'Okami' fue publicado originalmente por Capcom en 2006 para PlayStation 2, y pese a que paso desapercibido para una parte importante de la comunidad de jugadores, tenia los elementos necesarios para convertirse en una de las grandes joyas del catálogo de la consola de Sony. De hecho, las impresiones que llegaban por parte de quienes jugaron el juego, así como por una parte importante de los medios especializados, es que estábamos delante de algo diferente. El director de 'Okami' no fue otro que Hideki Kamiya, una de las grandes mentes de la industria, quien consiguió plasmar la fórmula de su admirado 'The Legend of Zelda' en un título mágico.
En la actualidad, seguro que muchos jóvenes jugadores conocen a Kamiya por 'Bayonetta', o incluso por el tristemente cancelado 'Scalebound'. Pero lo cierto es que este hombre es sinónimo de calidad, y ha trabajado en desarrollos de franquicias tan importantes como 'Devil May Cry' o 'Resident Evil'. Pues bien, ahora gracias al lanzamiento de 'Okami HD', los usuarios de Nintendo Switch tienen la posibilidad de descubrir una de sus obras más redondas, un título que no solo es muy bueno jugablemente, sino que también consigue atraparte por su espectacular apartado artístico, dejando en ridículo a todas aquellas personas que niegan sistemáticamente que los videojuegos sean arte. Además, la consola híbrida de Nintendo se posiciona como la plataforma ideal para disfrutar del regreso de Amaterasu.
Redescubriendo Nippon
Este es el tercer análisis que le dedicamos en Zonared a 'Okami HD', después de las reseñas a la versión de PS3 y, recientemente, a la de PS4. Por este motivo, no tiene mucho sentido que volvamos a detenernos en hablar en profundidad de como es jugablemente, y en términos de historia, esta aventura protagonizada por Amaterasu. No obstante, si voy a realizar un pequeño alto en el camino para dar algunas pequeñas pinceladas de lo que considero que son los aspectos más relevantes que nos ofrece el juego
Lo primero es que estamos delante de un hack n' slash que nos hará enfrentarnos a todo tipo de enemigos, desde pequeños demonios comunes que no nos pondrán en muchos aprietos, hasta temibles enemigos que nos hará sudar tinta. Para ello, iremos mejorando las estadísticas del personaje y consiguiendo nuevas habilidades que nos harán la vida más fácil dentro del campo de batalla. Aunque el elemento diferenciador es el celestial brush (pincel celestial), que nos permite parar el tiempo momentáneamente y realizar ataques devastadores.
Fuera del combate, podremos explorar Nippon (el mundo del juego) con total libertad, resolver mazmorras con toda clase de puzles y peligros en su interior, echar una mano a distintos habitantes en sus quehaceres diarios o, incluso, participar en peculiares minijuegos que nos propondrán.
Por lo que respecta a la historia, 'Okami' nos cuenta como 100 años atrás, Shiranui (un lobo blanco puro) y Nagi (el mejor guerrero) se enfrentan a Orochi, un temible demonio de 8 cabezas, cuyo espíritu queda sellado. Nuestra historia arranca cuando Susano, un descendiente de ese guerrero, rompe dicho sello y libera el espíritu del demonio; entonces Amaterasu, diosa del Sol, toma la forma de Shiranui y trata de devolver la luz y la vida a una tierra que ha quedado sumida en la oscuridad.
El lugar ideal
Después de haber estado disfrutando de 'Okami HD' en Nintendo Switch, tengo claro que posiblemente estemos ante la mejor plataforma del mercado para disfrutar de este juego. Por un lado, sabemos que las versiones que llegaron el año pasado a Xbox One y PS4 no alcanzan un acabado técnico de diez, es decir, no funcionan a 1080p y 60 fps. Este aspecto que puede ser una decepción importante para algunos usuarios de esas plataformas no es ningún inconveniente en Switch, ya que ninguno de nosotros le exige ese acabado. Pero, además, la consola híbrida de Nintendo ofrece múltiples alternativas de juego, en todas ellas con un resultado final tremendamente satisfactorio.
Como es lógico, tenemos la posibilidad de jugar en modo portátil o en la televisión, y pese a que normalmente suelo utilizar más el modo portátil, lo cierto es que con 'Okami soy bastante más partidario de jugar en la tele y con los Joy-Con separados, nada de mando pro ni del adaptador. ¿Por qué? Porque se trata de la forma más cómoda, práctica e intuitiva de sacar el máximo partido al pincel celestial, tanto si estamos en pleno combate, como si estamos explorando el mapa o resolviendo algún puzle en una mazmorra. Las sensaciones son bastante similares a lo que era jugar en Wii, para que os hagáis una idea. Eso sí, los Joy-Con también guardan un, pero, y es que son bastante imprecisos a la hora de mover la cámara, algo que puede generarnos algún pequeño problema. Otro detalle que ensombrece un poco el resultado del modo portátil es que, algunos elementos tardan más tiempo en cargar y en aparecer en el mapeado.
La magia de la acuarela
Pero si realmente hay algo que hace que este juego sea mágico, esto es su acabado gráfico. Utilizando la técnica del cell shading, junto al estilo gráfico japonés conocido como sumi-e, consiguen recrearnos unos parajes increíbles que te dejaran boquiabierto, especialmente en las cinemáticas donde vemos, por ejemplo, como un árbol vuelve a la vida y recupera sus hojas, sus flores, etcétera. Sin duda, esta elección es perfecta debido al tipo de mundo que nos presenta el videojuego, un Nippon que no deja de ser una recreación del Japón antiguo, donde están presentes elementos propios de su cultura como la mitología.
El broche de oro lo pone una banda sonora original totalmente maravillosa, creada por el compositor Masami Ueda, junto con Hiroshi Yamaguchi, Akari Gloves y Rei Kondoh; inspirada en grandes obras musicales japonesas que son consideradas melodías clásicas en el país asiático. Obviamente, un título tan japonés en elementos como la estética, no podía pasar por alto la faceta musical.
Conclusiones
En definitiva, el lanzamiento de esta versión de 'Okami HD' es una oportunidad de oro para que los usuarios de Nintendo Switch descubran una obra única e inconfundible. Se trata de un juego que consigue cautivar a quien esta en los mandos desde un primer momento, principalmente por un apartado artístico sublime, y es que nos encontramos formando parte de un lienzo vivo que cambia a medida que avanzamos en la historia, y al cual vamos dando forma con nuestros trazos; todo ello con una banda sonora maravillosa que encaja a la perfección por esta maravillosa apuesta de corte japonés. Aunque quizás, el hecho de que el juego este tan empapado de la cultura, el aspecto, el arte y la mitología japonesa puede echar para atrás a algunos jugadores.
Jugablemente no vamos a descubrir ahora la propuesta de 'Okami', pero si merece la pena destacar lo divertido e interesante que sigue siendo utilizar el pincel celestial (celestial brush). Esto es algo que brilla especialmente en la versión de Switch, ya que cuando jugamos con los Joy-Con separados, uno en cada mano, resulta tremendamente cómodo e intuitivo utilizar toda esta serie de habilidades que vamos desbloqueando, tanto dentro como fuera de un combate. Eso sí, lo que ganas en este aspecto lo pierdes en otras opciones de control como el modo portátil, donde la precisión que te brindan estos mandos (especialmente en el uso de la cámara) no acabada de ser la que debería. Pese a todo, si habéis disfrutado recientemente de la odisea de Amaterasu, no hay un motivo de peso que haga indispensable volver a pasar por caja.
A todo esto, no acabo de entender por qué que Capcom no apuesta por incorporar subtítulos al castellano en alguna de las reediciones de 'Okami', cuando se trata de un título que pasó por las dos generaciones anteriores y, después de su estreno el año pasado en Xbox One y PS4, ahora llega a Nintendo Switch. Considero que el lanzamiento en la consola de Nintendo hubiera sido una buena ocasión para romper esta norma, y seguro que ayudaría a que el juego tuviera un mayor calado en determinados mercados como el nuestro. Además, hablamos de un juego que si bien consigue unanimidad de voces positivas entres quienes lo juegan, la barrera de ese acabado cien por cien nipón, sumado a cualquier problema con el idioma, puede suponer un escollo que evite a algunos jugadores descubrir una auténtica obra de arte.