El 31 de Diciembre 2020 | 18:00
El mundo del cyberpunk es aterrador. Que se lo digan a CD Project Red, que está pasando una auténtica pesadilla mediática con el lanzamiento del reciente 'Cyberpunk 2077'. Ese título no sólo sabe acertar en el miedo que provocan los bugs y errores indeseados por la explotación en la que pone a la gente el mundo distópico de la tecnología avanzada, sino los horrores filosóficos y humanos a los que se expone cada individuo cuando el mundo es un lugar tan diferente. Tecnología y carne unidas, cambios obligatorios en el cuerpo para seguir siendo útil a la sociedad, mega capitalismo al servicio de las grandes corporaciones. No es un futuro en absoluto deseable.
Aquí es donde entra 'Observer: System Redux', la revisión de la obra original de misterio y terror por parte de los creadores de 'Layers of Fear'. Es apenas una mejora en el apartado gráfico y nuevas misiones secundarias para enriquecer la experiencia, pero sigue siendo una gran ocasión para conocer una obra reflexiva y terrorífica como esta aprovechando el inicio de una nueva generación entre nosotros. Cuanto más nos acercamos a ese prometido futuro distópico es cuando más deberíamos mirar al pasado y el miedo que se le tenía, y más importante, por qué es así.
Eres observado
La historia de 'Observer: System Redux' es la de un detective de la policía en busca de su hijo ya adulto, con quien mantiene una relación distante y problemática. Seguir su rastro nos lleva hasta el distrito más pobre de la ciudad, a un edificio de mala muerte llena de gente con intenciones turbias y muy mala educación. Todo esto se complica más cuando en nuestra búsqueda encontramos cadáveres recientes y nuestras mejoras tecnológicas ya integradas en el cuerpo humano comienzan a fallarnos.
Es difícil seguir el rastro de la realidad durante 'Observer: System Redux'. En un momento podemos estar en el mundo físico y en el siguiente en el digital. Todo esto se cruza y combina hasta llegar el punto en el que nos vamos a sentir abrumados cuando intentemos entender qué está pasando exactamente. Todo se complica cuando añadimos las preguntas filosóficas que acompañan al género del cyberpunk, como cuánto podemos alterar nuestro cuerpo biológico antes de perder nuestra humanidad. ¿Somos máquinas como el mundo espera de nosotros o seguimos siendo individuos que sencillamente intentan acostumbrarse a un nuevo clima de opresión?
Esta trama principal se ve muy bien complementada con el resto de historias alternativas con las que nos cruzamos a lo largo de la campaña. Las misiones secundarias aparecen a nuestro paso simplemente al explorar nuestro entorno o a la par de nuestra y son sin duda una de las mejores partes de toda la campaña. Requieren nuestro ingenio y capacidad de investigación para descubrir qué sucede tras algunas puertas, tomar decisiones que podrían alterar la vida de muchos individuos e incluso plantearnos qué significa esta y dónde están los límites de nuestros valores morales.
Sistemas en funcionamiento
Nuestro trabajo como detective está separado en dos secciones. Por un lado tenemos el mencionado mucho real, en el cual pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y requiere la mayor parte de nuestra propia deducción. Los diferentes lugares que podemos encontrar en el edificio, desde pisos asaltados hasta talleres. No dependemos de nuestra vista de forma exclusiva, sino que tenemos a nuestra disposición todas las herramientas que la tecnología moderna nos puede ofrecer a los ojos y el cerebro. Podemos activar un escáner biológico, otro para analizar máquinas, vista nocturna... Nuestras opciones para entender nuestro alrededor son muchas y bien variadas.
A esto hay que sumar la herramienta más importante de la que disponen los observadores, detectives autorizados por la policía para interrogar a sospechosos o la misma gente que pueda conocer la verdad de un caso. No con palabras o diálogos ingeniosos que hagan sacar a la luz la verdad, sino arrancándola de manos de la gente a la que nos enfrentamos. Gracias a los avances en la tecnología y la falta de respeto por la privacidad ajena podemos conectarnos con los chips de memoria de otros, y al hacerlo, revivir sus recuerdos en primera persona.
Estas secciones son una locura. No tenemos acceso a nuestras herramientas habituales, ni tampoco podemos el explorar mundo a nuestro antojo. Son en su mayoría partes lineales en las que sólo disponemos de una dirección hacia la que avanzar, como mucho escapar y escondernos de algún monstruo distorsionado por la imaginación de los interrogados. Estos recuerdos son imprecisos y están formados en base a lo que nuestras víctimas creen, así que los vivimos como tales: no son un digno reflejo de la realidad. Eso nos puede dejar confusos o desorientados más de una vez de manera muy efectiva. Son una atracción de feria, y una muy efectiva en abrumarnos con su creatividad y mundo imaginario.
Es aquí donde más podemos ver el trabajo de Bloober Team, quienes destacaron con mayor o menor recepción la saga 'Layers of Fear'. Estas secciones son muy parecidas a los capítulos del primer juego de la franquicia, pero mucho mejor medidos y rompiendo con su linealidad al complementarse con el resto de la aventura.
Futuro oscuro
Si habéis jugado antes a 'Observer' no tenéis mucho más para mascar en esta nueva versión del juego. Sigue siendo la misma campaña de entre cuatro y seis horas de duración, una historia que se disfruta la primera vez pero que no trae consigo mucha rejugabilidad para sacar jugo a cada esquina del edificio que investigamos. Es una pena que se trate de un producto para disfrutar sólo una vez, pero sigue siendo una aventura que merece la pena vivir. Mucho más ahora que la versión 'System Redux' lo pone todo a mejor disposición que antes.
La actualización para consolas de nueva generación trae consigo dos ventajas principales. La primera es unas pocas misiones secundarias que vienen remarcadas en los trofeos del juego para que las completemos y disfrutemos de la expansión del universo que han construido los desarrolladores, añadiendo preguntas morales nuevas como la ética de la esclavitud con respecto a la inteligencia artificial. No son muchas y las completaremos en un chasquido de dedos, pero se disfrutan por el camino.
El mayor logro de la nueva edición del título es su apartado gráfico. 'Observer: System Redux' realza la experiencia con mejor iluminación y soporte para resoluciones mayores que destacan mucho más el mundo por el que navegamos. Es un lujo visual poder disfrutar de una aventura semejante en las nuevas videoconsolas y sacan a relucir lo mejor de lo que está por venir tanto por empresas grandes como por los estudios independientes. Si los desarrolladores de esta obra son capaces de conseguir la potencia gráfica de esta aventura nos esperan unos espectaculares años por delante.
Conclusiones
'Observer: System Redux' es un juego que se deja disfrutar mucho en su corta duración, lo suficiente como para dejar una marca en nuestros recuerdos. No es el mejor título de terror que podamos encontrar en estos años, pero sí una fantástica adición al catálogo de historias cyberpunk. Toma la ambientación y las ideas de este género para crear un universo aterrador, opresor y muy interesante de vivir e investigar. Bloober Team ha llegado muy lejos desde el primer 'Layers of Fear', y aunque todavía estén creando su camino hacia el futuro, las tramas que cuentan son lo suficientemente cautivadoras como para merecer nuestra atención durante la entrada a la nueva generación de consolas.
Lo mejor:
- Interesante trama y personaje principal.
- Misiones secundarias bien ideadas.
- Actualización gráfica que aumenta la ambientación al cuadrado.
Lo peor:
- Terror que no termina de funcionar en muchas de sus secciones.
- Actuación poco estelar por parte de los dobladores ignorando al protagonista.
- Final no muy original con respecto a otras obras cyberpunk.