Hace sólo un año que revisitábamos 'Persona 3'. El relanzamiento de Atlus de uno de sus grandes clásicos tenía algunos problemas de base, pero aquí en nuestro análisis de Zonared disfrutamos rememorando su profundo mensaje y la forma de comunicarlo.
Es importante tener en mente aquel texto al leer este, porque los puntos más destacables de 'Persona 3 Reload' son los mismos de la historia original. Al fin y al cabo, este es a grandes rasgos el mismo juego. Este es un remake que no opta por la reinterpretación de personajes y eventos, como los recientes 'Resident Evil 2' o 'Final Fantasy VII Remake'. Para todo lo bueno y parte de lo malo se mantiene fiel a sí mismo, aunque con importantes mejoras.
Hay decenas de cambios pequeños que sólo los veteranos notarán en 'Persona 3 Reload'. Pero las modificaciones y añadidos más importantes van a ser notorias para todos ya que están en su presentación. El juego se siente igual, y también se ve completamente distinto ahora.
De vuelta a la Tártaro
La trama de 'Persona 3 Reload' se mantiene intacta con respecto al lanzamiento original. La misma campaña base, sin opción a protagonista femenina ni episodio adicional posterior en forma de 'The Answer'. Hasta el guion no ha pasado por grandes cambios, siendo en las primeras horas el mismo palabra por palabra a la versión de PS2, tanto en los eventos principales como en los vínculos sociales.
Es fantástico poder contar con la gran mejora gráfica que aporta el juego, pero una actualización al guion no habría hecho mal. Todo lo contrario. Algunas de las elecciones tomadas para narrar la historia o ver cómo vidas ajenas se desenvuelven no encajarán con los jugadores igual de bien que lo hicieron en 2006. Se conserva estupendamente como una cápsula del tiempo, pero para eso estaría 'Persona 3 Portable', relanzado el año pasado.
Los mayores cambios que se han hecho se quedan lejos del día y la vida social. Es la noche la que ha cambiado: atravesar la Hora Oscura es una nueva experiencia, una más sólida que antes. Cada vez que acabe un día tendremos la opción de viajar a la Tártaro, la mazmorra casi infinita donde las Sombras se reúnen con siniestras intenciones. Debemos alcanzar sus puntos más altos antes de terminar cada mes para estar preparados con lo que se acerca.
Es el foco principal del apartado RPG, exploración y combate. Todo ello se ha mejorado drásticamente, empezando por el apartado gráfico. Los modelos de personajes y objetos de nuestro entorno están miles de veces más definidos ahora, con animaciones detalladas y espectaculares frente a efectos de luz de toda clase. Sumadlo al espectáculo que son ahora las diferentes secciones del Tártaro: ya no son las mismas plantas en diferentes colores, sino que han cobrado vida con aspectos distintos, habitaciones diferentes y ambiente mucho más consistente. No llegan a cambiar como las diferentes mazmorras de la quinta entrega, pero se agradece mucho más lo que aportan.
Amigos que hemos hecho por el camino
Eso sí, recorrer la Tártaro sigue siendo tedioso. Son más de una centena de plantas y enemigos que no sólo desean nuestra aniquilación, sino que tienen el poder para abrasarnos con su mirada. Un mal paso por parte de nuestro protagonista y se acabó el juego. El juego original podía llegar a considerarse injusto y algo desbalanceado, cosa que no veremos aquí.
Hay muchas más herramientas ahora con las que abrirnos paso. Es mucho más fácil sorprender a los enemigos por la espalda, lo que siempre nos aportará la ventaja al entrar en combate. Además el acceso a habilidades de luz y oscuridad se hace más sencillo con la introducción de habilidades de daño de estas, en vez de depender exclusivamente de la muerte instantánea como único recurso. Podemos, por si no fuera suficiente, pasar a un aliado nuestro turno una vez hayamos acertado en el punto débil del enemigo, acelerando el proceso para terminar las batallas.
Ya es bastante para eliminar cualquier amenaza, pero queda un as más en la manga con el que sorprendernos. Una vez avanzados en la historia nos darán acceso a las teúrgias, las habilidades límite de los personajes que hacen explotar el escenario. Algunos jefes pueden pasar a ser una ronda de estos ataques encadenados y olvidarnos de toda estrategia. El modo Normal se quedará muy corto para los jugadores que vuelvan al juego con respecto al original.
Lo más sorprendente de las teúrgias es lo bien diseñadas que han sido con respecto a nuestro lado. Por una parte, el protagonista puede tener múltiples habilidades límite en base a los Persona que haya conseguido en el pasado, y puede elegir cualquiera de ellas en pleno combate, aportando una gigantesca maniobrabilidad que los demás carecen. Además, la forma de recargar la barra de límite depende de la personalidad de cada individuo, pidiéndonos prestar atención a los comportamientos de cada uno en la historia para saber cómo combatir a su lado.
La vida es los pequeños detalles
La mayoría de cambios se centra en el lado RPG y el apartado gráfico, pero no son lo único que se ha alterado del lanzamiento original. Ahora todas las escenas de los vínculos sociales están dobladas con, por si fuera poco, un buen equipo de voces en su mayoría. Sumad que también hay escenas opcionales con doblaje en las que podemos pasar tiempo adicional con los miembros de nuestro grupo para ganar algunas estadísticas, habilidades o simplemente un poco de ramen instantáneo tras provocar desastres en la cocina.
Otro pequeño cambio con un gran impacto se hace en la economía. En juegos anteriores el dinero lo era todo para manejarnos con todo, pero en este remake entra un nuevo tipo de moneda que lo cambia todo: los fragmentos crepusculares. Estos son objetos limitados que obtenemos en pequeñas cantidades explorando la ciudad, cumpliendo misiones secundarias y visitando la Habitación de Terciopelo. Querréis acumular el máximo posible, ya que los cofres de rareza alta se abren con varios de estos. No sólo eso, sino que el reloj en la entrada de la Tártaro que nos permitía curarnos ahora pide una cantidad fija de estos si queremos usar sus servicios, en vez de pedirnos dinero.
Este es un sistema que funciona muy bien para arreglar uno de los mayores problemas del lanzamiento original: las noches. Completar una exploración del Tártaro en una única noche es ahora más complicado, exigiéndonos tomarnos nuestro tiempo y volver otro día con fuerzas recuperadas. Sumad las actividades nocturnas que podemos hacer con nuestros compañeros, los programas de ordenador que podemos estudiar desde la residencia y otras pequeñas mejoras que facilitan que no nos quedemos sin nada que hacer. Y, además, se ha eliminado el estado de Cansancio para no meternos miedo con cómo emplear nuestro tiempo.
Conclusiones
No hay lugar a la duda: si queréis disfrutar de la experiencia de la tercera entrega numérica de la saga, 'Persona 3 Reload' es la mejor elección que podéis tomar. Las mejoras gráficas y al combate se aprecian de forma gigantesca, y los pequeños detalles lo elevan por encima de otras versiones. Eso sí, la pérdida de la protagonista femenina y de The Answer no pasan por debajo de nuestro radar y consideramos una gran oportunidad desaprovechada el no haberlos incluido en este remake, lo que hace que sea difícil llamarlo la versión definitiva de lo que en su día se consideraba una obra maestra.