En los últimos años estamos siendo testigos de un resurgir de la producción nacional de videojuegos. Las grandes compañías del sector han puesto su mirada en algunos de los proyectos ideados en distintas "Games Jam" o incubadoras de los mismos. Recientemente hemos visto el éxito de los mismos a través de propuestas como 'Rime' o 'Gris', pero junto a esta nueva oleada de proyectos, y casi siempre de nuevos estudios, también encontramos a veteranos en el sector que se aventuran con nuevas propuestas.
Este es el caso de Devilish Games, un estudio que cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector de los videojuegos, y aunque generalmente se han centrado en la creación de varias propuestas dentro del advergaming, en estos últimos años hemos podido verles desarrollar varias franquicias totalmente propias. La última de ellas es este 'Path to Mnemosyne', un título que llegó a finales del pasado año a Steam y que ahora lo hace para plataformas como Nintendo Switch o PlayStation 4.
En el caso de este análisis hemos podido disfrutar de la versión para la consola de Sony, y sobre ella os contaremos en los próximos párrafos, aunque para ir abriendo boca podemos resumir el proyecto en una notable incursión en ofrecer desafíos al jugador con un buen "envoltorio" que acompaña a la historia.
Planteamientos sencillos
No queremos tampoco llevar a malentendidos. En 'Path to Mnemosyne' no vamos a encontrar una historia muy desarrollada ni un trasfondo de personajes muy extenso, de hecho vamos a encontrar todo lo contrario. Asumimos el control de una pequeña que deberá recuperar sus recuerdos y será una voz en off la que nos vaya guiando por ellos. Esta misma voz en off es la que nos dejará ver, a través de su narración, algunas pinceladas de su pasado y de la historia en la que estamos involucrados, siendo ésta una historia personal y muy concreta, pero sin llegar a proyectos donde la narrativa cuenta con mayor peso, como puede ser el caso de los ya mencionados 'Gris' o 'Rime', dos títulos con los que podría compararse sin menosprecio en varios aspectos.
En este caso la pequeña historia nos sirve como pretexto para superar los distintos niveles, pues cada uno de ellos desbloquea un recuerdo, y todos ellos conectados a través de un zoom infinito que se convierte, junto a su diseño artístico, en una de sus señas de identidad más valoradas, aunque tampoco debemos olvidar las referencias a la mitología griega, muy presente en todo el proyecto.
Los niveles están estructurados de forma que podemos movernos hacia delante o hacia atrás, así como a los laterales, pudiendo saltar hacia delante o hacia atrás para activar o esquivar algunos interruptores, debiendo usar la combinación del L1 y el joystick a la hora de resolver algunos puzles finales, nada más, pero tampoco necesitaremos de más botones y opciones para avanzar en su desarrollo.
En cada una de estas fases deberemos recoger varias orbes. Estas orbes las usamos en la resolución del puzle final de cada nivel. Para obtenerlas deberemos resolver otros tantos acertijos que varían entre retos de memorización, como repetir una melodía concreta usando unos pulsadores, desplazarnos a través de varios portales que cambian según varios pulsadores distintos o situar diversos elementos del entorno según una secuencia concreta para abrir puertas que nos permitan avanzar hasta nuevos retos.
La diferencia respecto a otros títulos del género radica en que, para este tipo de resoluciones, no contaremos con ningún tipo de pista externa al propio entorno. Las pautas para llegar a buen puerto se encuentran introducidas en el propio diseño de los niveles, lo que nos invita a observar con detalle cada una de las estructuras que vamos superando en el zoom infinito.
Lo bueno, si corto...
Ya sabemos como continua el dicho, y aunque por norma general los títulos de este género no suelen contar con una duración excesiva, en el caso de 'Path to Mnemosyne' quizás se nos antoje algo escasa. Si somos hábiles en la resolución de los puzles el título nos podría llegar a durar en torno a una hora, dos horas si nos atascamos en algunos de los más complicados, que puede darse el caso, y si optamos por obtener los orbes "extras" que encontramos repartidos a partir de la mitad del título y nos abren nuevos recuerdos.
Aún así, la relación entre su duración y su precio está bastante equilibrada, e imagino que, pensando en el público que cuente con una Switch, se convierte en un título muy a tener en cuenta para disfrutar en trayectos fuera de casa, de hecho me atrevería a decir que, de tener una en casa, probablemente el título hubiera ampliado el catálogo de ella en lugar del de PlayStation 4. No quiero decir con esto que debamos olvidarnos de esta versión, que puede ser igual de divertido en ambas plataformas, pero su desarrollo parece pensado para explotar la característica propia de la consola de Nintendo.
Arte en movimiento
He querido dejar para el final el que se ha convertido en uno de sus puntos fuertes. El aspecto artístico, el mismo que consigue venderte el producto de un primer vistazo y hacer que te intereses por él. Seguí el desarrollo del mismo a través de lo que sus creadores iban dejando ver en redes sociales y ya me resultó llamativo ese aspecto de dibujo a mano, como si fueran bocetos refinados en tonos blancos, negros y grises. Lo que no esperaba era que, junto a este diseño visual, también le acompañase un diseño sonoro que encaja a la perfección y me explico.
Estamos intentando recuperar nuestros recuerdos, lo vemos todo en una gama de grises donde sólo destaca como color el azul, destinado a los orbes y la resolución de determinados puzles. Obviamente ante este planteamiento visual el aspecto sonoro no podía más que reforzar esa sensación de soledad y aislamiento. Las piezas elegidas por los desarrolladores cumplen con esta promesa, y eso que tampoco son una constante en su desarrollo, pero es ahí donde reside su gracia.
En muchos momentos no nos acompañará ningún elemento sonoro, reforzando así la sensación de aislamiento, pero cuando éstos suenan, como al recoger un orbe o caminar en línea recta por el zoom infinito, la sensación de que algo no funciona como debería en el mundo del título queda muy patente.
En conclusión, desde hace tan solo unas horas ya se puede adquirir a través de los servicios de distribución digital de PlayStation 4 y Nintendo Switch a un precio de 9,99€. Por dicha cantidad es una propuesta que, tanto los amantes del género como los que no, deberían probar. No ofrece nada revolucionario para estos tiempos, pero en conjunto todo funciona muy bien y, sobre todo, es capaz de transmitir haciendo uso de muy pocos elementos, algo que sí está tan solo en manos de unos pocos proyectos a lo largo de estos años. Quizás, si esta primera incursión tiene éxito, podamos ver un 'Path to Mnemosyne 2' ampliando sus puntos más frágiles, con mayores puzles pero, y esto va como deseo en una botella lanzado al mar, manteniendo esta atmósfera tan particular que han conseguido para este proyecto y que se ha convertido en seña de identidad por encima de muchos otros elementos.