El 18 de Septiembre 2017 | 11:15
Hace ya más de dos años que Slightly Mad Studios sorprendió al mundo de los videojuegos con un simulador financiado gracias a la comunidad -aunque no en Kickstarter- y con una gran colaboración de esta en todos los aspectos, además de pilotos profesionales. Su principal premisa radicaba en el realismo de su estilo de conducción, que contrastaba entonces con las propuestas más arcade de juegos como 'Driveclub' o 'Forza Horizon 2', pero fallaba en boxes y no en el circuito, con una oferta de contenido, sobre todo para un jugador, más bien escasa.
Sin embargo, 'Project CARS' si que tuvo un amplio recorrido en el terreno competitivo, y gracias a eso -y de nuevo a la comunidad, aunque en menor medida que entonces- han podido desarrollar una secuela dispuesta a enmendar los errores de su predecesor. El resultado deja bien a las claras que tal vez, y definitivamente, estemos hablando del tercer grande de la conducción en la actualidad tras 'Gran Turismo' y 'Forza'.
Obsesión por la simulación
'Project CARS 2' sigue haciendo énfasis, al igual que en la primera entrega, en todo lo que ocurre sobre el asfalto. Es un juego con un nivel de exigencia a veces incluso frustrante, y tanto el jugador novato como experto va a terminar en numerosas ocasiones fuera del circuito en sus primeras partidas. Esto no es nuevo en absoluto, pero seguramente esta sensación de "ingobernabilidad" de algunos coches en concreto se haya exagerado demasiado en algunos casos específicos, sobre todo cuando hablamos de los vehículos de mayor potencia en su motor.
Esto ofrece sensaciones encontradas, ya que el juego exige mucho de quien está al mando para que este lo domine, pero por otro lado algunas físicas un poco extrañas pueden dar al traste con una carrera que hasta el momento teníamos bajo control, y esa es una de las características más destacadas del juego. Los errores se pagan carísimos, y aquí, afortunadamente, no está presente el rebobinado, tan solo el reinicio. Eso sí, la dificultad es ajustable al máximo, y sobre todo el comportamiento de la IA, aunque como suele ser habitual en el género, y esto es dificilmente comprensible, el nivel de la misma en clasificaciones y en carrera es muy diferente, lo que hace que sea realmente complicado conseguir una buena posición en parrilla, mientras que en carrera sea pan comido adelantar a un rival tras otro.
Pero tampoco hay que engañarse, ya que 'Project CARS 2' es tremendamente bueno cuando arranca el motor, máxime teniendo en cuenta la grandísima variedad de disciplinas con las que cuenta, más si cabe que en el original. Añadimos la Fórmula Indy, coches de rally, etc... y además descubrimos que no solo no se trata de skins, sino que por ejemplo los segundos están recreados, tanto en física como en conducción, tan bien -o mejor, en algunos casos- que en los videojuegos que solo ofrecen esta disciplina. Dicho esto, y aunque no sea aún el turno de hablar de contenido, la cantidad de coches casi triplica los presentes en el original, estando diseñados de una manera magnífica, y es que gráficamente el juego luce fantástico, muy mejorado de hecho.
Dicho esto, 'Project CARS 2' da una verdadera lección a la hora de plasmar efectos climáticos totalmente dinámicos, comenzando una carrera con el cielo nublado, y que tras cierto número de vueltas comience a llover, con lo que, si la carrera es relativamente larga, nos obliga a hacer una parada para cambiar las ruedas. No creo que exagere si digo que en esto, este título debería marcar un antes y un después en el género.
Cuando se habla de estrategia, el juego de Slightly Mad es magistral. Al igual que la primera entrega, esta secuela cuenta con una cantidad de parámetros bestial, e independientemente de nuestra habilidad al volante, en todo momento tenemos toda la información necesaria para el seguimiento de nuestra trayectoria. El HUD es totalmente personalizable, con lo que tampoco sobrecarga nuestra pantalla de juego siempre que no lo deseemos, pero el nivel de detalle en este sentido es demencial y satisfará a los jugadores más exigentes con este aspecto.
Mayor oferta de contenidos
Como decía antes, uno de los mayores defectos de 'Project CARS' fue, además de la escasez de vehículos -sobradamente solventada ahora-, la simplicidad de su modo Trayectoria, y en general, lo parco del contenido para un jugador. Seguramente Slightly Mad ha tomado nota de ello, porque esta vez, este modo Trayectoria no es seguramente de lo mejor que veamos en el género, pero sí mejora notablemente lo visto en la primera entrega.
No es la edición de nuestro piloto lo más destacado, ya que más allá del nombre no podemos editar nada más, pero todo lo que encontramos después sí lo vamos a encontrar superior a lo visto anteriormente. Esta vez no es necesario comenzar con los karts, sino que hay otras disciplinas como la Fórmula Debut para iniciar nuestra carrera de la mejor forma que creamos, aunque eso no va a variar un ápice la exigencia al volante. A partir de ahí, 'Project CARS 2' ofrece más retos, desafíos y carreras que en su predecesor, haciendo de este modo algo más que un tutorial de cara al competitivo, que al fin y al cabo, es la razón de ser del juego.
Y es que una vez más, los modos online son lo más completo y apuntan a ser clave en los próximos años, queriendo Slightly Mad tener una presencia importante en los esports. Los Desafíos Online nos incitan a superar las marcas de otros jugadores, pero además de eso, el juego cuenta con innumerables opciones para estar al tanto de todo lo relacionado con la competición, incluidos modo espectador e incluso una plataforma de streaming, así que todo indica que este debería ser el juego de referencia en los deportes electrónicos cuando hablamos de conducción.
Conclusiones
Slightly Mad Studios ha sabido corregir los defectos que alejaron su primer juego de la excelencia, dotándolo de una cantidad de contenido a todos los niveles realmente generosa, tanto en coches y circuitos como en modos de juego. Cuenta además con algunos aspectos geniales, como su ciclo ciclmático, su apartado técnico y la variedad de disciplinas, con grandes diferencias entre ellas, además de, por supuesto, un nivel de exigencia por encima de la media. El género de la velocidad suma un nuevo referente, con nada que envidiar a los dos grandes que todos conocemos.
Lo mejor:
- Cantidad de coches y circuitos muy superior al primero
- El modo Trayectoria está bastante más trabajado
- Apartado técnico sobresaliente
- Ciclo día/noche y climático geniales
- Conducción de gran exigencia
- Completísimo a nivel competitivo
Lo peor:
- Aún falta para que el modo Trayectoria sea lo que debe ser
- Curva de dificultad a veces con grandes altibajos
- Cantidad de opciones apabullante para el jugador nuevo