Seguro que muchos recordáis aquellos momentos en las salas recreativas en las que cada partida era muy corta, con juegos increíblemente difíciles que convertían en reto impresionante cada una de sus fases. La intención principal de esos juegos era la de conseguir que el jugador viera la pantalla de Game Over y no dudara en volver a echar otra moneda para intentar avanzar de nuevo. Lo mismo ocurría con las primeras consolas, y estoy seguro de que muchos no olvidáis la dificultad extrema de los juegos de antaño.
Dominar los videojuegos era dificilísimo, pero también era la manera en que nos enganchábamos y queríamos continuar echando monedas. La sensación de que cada vez éramos algo mejores, mucho más hábiles, y conseguíamos aprendernos de memoria algunos de los desafíos que el juego solía poner a propósito para evitar nuestro avance. Poco a poco íbamos convirtiéndonos en mejores jugadores, aunque siempre llegábamos a un nuevo punto que nos parecía imposible de alcanzar.
Si echáis de menos esas sensaciones, pero también queréis enfrentaros a obras más modernas, con mecánicas algo más novedosas, 'Nuclear Throne' se trata de un título al que deberíais prestar atención instantánea. No es que sea, precisamente, un título que recupere esas sensaciones que los juegos de antaño nos proporcionaban por su dificultad y su capacidad de enganchar al jugador, pero sí que comparte muchos de esas características y las combina con otras que han ido evolucionando a lo largo de los años en la industria de los videojuegos.
La aleatoriedad es protagonista
'Nuclear Throne' es un videojuego muy difícil de dominar, y es posible que pasen muchísimas horas antes de que te acerques un poco al tramo final. Pero también genera esa sensación al jugador de que cada vez es un mejor jugador y le pica para que continúe echando "otra moneda más", ya que tiene la certeza de que el próximo intento va a ser mucho mejor que el anterior. Además, se añade otro concepto más que estos juegos clásicos no podían incluir: la aleatoriedad.
Como otros títulos similares, 'Nuclear Throne' utiliza una generación de niveles que se ampara en el llamado sistema procedural, lo que básicamente se traduce en que no existen dos niveles iguales. El título va generando escenarios distintos, bajo unas reglas lógicas, que también aumentan esa sensación de que "quizás en la próxima partida tenga más suerte". Otro añadido más para que el jugador sienta que realmente puede avanzar en la próxima partida, y es lo que hace que vuelva a introducir otra moneda para disfrutar de otra partida.
Pero a esto también tenemos que añadirle otros muchos factores que hacen que esta sensación se multiplique. Para empezar, tendremos diferentes personajes que seleccionar al empezar una partida, cada uno con sus propias características. Uno tiene más vida, otro menos, uno es capaz de generar un escudo temporal en su cuerpo, el otro puede atraer a los objetos desde lejos, aquel puede hacer un movimiento rápido para esquivar ataques... dependiendo de a qué personaje elijamos, podremos enfrentarnos de diferentes maneras a algunas circunstancias. "Ay, si en este momento hubiese tenido la habilidad especial de este otro personaje... venga, otra partidita".
Y por si no fuera poco, también nos encontramos con más factores que aumentan esta sensación. Cada vez que subamos de nivel (obteniendo puntos por cada una de las fases que recorreremos) podremos elegir una mutación, que no es más que una bonificación que nos aportará diferentes posibilidades. Podremos elegir entre más vida, munición, restar salud a nuestros enemigos, que sus balas sean más lentas... estas elecciones son importantes, ya que pueden hacer que salgamos victoriosos o no. Pero claro, son tantos los factores que deben darse para que nos salga una buena partida... pues venga, a echar otra partida.
El tipo de juego que plantea 'Nuclear Throne' también es muy sencillo, y se basa simplemente en acabar con todos los enemigos del escenario generado aleatoriamente que estamos visitando para poder proseguir al siguiente. Llegado cierto punto tendremos que enfrentarnos a enemigos finales, mucho más poderosos y que nos ponen las cosas algo más difíciles, y así hasta que consigamos llegar al Trono, si es que todos los factores posibles salen bien y nos permiten conseguir una buena partida. Y si no, pues ya sabéis, a echar partida, que seguro que sale mejor.
Habrá distintos tipos de armas, por lo que deberemos tener en cuenta muchos más factores entre los que elegir. Solo podemos llevar dos armas a la vez encima, así que deberemos elegir: ¿qué armas coger? ¿tendremos munición suficiente? ¿nos arriesgamos con un tipo de arma que no hemos visto hasta el momento? ¿mejor llevar un lanzagranadas o un arma de cuerpo a cuerpo por si nos quedamos sin balas? Como veis, otros muchos factores que se van añadiendo a la ecuación y que siempre van a terminar de la misma manera. Y sí, lo habéis adivinado: echando otra partida.
Y al final nos damos cuenta de que hemos terminado enganchados y llevamos mucho tiempo jugando a 'Nuclear Throne', pero queremos más. Y sin duda, eso es lo más positivo, ya que aunque es muy sencillo y tampoco revoluciona en exceso su concepto de juego, resulta tremendamente satisfactorio. Si te gustan este tipo de propuestas debes probarlo sí o sí, y si no seguro que terminas cogiéndole el gusto a sus partidas cortas, ya que siempre tendremos la esperanza de que alguna de estas partidas sea más larga y consiga hacernos sentir que cada vez estamos más cerca del trono.
Pero quizás también debemos ser algo sinceros y no dejarnos llevar tanto por la emoción. Por supuesto que 'Nuclear Throne' es un juego genial e inmensamente divertido, pero no es el mejor juego existente que cumple con todos estos requisitos. 'The Binding of Isaac', por ejemplo, junto a todas sus versiones y expansiones, es un título mucho más redondo en todos los sentidos. Aunque claro, el ritmo y las posibilidades son bastante diferentes y quizás no sea del todo correcto ponerse a comparar.
Tampoco es que los enemigos y escenarios sean del todo inspirados, a pesar de que es muy vistoso y el apartado sonoro sea espectacular. Que siempre haya que repetir el juego cada pocos minutos (salvo cuando nos sale una buena partida) hace que siempre veamos los mismos tipos de escenarios demasiadas veces, a pesar de que se generen de forma procedural, y a veces resulta algo cansino. También puede cansar a muchos jugadores que la aleatoriedad sea tan importante, y que sea mucho más importante conseguir un buen pack de factores aleatorios que de nuestra propia habilidad (que también cuenta, por supuesto).
Pero ahí también está la gracia de 'Nuclear Throne' y lo que le convierte en un título tan inmensamente recomendable para casi todos los jugadores. Es injusto en ocasiones, por supuesto, y lo aleatorio influye demasiado en si nuestro viaje va a ser mejor o peor. Pero ya sabéis, si jugáis y veis que no estáis haciéndolo del todo bien, que os habéis equivocado al elegir el arma, que si con otro personaje quizás se os hubiese dado mejor... no os preocupéis, porque ya sabéis que tenéis la certeza de que podéis volver a echar otra partida. Y seguro que esta vez es la buena.