Cuando pensamos en un videojuego, siempre ponemos la interactividad por encima de cualquier otra característica para clasificarlo como tal. Ya se han dado muchos otros casos de títulos en los que el jugador parece ser un mero espectador, con el único fin de pulsar un botón para seguir las línea de diálogo. 'Oxenfree' parte de la premisa de que el jugador decide y actúa, pero eso no quiere decir que no se pueda combinar el ser destinatario de una buena historia con influir lo justo y necesario sobre ella.
Night School Studio lanzó a principios de 2016 'Oxenfree' en la mayoría de plataformas disponibles en el mercado. Ahora hace lo propio con Nintendo Switch y aunque las diferencias entre unas versiones y otras son pocas, por lo menos en lo que a jugabilidad se refiere, sí que encontraremos un aliciente para decantarnos por esta versión en lugar de por las otras. Pero lo comentaremos más adelante.
Vive la historia
Sentirse incluido en una trama desde el primer momento no suele ser algo común a todos los videojuegos, ya que por norma general se nos cuenta algo demasiado ajeno a nosotros. Algo que creemos que jamás podría ocurrirnos a nosotros. El caso de 'Oxenfree' es un poco diferente, ya que los protagonistas son unos adolescentes que van a la playa para organizar una fiesta. Aunque parte de una base demasiado americanizada (la típica fiesta playera alrededor de una hoguera), lo cierto es que es bastante real y el entorno donde se realice es lo de menos si hablamos de organizar una buena juerga.
Nos pondremos en la piel de Alex (protagonista del juego), pero junto a nosotros estarán Jonas, Ren, Nona y Clarissa, cada uno con una personalidad distinta, pero que refleja bastante bien la cultura adolescente del momento. Su objetivo es pasar un buen rato hasta que deciden jugar a los exploradores y acaban abriendo un portal de donde emanan voces y entes fantasmales. Si bien este hilo no queda del todo claro, vamos a disfrutar mucho con el uso que los desarrolladores han hecho de este argumento.
La historia de 'Oxenfree' mezcla muchos géneros y podríamos hablar que tiene elementos de películas como 'Scream', 'Sé lo que hicisteis el último verano', 'Los Goonies' o incluso 'Blade Runner', pero lo que más nos ha llamado la atención es que este título está concebido como una obra radiofónica.
La guerra de los mundos
Puede parecer algo descabellado en un principio, pero conforme avanza la trama, nos vamos dando cuenta de que, aunque nuestras decisiones alterarán la relación entre los personajes, podríamos perfectamente vernos sentados frente a una radio escuchando a Orson Welles relatando esta historia.
Y es que el sonido es uno de los elementos principales de esta aventura gráfica. 'Oxenfree' está compuesta por sonidos principalmente, hay poca banda sonora, aunque también es muy buena. Las voces, la radio y el ruido de ambiente es todo lo que nos acompañará durante toda la travesía. Acordarse de 'La Guerra de los Mundos' locutada por Welles y poniendo en pie a media norteamérica es casi inevitable.
La radio (¿casualidad?, para nada) será otra de las protagonistas de 'Oxenfree', ya que este rudimentario, pero poderoso instrumento es la puerta para conectar con los fantasmas y para acceder a la mayoría de los lugares de la Isla Edwards. A medida que avanzamos, la música (en forma de cassettes) y la radiofrecuencia serán cada vez más importantes y una clave para resolver todos los misterios que envuelven la isla.
Temas que subyacen al ser humano
Aunque sea una aventura de ciencia-ficción, de ella emanan temas y asuntos que son el pan de cada día de todas las personas. Alex se enfrenta a una situación difícil en casa: sus padres se han divorciado a causa de la muerte de su hermano y ahora cada uno hace su vida. Su padre está ahora con otra mujer y la chica tiene que llevarse bien con su hermanastro: Jonas.
Ambos están juntos en la fiesta de la isla y a medida que recorremos ese trozo de tierra descubriremos los problemas que atañen a esa estructura familiar nueva y que no es ajena a muchos de los que ahora mismo leéis estas líneas. Enfrentarse a la pérdida de un ser querido así como tener que asimilar la ruptura de una familia es algo cada vez más común y que puede ser que todos hayamos hecho, por lo menos, una vez en la vida. Alex es bastante rebelde y solo su aspecto físico nos dejará claro que ha tomado medidas para enfrentar todo lo que le ha ocurrido.
Al mismo tiempo, el resto de personajes representarán otros temas con los que tienen que lidiar adolescentes de entre 16 y 19 años, como el alcohol, las drogas, las relaciones sexuales y el futuro académico. Esto es un cóctel que puede tener un sabor conocido (hasta añejo), pero está tratado de una forma más cruda y sutil que en muchas de las series y películas de sello yanqui que hemos podido ver en cine o televisión.
En Nintendo Switch funciona
Night School Studio no ha tenido que transformar en exceso la fisionomía de su juego para adaptarlo a Nintendo Switch, aunque la jugada ha sido exitosa. El título nos permitirá usar la pantalla táctil —si decidimos jugar en el modo portátil— para decidir qué respuesta dará Alex a cada contestación y con ello el devenir de los acontecimientos. También podremos encender la radio o abrir el menú con solo pulsar una esquina de la pantalla.
A pesar de ese esquema radiofónico, como jugadores, tendremos que guiar a la protagonista a través del mapa de la Isla Edwards, un entorno en 2.5 dimensiones por el que es bastante complicado moverse. El sistema de movimiento es torpe y tosco y se hace pesado cuando hay que viajar tanto por el mapa.
La principal novedad que encontraremos en la versión de Switch es que el juego viene completamente localizado. Tendrá voces en inglés, pero los textos estarán todos en castellano y en un título como este es esencial captar todos los matices de una conversación para saber qué respuesta dar. Como punto negativo, añadiríamos que algunos textos se cortan en la pantalla por no estar bien encajados.
Conclusiones
'Oxenfree' es una aventura que sorprende. Su aspecto poco llamativo esconde una historia muy bien hilada, interesante y que capta la atención del jugador muy pronto. Su sistema de exploración puede empañar un poco la jugabilidad, pero se suple perfectamente con las interacciones y los diálogos entre los personajes. Sin duda una de las aventuras más diferentes que nos vamos a encontrar en mucho tiempo.