Análisis de 'Overwatch' para Nintendo Switch, una oportunidad perdida

Llegar a tiempo a participar en una carrera es tan importante como tener el mejor bólido para correr. Al final, si no se cumplen una serie de circunstancias, cualquier esfuerzo que se haga por tener el mejor equipo posible puede caer en saco roto. En Blizzard son expertos en saber capear cualquier tipo de temporal, pero no siempre les va a salir bien la jugada y eso que con 'Overwatch', los jugadores han estado mandando señales durante mucho tiempo. La versión de Switch del shooter multijugador ha llegado en un momento en el que no va a tener el impacto que esperan en ambas compañías y basta con llegar al circuito para ver que la mayoría de coches ya están muy lejos de la línea de salida. Blizzard ha construido un vehículo apto para esta carrera, pero sus competidores ya están llegando casi a la la meta.

Y es que 'Overwatch' va camino de cumplir cuatro años desde su lanzamiento. La desarrolladora californiana tiene experiencia en trabajar con títulos online y también en nutrirlos de contenido a lo largo del tiempo, pero hasta 'World of Warcraft' necesita de expansiones regulares (consideradas como entregas nuevas) para mantener el interés de los jugadores. Esto, en 'Overwatch', todavía no se ha materializado y cualquier jugador que pueda dar el salto a Switch ha pasado, seguramente, por una de las versiones anteriores. Y si no, el que llegue de nuevas, se va a encontrar con que no hay mucho reclamo para cambiar de plataforma.

Overwatch funciona...

Nintendo Switch ha supuesto toda una revolución en el mercado del videojuego, ya que su configuración híbrida abre todo un mundo de posibilidades a los jugadores. La fantasía de poder jugar desde la cama o el sofá y no tener que estar atado a la televisión es un motivo más que suficiente para que muchas compañías third-party hayan visto la oportunidad perfecta para hacer un port de algún juego lanzado estos años atrás. Bandai Namco lo ha hecho con 'The Witcher 3' y si un título tan grande puede rendir adecuadamente en la consola, ¿por qué no otro cuyas exigencias son menores? Y no es que 'Overwatch' pueda funcionar en cualquier máquina, pero sí es verdad que su proceso de adaptación es más sencillo que el del juego de CD Projekt RED.

En este aspecto, Blizzard ha trabajado como suele hacerlo: perfectamente. La compañía californiana ya tiene experiencia en el entorno de Switch, puesto que mucho antes que 'Overwatch', 'Diablo III' había conquistado ya este territorio para ellos. Saber manejarse en la arquitectura de esta consola les ha valido para realizar un port muy potable y que ha primado la experiencia jugable por encima de cualquier otra cosa. En lo que a apartado técnico se refiere, Blizzard se ha centrado en que 'Overwatch' se vea de lujo en el modo portátil. Aquellos con algún problema de vista puede que lo tengáis un poco complicado al haber tanto movimiento en una pantalla más pequeña, pero he de reconocer que el rendimiento en este formato de juego es excelente.

De ahí que, cuando cambiamos de modo, el juego note bastante que el trabajo que se ha realizado en la desarrolladora ha tenido como base y referencia el modo portátil. 'Overwatch' se ve muy bien en cualquiera de las formas en las que se juegue, pero cuando conectamos nuestra Switch al dock, se nota (con respecto al resto de versiones), que en Blizzard han tenido que sacrificar resolución con el fin de se pueda ver a las mil maravillas en la máquina de Nintendo. Yo soy jugador habitual de este título en PlayStation 4 y las diferencias son más que evidentes. Eso sí, como ya he adelantado, el rendimiento es brutal y, salvo el renderizado de personajes en las repeticiones, no hay ninguna pega que ponerle al trabajo que han hecho con este port.

...y no funciona

Y es que como he empezado en mi análisis, lanzar un port de un juego como 'Overwatch' requiere no solo de músculo técnico, sino de saber ver la oportunidad de lanzarlo cuando más gente va a poderlo disfrutar. Switch le da a Blizzard un segmento de público al que seguramente no ha llegado todavía, pero el impacto de este movimiento no es bueno si cuando le ofreces un título de estas características, no hay casi nadie con el que poder disfrutarlo. Y es que 'Overwatch' solo se puede jugar en multijugador y la comunidad en esta consola es, a día de hoy, muy pequeña (demasiado).

Este es el principal punto negro de la versión de 'Overwatch' para Nintendo Switch. Este título tendría que haber salido al mercado hace bastante más tiempo, cuando todavía se generaba gran expectación con los héroes que llegaban al juego. Ahora hay mucho más interés en que salga una secuela para el juego que en seguir jugándolo, hecho que no beneficia en nada a aquellos que han decidido dar el salto. Y cuando digo que llega tarde lo digo con conocimiento de causa, ya que durante mis sesiones de juego se ha hecho bastante complicado encontrar partida. Esto sucede cuando no hay suficientes jugadores conectados, algo que no suele pasar en 'Overwatch', todo hay que decirlo. Esta situación de cansancio ya se está dando también en las versiones de PS4 y Xbox One (desconozco el alcance en PC), por lo que es normal que también ocurra en Switch.

Todo ello, sumado a que el progreso no se puede compartir, hace que muchos no quieran dar el salto a esta versión (aunque su objetivo sea captar nuevos jugadores). El hecho de empezar desde cero después de años de contenidos no es una buena forma de dirigirte a una comunidad más que asentada que, reconozcámoslo, será la que compre gran parte de las unidades vendidas de este juego en Switch.

Conclusiones

Ni Nintendo ni Blizzard han sabido medir correctamente el momento en el que lanzar 'Overwatch' para Nintendo Switch. Quizá hay un trabajo de años para portar este títlo (cosa que dudo), pero el caso es que no ha llegado en un buen momento. Los usuarios nos movemos por las informaciones y estímulos que vamos recibiendo y el hecho de que se rumoree que habrá un 'Overwatch 2' más pronto que tarde no ayuda en absoluto a que se potencien las ventas de este juego. La BlizzCon 2019 está a la vuelta de la esquina y eso potencia la incertidumbre. Incluso haber lanzado la versión a principios de año habría sido más aconsejable.