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Análisis de 'Pankapu' para Nintendo Switch, los gráficos importan

SALTANDO ENTRE COLORES

Análisis de 'Pankapu' para Nintendo Switch, los gráficos importan

Daniel G. Astarloa Por Daniel G. Astarloa

El 25 de Octubre 2017 | 15:38

El proyecto llevado a cabo por la financiación vía Kickstarter destaca por su apartado visual y buenas ideas, pero no alcanza a lograr la magnificencia por determinados problemas.

El género de las plataformas es uno al que como jugadores no deberíamos ignorar. Con el tiempo este tipo de juegos ha ido relegándose a un segundo plano a medida que el 3D y la acción ganaban popularidad en la comunidad, quedándose con títulos poco numerosos para algunas franquicias y el escenario independiente. Esto está cambiando en esta generación por suerte, y una de las pruebas de que quizás estemos cerca de ver un completo renacimiento de esta clase de títulos viene con la nueva oleada de juegos. 'Pankapu' es la nueva entrada en el apartado.

Este pequeño juego independiente de Too Kind Studio fue protagonista de un proyecto en Kickstarter que alcanzó el éxito al prometer un título vistoso lleno de color, ternura y un protagonista silencioso capaz de enfrentarse a innumerables desafíos que jamás le harán echarse atrás. Todo esto sucede en un mundo fantástico de sueños y alegría que empieza a verse atacado por criaturas de oscuridad que pretenden hacerlo desaparecer tras conquistarlo a la fuerza. Nuestro héroe es pequeño, la tarea es enorme: ¿consigue mantenerse como uno de los grandes de su género?

Pankapu

El guardián entre los sueños

El argumento del título gira en torno a Pankapu, el protector del mundo de Omnia para luchar contra la oscuridad invasora que le está robando la energía y el color. Su creador, Iketomi, es un poderoso dios que confía en nuestra fuerza y capacidad para hacer frente a la amenaza; contamos con el apoyo de Chii, una misteriosa araña robot surgida de ninguna parte, y de tres espíritus de colores que quieren que sus vidas vuelvan a la normalidad.

Nada en su argumento es revolucionario, aunque sí existen algunas sorpresas y giros argumentales que puedan llevar al jugador a exclamar más de algún grito ahogado. Su guión es inofensivo y, al igual que su aspecto visual, destaca por lo mono y tranquilo que puede llegar a ser. No sólo recuerda a plataformas tradicionales de generaciones pasadas, sino que quiere acceder a todos los públicos y encantar a los más pequeños con su embriagadora historia.

El gran problema del juego es que es una historia incompleta. No entraremos en el terreno de los spoilers, pero el título termina sin presentar algunos de los personajes mencionados y mostrados en el arte oficial del título, lo que, unido al innecesario cliffhanger final, hace que el jugador se sienta como que ha jugado a sólo la mitad de la historia completa. La versión de consolas reúne los dos capítulos disponibles en PC, por lo que quizás esté un tercero en camino que concuya la aventura; pero por el momento estamos tratando con un producto que da la sensación de estar inacabado, con las consecuencias que ello conlleva.

Pankapu

El color del viento

El aspecto visual es, sin lugar a dudas, el punto fuerte de 'Pankapu'. Se trata de un juego vistoso y precioso de admirar, con un estilo artístico que puede llegar a emocionar y que resulta precioso de contemplar. Los diferentes niveles pueden ser un espectáculo en el que podemos detenernos a admirar el cariño y la especial atención prestada a cada uno de sus diseños. Pasamos por bosques naturales y de cristal, desiertos nocturnos con maquinaria de diferente tipo, rios amarillos que inundan pequeños pueblos. La imaginación y creatividad están a la orden del día en este título.

Y eso es fantástico, pero no por su aspecto debemos dejarnos engañar: este juego no es sólo para niños. Su dificultad es alta y se hace dura, especialmente en sus primeros compases. Pero vayamos en orden: para comprender por qué se puede hacer un juego tan dificultoso debemos entender qué clase de juego es 'Pankapu'.

Este es un plataformas lejos de ser simple. En sus primeros compases su diseño de nivel puede parecer algo vacío y sencillo, pero este se va complicando a medida que logramos adquirir las égidas, formas alternativas de nuestro protagonista que le dan mayor capacidad de movimiento, distintas formas de ataque y fácil acceso a partir de un botón. El jugo de la jugabilidad se encuentra en este punto, ya que el cambio entre formas de Pankapu y las mejoras que puede tener es lo que da auténtica vida y originalidad al título, especialmente en la segunda mitad de la aventura.

Pankapu

Un día difícil

Una vez acostumbrados a este peculiar estilo de juego podemos hacer saltos y ataques especiales bastante destacados en mitad del aire. Unir combate y plataformas es una buena idea para darle un buen punto de acción al juego que le sienta muy bien. El gran problema reside en que la dificultad con la que cuenta es artificial: no tengo reparo al decir que se trata de un juego injusto.

Algunos de los retos que propone el juego consisten en el prueba y error, no mostrando la posición de obstáculos y enemigos y animándonos a repetir numerosas veces algunas secciones y niveles por culpa de más de una muerte injusta. Esto se hace especialmente notorio en los jefes finales, cuyo diseño e ideas puede ser original y muy divertida; pero que, al centrarse en matar injustamente con ataques que no podemos preveer, acaban dañando a la experiencia final del consumidor.

No es sólo en jefes finales, por desgracia. A medida que avanzamos nuestro personaje se refuerza y gana mayor salud, por lo que el juego busca distintas maneras de penalizar al jugador con muertes muy difíciles de evadir a través de caídas y fosos sin fondo. Parece una decisión de diseño hecha a propósito que en lugar de animar al jugador a buscar los coleccionables para reforzar sus habilidades le hacen sentir como inútiles, ya que la recompensa de mayores puntos de salud es inútil si fallamos por un error complicado de ver que nos obliga a repetir el nivel desde el punto de salvado más cercano, y no por varios.

Pankapu

El cazador de sueños

Quitando el gran problema de su dificutad artificial el juego destaca por piezas melódicas bonitas y que merece la pena escuchar, pero que por desgracia no saben encajar del todo con sus niveles. A veces quizás escuchemos una composición ambiental que cuaje perfectamente con el nivel que estamos atravesando, pero otras veces nos encontraremos en situaciones en las que la fase y el apartado sonoro no terminan de hacer clic.

Contamos a través de la aventura con la posibilidad de encontrar caminos ocultos para hacernos con jugosos coleccionables, tanto mejoras de salud o ataque como pequeñas hadas amistosas que podemos recopilar. Los primeros merecen la pena de recoger por el hecho de que podremos desbloquear partes de recuerdos y flashbacks cada vez que obtengamos uno, que de obtener todos nos darán acceso a algunas escenas adicionales que explican algo más el trasfondo de la historia; segundos aciertan al ser coleccionables de seres vivos, de aspecto simpático y amable, lo que hace que conectemos más rápido con ellos y queramos recopilarlos para no dejarlos abandonados.

Pankapu

Conclusiones

'Pankapu' es un plataformas inteligente en su diseño, con un apartado visual capaz de arrancar el aliento a más de un jugador y decenas de buenas ideas; por desgracia, su dificultad artificial acaba lastrango a un juego que de haber sido más justo en sus desafíos podría haber rasgado la excelencia. Esto, unido a su insatisfactorio final frente a la promesa de una próxima entrega, hace que el juego no pueda ser recomendado a todas clases de jugadores, algo frustrante cuando casi podía arañar el cielo.

6,5

Lo mejor:

- Apartado artístico precioso y creativo.

- Historia sencilla con algunos buenos giros de guión.

- Plataformas y acción bien llevados por los cambios de forma.

Lo peor:

- Dificultad injusta y basada en el prueba y error.

- Música que no termina de encajar en ocasiones.

- Final inconcluso y poco satisfactorio.

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