Cuando analizamos hace casi un año 'Pokémon Escarlata' y 'Pokémon Púrpura' se nos quedó un gusto amargo en el cuerpo. La novena generación de la franquicia tenía, a nuestros ojos, graves problemas: un diseño falto de pasión, una fórmula agotada y lo más preocupante, problemas muy graves de rendimiento. Pero terminamos de firmar el artículo con una pequeña luz de esperanza. Aquellas no eran las mejores entregas en la saga, pero tal vez las cosas cambiaran en unos meses.
Ahora que ha pasado el tiempo es hora de preguntarse cómo ha arreglado The Pokémon Company los problemas que plagaban el juego base. No lo ha hecho. La mejora de rendimiento es escasa, si no casi inapreciable. Desde entonces se ha añadido el soporte a 'Pokémon Home', dos nuevas criaturas capturables de clase Paradoja y trajes para nuestro protagonista si adquirimos la expansión de pago. En ese apartado es insuficiente. Lo que procede ahora es analizar los próximos dos DLC y establecer cuánto merecen la pena con los problemas que arrastra de antes.
Podéis leer nuestro análisis del juego base de 'Pokémon Escarlata' y 'Pokémon Púrpura' en este enlace, firmado por el mismo redactor al que se encarga este texto.
Alguien me contó una vez
La expansión de 'Pokémon Escarlata' y 'Pokémon Púrpura' tiene nombre y viene en dos partes. El conjunto se conoce como 'El tesoro oculto del Área Cero', y como indica para quienes hayan llegado al final de la campaña se propone contestar algunos de los misterios pendientes del gran cráter en el centro de Paldea. Eso sí, no es indispensable haber terminado la historia del juego principal para poder acceder a la expansión, y eso se verá reflejado en el nivel de las criaturas del lugar al que viajaremos.
El primer capítulo ya está disponible y recibe el nombre de 'La Máscara Turquesa'. En él viajamos a una región inédita en la saga, Noroteo, situada cerca de Sinnoh y con alguna posible conexión con Johto. Nuestra tarea es disfrutar del festival local, descubrir las historias con las que los lugareños se han criado y aprender de la cultura ajena. No es una región vasta, pero tiene suficiente tamaño como para perdernos y explorar por unas cuantas horas a nuestro gusto.
Eso sí, nuestra visita se encuentra con algunos obstáculos por el camino. Un dúo de hermanos de un instituto rival, la Academia Arándano, se opone a nuestra visita por simpley sencilla xenofobia. Ellos son Corin, la hermana mayor y más pícara, y Cass, el menor y más tímido de ambos. Estos dos serán nuestros rivales y amigos a lo largo de todo el DLC.
Estos dos personajes tienen un trasfondo y evolución bastante memorable, a la altura de cualquiera del trío de amigos de la campaña base. En unas pocas horas consiguen dejar el mismo nivel de impacto que los protagonistas de la novena generación, con una evolución tanto para mejor en su trato a los demás como en regresión en la seguridad de sí mismos. Y aunque consiguen estar a al altura que el resto aún tienen margen de mejora gracias al hecho de que sus tramas no se dan aún por concluidas, pues volverán como centro de atención de nuevo en la segunda parte de la expansión.
Ahora eres toda una estrella
El dúo de la Academia Arándano no es más que sólo parte de la personalidad de esta expansión. La corona se la lleva el nuevo Pokémon estrella del DLC, el temible y aterrador Ogerpon. Es un ogro verde que ha vivido años alejado de la sociedad, objeto de fábulas de terror entre los aldeanos y cuya presencia fue relegada a una cueva cerca de la ciénaga. Pero hay más que ver aquí que lo que narran los cuentos, pues Ogerpon es como una cebolla. Tiene varias capas. Eso y que es de tipo Planta.
Este Pokémon apuesta por la misma fórmula que siguieron los principales legendarios de esta generación. Es una presencia de la que sabemos todo el tiempo y que sirve como centro de la narrativa. Nos acompañará en varias secciones y al final del DLC tendremos la oportunidad de capturarle, convirtiéndole así de forma fácil en una de las estrellas de nuestro equipo. Su personalidad y encanto hacen mecha entre los jugadores.
Por desgracia, las otras tres figuras legendarias no reciben el mismo trato que el ogro verde favorito de todos. Los tres compatrones sirven como antagonistas del DLC, pero no logran mantener su presencia como otros enemigos de la franquicia. Okidogi, Munkidori y Fezandipiti se quedan a medio camino en la trama que presentan, con personalidades poco diferenciadas entre ellos y muchas incógnitas sin contestar tanto de su pasado como de los eventos que se dan a lo largo del DLC.
No hay muchas más nuevas criaturas en esta parte de la expansión por el momento. De hecho, aunque celebramos estos diseños y el contexto que se les da, el DLC es muy escaso a la hora de aportar novedades a la Pokédex. Noroteo dispone de 200 criaturas para capturar en la región, pero casi la mitad de ellas ya podían atraparse en el juego base. Es una oportunidad perdida para agregar nuevas opciones a los jugadores considerando que en las expansiones de 'Pokémon Espada' y 'Pokémon Escudo' la lista era mucho más variada.
Los años vienen y no dejan de venir
La región de Noroteo supone un punto más elevado de dificultad con respecto a la campaña principal, pero no en exceso. El nivel de las criaturas y los entrenadores que encontramos es considerablemente más alto que cualquiera de Paldea, siempre y cuando hayamos superado la historia primero. En caso contrario sus equipos se mantienen con nivel muy bajo para hacer accesible la trama a cualquiera que compre el DLC.
En buena parte The Pokémon Company se puede permitir esto porque no hay un techo de dificultad ahora mismo. Tras terminar el primer capítulo de la expansión no encontraremos más retos. No podemos combatir de nuevo contra los entrenadores que ya conozcamos por en esta historia ni tampoco nos espera un desafío adicional como una Torre Batalla o una Élite 4. Todo el DLC se dispone única y exclusivamente a ofrecer la trama principal o, como mucho, una misión secundaria para una fotógrafa encantadora que conoceremos. Lo que vemos es lo que hay.
Puede parecer injusto valorar este DLC sin el segundo capítulo o hacer comparaciones con anteriores entregas, pero es una falta considerable para quienes quieran apuntarse a la aventura. Quedan al menos unos meses para la segunda mitad y, hasta entonces, los jugadores no tienen nada a lo que aferrarse sin entrar en el multijugador competitivo. Hablamos en relación al combate: también se habrían agradecido minijuegos o alguna clase de modo donde poder localizar y capturar Pokémon de anteriores generaciones.
Nada de esto arregla el mayor de los problemas del juego principal, el cual regresa con fuerza en Noroteo: los problemas de rendimiento. Esta región es más susceptible aún a los fallos gráficos que vimos a patadas en Paldea. La tasa de fotogramas por segundo toca picos muy bajos y hay conflictos con la renderización que hace falta arreglar. Eso sí, el PC carga más rápido los Pokémon depositados en cajas.
Conclusiones
Hay un atisbo de potencial en el primer DLC de 'Pokémon Escarlata' y 'Pokémon Púrpura', pero por ahora parece un esfuerzo insuficiente. Los problemas gráficos siguen afectando gravemente al juego, la Pokédex no es lo suficientemente ampliada y hay una falta de contenido postgame importante en comparación con la expansión de la octava generación. Por suerte GameFreak aún tiene la oportunidad de mejorar las cosas de cara al segundo DLC.