo a la hora de plasmar toda esas ideas en pantalla. No te lo terminas de creer. El sistema de iluminación -para mí clave en un survival horror-, deberían haberse interpretado de otro modo. Os recomiendo que veáis algún que otro tráiler para entenderlo o simplemente que descarguéis la versión gratuita que se encuentra desde la pasada semana en la eShop con los dos primeros episodios del juego.
Las caídas de frames son otro de los aspectos más negativos del juego, aunque una vez más volvemos al punto anterior; si decíamos que lo técnico impedía que el juego se disfrutase en todo su esplendor, del mismo modo es el propio control del título lo que hace que éste sume muchos enteros. Siendo claros, es una verdadera pasada controlar la Camera Obscura con el GamePad, permitiéndonos avanzar mucho más rápido haciendo uso de las capacidades giroscópicas del periférico y resolviendo los puzles, que por cierto están muy bien.
Otro de los puntos que dan identidad a 'Project Zero: Maiden of Black Water' y lo diferencian de otros títulos de la saga es la presencia del agua. No solamente en el título del juego sino dentro de él. Un sistema relacionado con la humedad hará que el personaje que controlemos sea más capaz y hábil, ralentizando algunos movimientos y dándonos algo más de cobertura de cara al enfrentamiento con según qué enemigos. En cualquier caso, y esto es una opinión totalmente subjetiva, sigue siendo una saga muy, muy pausada, que puede llegar a exasperar a los jugadores que busquen algo más dinámico. ¿Se logra así más terror? No necesariamente, he ahí el problema.
Pruébalo por ti mismo, es lo mejor
Pese a tener muchos defectos en general, esta entrega muy recomendable para los fans de género, pero no te vende una Wii U. Puedes vivir sin él, tampoco te vas a perder un título excelente, y podría haberlo sido. No nos llega en castellano, y aunque es de valorar el esfuerzo por haberlo traído a Europa de manera tan cuidada en su edición especial, cosas como el idioma siguen siendo un escollo para muchos jugadores, y en un 'Project Zero' la historia es fundamental. El audio está disponible en inglés y japonés, para los más puristas.
En definitiva, las sensaciones son buenas con 'Project Zero: Maiden of Black Water', con una esencia que se mantiene intacta y un palpable intento por dar pasos hacia delante, pero no consigue hacer todo lo que pretende. La ambientación queda de sobras aprobada, con nota; la Camera Obscura y el Wii U GamePad son divertidos y cómodos, pero el control por lo general es lento, tosco y con complejidad. No terminas de acostumbrarte y el juego parece ir a contracorriente con una historia difícil de entender por la cantidad de entresijos que esconde y que técnicamente le falta mucho para ser totalmente estable. Un buen nuevo integrante del catálogo de exclusivos para Wii U que podría haber sido mucho más.