Existe una generación de jugadores que llegaron al skateboarding gracias a Tony Hawk. Varios títulos del reputado deportista con una cara muy reconocible se han convertido en auténticos clásicos, tanto que Activision tuvo que remasterizar recientemente las dos primeras entregas con muy buena recepción. Otros han aportado su propio punto de vista, como el 'Skate' de Electronic Arts, también con una recepción considerable (en teoría, se encuentra en desarrollo una nueva entrega de la que sabemos más bien nada). Varios años más tarde, un estudio independiente británico, Roll7, decidió darle una vuelta de tuerca al subgénero y optó por una visión bidimensional, pero manteniendo esa esencia de diversión puramente arcade. Han pasado ocho años desde el lanzamiento del 'OlliOlli' original en PlayStation Vita y la evolución ha sido más que notable. Después de varias horas grindeando por Radlandia, podemos decir que Roll7 lo ha vuelto a hacer, pero esta vez de una forma mucho más bonita.
'OlliOlli World', tal y como indica su propio título, ha creado un mundo completamente nuevo en el que ambientar su tercera entrega, la más ambiciosa con diferencia hasta la fecha. La principal mejora que ha recibido 'OlliOlli World' salta a la vista, pero no es únicamente estética, sino que esto es un simplemente un engranaje más que contribuye a lo verdaderamente importante: la ambientación. Aquí incluimos tres elementos: dirección artística, banda sonora y personajes. Todos ellos contribuyen a crear una sensación de tranquilidad, este juego es la definición de chill (no deja de ser paradójico cuando también puede llegar a ser muy desafiante e incluso frustrante).
La saga necesitaba urgentemente un lavado de cara, porque se le notaba mucho sus orígenes en portátil, con un pixelart que a veces funcionaba y que otras veces hacía daño a la vista si jugabas mucho tiempo. Los escenarios combinan elementos realistas y otros de fantasía, con una paleta de colores pastel que es capaz de arreglarte un día malo. Comenzamos en la playa, pero poco a poco iremos conociendo nuevas zonas (cinco en total) con abejas que nos ayudan o fantasmas con los que competir. Para ser un juego de scroll lateral en dos dimensiones, 'OlliOlli World' se expande de una forma bastante impresionante e inesperada.
Los personajes que nos acompañan en esta aventura por Radlandia son, nunca mejor dicho, unos personajes. Los diálogos son muy básicos y las personalidades estúpidas. Por suerte, es fácil saltarse las conversaciones para pasar directamente a la acción. Todo el juego está acompañado de temas lo-fi, de esos que pones en YouTube cuando quieres estudiar o relajarte, y es la pieza final del puzle para crear la ambientación perfecta.
En la primera hora ya conocemos lo más básico del juego: impulsarnos, saltar y grindear (desplazarse con la tabla sobre una barandilla, para los menos duchos en el skate). Realmente, con estos conocimientos, podemos completar tranquilamente las más de cincuenta misiones que tiene el juego, pero claro, la gracia de 'OlliOlli World' no es tan sólo llegar vivo a la meta, sino hacerlo con estilo y mantener el flow. Cuanto mayor sea la puntuación, mejor.
Algo que ha hecho muy bien Roll7 es ajustar la curva de dificultad para no agobiar. Incluso en el último mundo seguiremos aprendiendo cosas. Esto no quita que cualquiera que se mire el "truccionario" pueda aprender por su cuenta y empezar a hacer giros de 180º y trucos avanzados en el primer nivel, pero el ritmo del juego y los escenarios están muy bien medidos para progresar poco a poco.
Cada nivel cuenta con varios objetivos que completar (desafíos y puntuaciones), aunque realmente lo único importante es llegar a la meta, lo que nos permite avanzar al siguiente. Los desafíos van desde hacer un truco en un determinado sitio, pasar por encima de una serie de gaviotas, evitar todos los gatos voladores o hacer un combo x11. La dificultad de estos requisitos va creciendo poco a poco, pero el juego tiene ciertas licencias con el jugador para no poner las cosas extremadamente difíciles. Por ejemplo, una vez hayamos completado el desafío, ya no hay que hacer nada más, da igual que nos vayamos al suelo al siguiente segundo. Además, si la condición se tiene que completar en un tramo concreto, suele haber un punto de control cercano para poder repetirlo hasta que salga. Estas pequeñas decisiones lo hacen algo más accesible, sin dejar de ser desafiante.
Las bifurcaciones permiten ampliar el tamaño de los niveles considerablemente. Es más, se podría decir que este juego de skate en scroll lateral tiene incluso un componente de exploración. Por ejemplo, las misiones secundarias se desbloquean encontrando a un personaje concreto en el nivel y, para ello, hay que investigar cada ruta hasta dar con él. Junto a esto, los quarter pipes han permitido a los diseñadores ampliar el mapa y 'OlliOlli World' pronto deja de ser una ruta en línea recta de izquierda a derecha. Además, siempre hay que estar pendiente de niveles en mundos anteriores, ya que algunos pueden ser actualizados gracias a las novedades jugables introducidas posteriormente. Este particular universo de color pastel no para de expandirse.
Conclusiones
En definitiva, Roll7 ha conseguido expandir la marca 'OlliOlli' de una manera impresionante. La decisión de llamarlo 'OlliOlli World' y no 'OlliOlli 3' se comprende perfectamente una vez juegas. En un primer momento, puede parecer lo mismo de siempre con un renovado estilo artístico, pero conforme progresamos, vamos viendo cómo las posibilidades se multiplican, y todo esto con unas mecánicas muy básicas y sencillas. Su ambientación tranquila y su cuidada curva de dificultad nos introduce en un mundo más grande de lo que parece, que nos obliga a ir mejorando poco a poco, compitiendo contra nosotros mismos y contra el resto de jugadores para superar sus puntuaciones.