Antes de que empieces a leer nuestro análisis has de saber que esto no es una guía de iniciación de 'Pokémon GO'; aquí no vas a encontrar un manual de instrucciones donde te expliquemos qué es un Gimnasio o qué tienes que hacer para conseguir a Pikachu como Pokémon inicial, pues ya habrá tiempo de que leáis nuestras guías. Con este análisis queremos marcar una línea que os permita ver lo que nos ha parecido, en la opinión del que escribe estas líneas, la experiencia del título tras unos diez días de uso.
Dejo claro también que soy un fan acérrimo a la licencia, que como dije en mi primera toma de contacto me enfrento a 'Pokémon GO' con una perspectiva de fan con el más sumo respeto, por lo que lo único que le pedía a Niantic era que mantuviese los cánones de la saga intactos a pesar de que la jugabilidad esté lógicamente modificada y adaptada a los smartphones. Así pues, lo primero que he de decir es que he aprendido a valorar este producto como lo que es: un juego para smartphones.
Hay que interpretarlo como lo que es
Si eres como yo, que llevas unos quince años jugando a Pokémon y todavía sientes ese gusanillo en el estómago cada vez que hay una novedad al respecto de la saga que nos une, has de cambiar el chip. Olvídate de estrategia, olvídate de EVs, IVs, crianza, exploración de cuevas, subir de nivel; olvídate de la sinergia con tu equipo, de gestionar tus objetos en base a las victorias que consigas. Nada de eso. 'Pokémon GO' quiere que salgas a la calle y entres en una nueva dimensión. No es que suene exótico sino que es tal cual así.
La Realidad Aumentada le sienta genial al juego y da lugar para situaciones totalmente disparatadas, por eso considero que 'Pokémon GO' es más un ejercicio social que un videojuego, una forma de poner en contacto a la gente compartiendo mensajes, fotos y situaciones irreverentes en las redes sociales haciendo por tanto publicidad gratuita a un juego que no necesita presentación. Es tan sencillo como Pokémon en tu móvil apareciendo por todas partes. ¿Vas a ir a comprar el pan? Recuerda que cuando tuerzas las calle, en la ferretería de toda la vida, vas a poder encontrarte con un Ponyta salvaje.
Ahora bien, ten cuidado porque te vas a terminar chocando y la gente se te va a quedar mirando fijamente. Me ha pasado. Llevo casi un mes en Burnemouth y no hay quien pase por el Bournemouth Square -que viene siendo el punto más céntrico de la ciudad conde se terminan concentrando todas las calles principales en una enorme plaza- sin ver a gente con el teléfono móvil girando el tronco con los pies quietos como si de una marioneta se tratase. Hay piques, hay jolgorio en la ciudad. La gente disfruta con 'Pokémon GO' y eso que todavía no está disponible en el Reino Unido ni en cualquier otro país de Europa. Pero por algún motivo está gustando.
Mis "preocupaciones de madre"
Está muy bien pensado el sistema de los Poké Stops, esos puntos donde se esconden Poké Ball y demás suministros así como Poké Huevos, que deberemos eclosionar caminando y que nos harán ir completando poco a poco la Pokédex. Otra de las preocupaciones que tenía con 'Pokémon GO' es si la esencia 'Gotta Catch'em All' se iba a palpar en el ambiente. Sí y no. No noto esa sensación de querer hacerme con absolutamente todos principalmente porque siempre me aparecen los mismos Pokémon. Creo que Niantic pretende que este juego sea más un pique constante por ver quién se hace con más gimnasios en su poder, quién consigue ser el dominador claro del barrio donde vive, que de ser el entrenador con mejor registro en la Pokédex Nacional.
No en vano he de sincerarme y decir que me encanta tanto la banda sonora del juego como el modelado de los personajes. Esto es, el apartado audiovisual del título cumple con creces y no tengo ninguna queja, de hecho ya tengo en formato mp3 la mayoría de temas para cuando salgo a hacer deporte. Las prioridades de un geek... Las animaciones son mucho mejores que en una Nintendo 3DS, la paleta de colores es muy vistosa y los escenarios generados artificialmente cuentan con un contraste de color muy fuerte, permitiendo que nunca perdamos de vista al Pokémon que queremos capturar. El proceso de captura no me convence, creo que se le puede sacar mucho más de sí tanto por la variedad como por la forma de realizar los intentos de captura, pero eso es algo que se puede ir mejorando con futuras actualizaciones.
Y lo más importante, han ido pasando los días y no noto un desgaste evidente como me pasó con 'Miitomo'. Sé de buena manera que la semana que viene voy a seguir jugando a 'Pokémon GO' porque tengo alicientes para hacerlo. Quiero evolucionar a algunas criaturas, me apetece visitar zonas de la ciudad que todavía no he explorado y ver qué se esconde en sus Poké Stops. Lo digo en serio. Sé que cuando vuelva a España lo primero que voy a hacer es tener siempre activo el GPS del móvil para que en cuanto empiece a hacer de nuevo mi rutina diaria no quede lugar sin explorar; que en cuanto vuelva a la universidad no va a quedar aulario sin mi bandera puesta. Esto es algo que no había sentido nunca con un videojuego, y creo que es solo imaginable con un proyecto para smartphones como éste.
Ejecutando la idea como nadie
Por tanto, creo que 'Pokémon GO', sin inventar nada, está haciendo algo único, porque no es tanto el hecho de crear un concepto o idea sino cómo ejecutarla. The Pokémon Company y Niantic están ejecutando este programa de la mejor de las maneras, con iconos conocidos en cualquier lugar del mundo y encima de manera gratuita. En el momento en que escribo esta noticia son ya más de 24 millones de descargas y el juego todavía no está disponible más que en los Estados Unidos y Australia. La gente se está dando cabezazos en Central Park sin tener más objetivo que marcar su territorio en cualquier árbol que se encuentren. Esto es una locura.
Me cuesta todavía entender que algo así esté sucediendo; me es imposible ocultar parte de mi escepticismo con 'Pokémon GO' porque me da la sensación de que al final terminará olvidándose y el que es verdaderamente fan de 'Pokémon' volverá a coger su Nintendo 3DS y seguirá entrenando como siempre. A mí me va a pasar. Pero volvemos al punto inicial, que es lo que quiero que todos entendamos: 'Pokémon GO' no está dirigido únicamente al jugador clásico de Pokémon conocedor de los tipos y habilidades de las más de 720 especies de la Pokédex Nacional, está dirigido a todo ser andante con un Smartphone en el bolsillo. Y sí, lo ha conseguido.
Veremos hasta qué punto esta sensación se mantendrá con las cuatro patas de la mesa aguantando el feroz impacto de un juego que no deja de marcar récords o si, por el contrario, lo efímero del asunto terminará dando un golpe de realidad, pero a día de hoy 'Pokémon GO' ha hecho algo único y puede cambiar la forma en que entendemos ya no tanto la saga a la que hace referencia, que seguirá indudablemente su camino inexorablemente, sino la manera en que entendíamos en videojuego en un teléfono móvil y en una consola portátil.
ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE ANDROID